Las aventuras de Súper Mario

Uribe ejerció enorme influencia en la conformación de la Corte Constitucional, sostenía conversaciones llamativas para los investigadores y acomodó cargas burocráticas de políticos cuestionados


El exsenador Mario Uribe, condenado por nexos con paramilitares, afirma que hay una persecución en su contra. Dice que no es el hombre poderoso que pintan los medios y que escasamente tenía relación con el gobierno de su primo segundo. Una serie de interceptaciones telefónicas, ordenadas por la justicia, contradicen al exsenador.

Mario Uribe ejerció una enorme influencia en la conformación de la Corte Constitucional, sostenía conversaciones llamativas para cualquier investigador y acomodó cargas burocráticas de políticos cuestionados.

Una de esas grabaciones muestra cuánto tuvo que ver en la estrategia para elegir como magistrado al entonces secretario jurídico de la Presidencia, Mauricio González.

En la conversación, el hoy magistrado de la Corte Constitucional le da la buena nueva a Mario Uribe sobre su inclusión en la terna: “Recordé sus buenos deseos en meses anteriores, cuando esto andaba muy crudo, y pues quería contarle, doctor Mario, pues esperando que tenga la posibilidad de contar con su apoyo”.

En respuesta, Mario Uribe le solicita que la terna vaya “limpia”. Limpia quiere decir que los otros dos candidatos no tengan opción de ser elegidos: “Que le pongan dos personas que no aspiren, y verá, hombre, que nos ayudan mucho”. (Ver conversación)

En agosto de 2007 la terna fue presentada. Acompañaban a Mauricio González dos abogadas con más prestigio jurídico que él, pero sin posibilidad política. Ellas eran Ilva Myriam Hoyos, actual procuradora delegada, y Cristina Pardo, hoy secretaria jurídica de la Presidencia.

En la conformación de la “terna de uno”, el gobierno dio por descontado que las ilustres juristas se sentirían halagadas por la inclusión y se prestarían silenciosamente a la elección de González.

Jamás esperaron que la maniobra se estrellara con un gesto de dignidad de las “candidatas de relleno”: las dos renunciaron a la nominación. Su decisión mostró los dados cargados con los que el gobierno jugaba en estas elecciones y que -ahora se sabe- habían sido sugeridos por Mario Uribe.

Otra grabación llamativa es con un hombre llamado Diego, que le dice al senador cosas como estas: “La entregan el martes, pero yo me tengo que quedar con ellos; hasta que ellos reciban la plata la entregan; entonces, el amigo mío se viene con ella y la puede traer a mi casa y usted recibirla ahí, en mi casa. Ellos van a poner tres retenes, van a poner tres retenes; que no vayan a ver por ahí gente ni tropas ni guevonadas. Van a poner unos retenes, que tiene que ser una cosa muy seria, que no vaya a haber ninguna guevonadita por ahí, porque entonces…”.

¿Qué es lo que entregan? Nadie sabe, pero otra parte de la conversación por la que valdría la pena preguntarle al exsenador dice: “Es para el martes, y yo me tengo que quedar mientras que uno de ellos venga por la plata; ellos tienen que tener ya la plata aquí. Cuando ya la entreguen aquí, en La Estrella, ya ustedes les entregan la plata a las personas esas y me largan a mí un día o dos días. ¿Sí me entiende?”. (Ver conversación)

En otra de las conversaciones, Mario Uribe habla con el entonces secretario general de la Presidencia, Bernardo Moreno, a quien llama “bacancito”. Además de una alusión al “número uno”, es claro que negociaban un nombramiento para Carlos Higuera Escalante, exsenador mencionado por los paramilitares como su candidato en el Magdalena Medio. (Ver video)

Higuera fue designado como miembro de la junta directiva de Ecopetrol cuando comenzaba el gobierno Uribe, pero cuando el escándalo lo volvió innombrable, la estrategia fue otra.

En un aparte de la conversación, “el bacancito” Moreno le dice a Mario Uribe: “Hablé con el presidente también de ese tema, y él me dice que por qué no mandamos a gente de Higuera para allá, para esa vaina de Montreal; y para no llevar entonces a Carlos, que se vaya ella y pues que ella se lleve a Carlos, ¿cierto?”.

Mario Uribe responde que la solución le parece “muy salomónica y muy generosa”. (Ver conversación)

La esposa de Higuera, Gilda Rueda, fue designada como representante de Colombia en un organismo aeronáutico multigubernamental que funciona en Montreal, Canadá.