Lamentamos y rechazamos que se instaure el régimen de miedo en nuestra ciudad

Ante las decisiones del Gobierno Nacional de asumir militarmente y de manera directa el manejo del orden público en Popayán, y ante los graves señalamientos expresados por el Ministro de Defensa Diego Molano, como consecuencia de conclusiones del Consejo de Seguridad adelantado en nuestra ciudad el sábado 15 de mayo de los corrientes, presentando como supuestos cabecillas del vandalismo a 4 jóvenes de la ciudad de Popayán, en su mayoría personas conocidas por su liderazgo cívico y por ser defensores de derechos humanos, nos permitimos:

PRIMERO: Expresar nuestro rechazo a la decisión del presidente Duque de ordenar la intervención militar para el control y manejo de la protesta ciudadana en Popayán. Sacar la tropa a las calles para respaldar el accionar de una fuerza policial que ha demostrado un comportamiento desbordado y en muchos casos brutal contra los manifestantes y no manifestantes, es una política de intimidación contra la ciudadanía.

Lamentamos y rechazamos que se instaure el régimen de miedo en nuestra ciudad, caracterizado por las retenciones arbitrarias, los procedimientos sumarios, los allanamientos de madrugada, el despliegue motorizado de grupos que irrumpen en las casas de familias, universidades, etc, violentando todo lo que consideren sospechoso, bajo la mirada apocada o indiferente de nuestras autoridades regionales.

La gran indignación nacional y regional expresada a través del paro nacional no va encontrar solución duradera a través de la fuerza, los abusos, los tiros, el miedo. Esta opción sólo nos aleja de la única solución viable y sostenible, la del diálogo incluyente, útil y franco sobre las demandas expresadas por el paro.

SEGUNDO: Rechazamos y condenamos las declaraciones del Ministro de Defensa Diego Molano, expresadas en el marco del Consejo Extraordinario de Seguridad, contra reconocidos jóvenes, líderes sociales del municipio de Popayán, a quienes presentó como feroces cabecillas de los desmanes de la protesta por los que se paga recompensa, sin que exista ninguna condena judicial en su contra, constituyéndose en un claro acto de abuso de poder, violatorio del estado de derecho, e intimidatorio contra todos los líderes sociales. Su declaración ha colocado en grave peligro la vida de estas personas, y lo hacemos responsable por lo que les pase en su integridad física. Instamos a las autoridades con mandatos de protección de derechos humanos, a adoptar las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los líderes sociales, y al ministerio público para que evalúe disciplinariamente la conducta del ministro.

TERCERO: Rechazamos también, como ya lo hemos hecho en reiteradas oportunidades, los actos inaceptables de daño a bienes civiles y públicos ocurridos
en los últimos días, pero ello no justifica el manejo demencial que viene haciendo la fuerza pública contra la ciudadanía, en una espiral que parece no tener fin. Se
cuentan por decenas los casos de jóvenes agredidos, con mutilaciones oculares, laceraciones, abusos sexuales, agresiones a las madres y familiares que salen a
defender a sus hijos. No más agresión contra nuestros jóvenes.

CUARTO: Solicitamos a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos incluir a la ciudad de Popayán dentro de su solicitud de visita al país para verificación de
la situación de Derechos Humanos, a efecto de registrar y acompañar la investigación relacionada con los graves casos de abuso policial, especialmente por
el ESMAD, que implicaron la pérdida de vidas humanas, como los abusos sexuales y posterior suicidio de una menor, y el asesinato del joven, líder estudiantil Sebastián Quintero Múnera.

Por ultimo nos sumamos al llamado urgente que se hace al Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CCPR), a la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), y demás organizaciones internacionales humanitarias, para que contribuyan a la salvaguarda de la vida e integridad de nuestra población civil, especialmente de los líderes, lideresas y defensores de derechos humanos, hoy altamente expuestos y vulnerables a los
desafueros del manejo militar y de guerra que se le está dando a la protesta ciudadana.

Debemos apelar a la sensatez y perseverancia de todos y todas para enfrentar y encontrar las salidas a una de las mayores crisis vividas por nuestro país y región,
agravada no solo por el COVID, sino también por la notoria falta de liderazgo de nuestros gobernantes.

Popayán 15 de mayo de 2021.

CAUCA – HUMANA