La Verdad Engrandece, La Mentira Envilece
El ELN es una organización de revolucionarios que tomó la determinación de luchar por los cambios que requiere el país, para que los colombianos podamos vivir mejor. No somos mercenarios ni terroristas, como lo acuñan las matrices mediáticas, no buscamos intereses particulares y luchamos hombro con hombro con los hombres y mujeres que igualmente quieren y luchan por el cambio para vivir en un país mejor, donde impere la justicia e igualdad social, la democracia y la dignidad de nación.
El señor Luís Carlos Pinzón, Ministro de defensa de Colombia dijo, el pasado 12 de enero ante un grupo de periodistas en Barranquilla que, las FARC “subcontratan al mismo ELN para que realicen sus actividades criminales”.
Esta afirmación mentirosa hace parte de la matriz mediática que busca atravesarle palos al proceso de paz que se adelanta en la Habana, Cuba; y para sustentar que las FARC está violando el cese unilateral de fuego que declaró el pasado Diciembre.
Mentira. Los operativos que realiza el ELN contra las fuerzas represivas y las empresas saqueadoras de la riqueza, que debería estar al servicio del bienestar de los colombianos, los hace dentro de objetivos y motivaciones políticas, distante de intereses mezquinos.
Las 33 voladuras el año 2012 y cuatro en enero de 2013 contra los oleoductos por donde se roban el petróleo las trasnacionales, lo comprueba.
El operativo realizado el 10 de enero a las 16:35 en la vereda Miralindo, municipio de Toledo, Norte Santander, donde murieron, un Teniente, un Cabo y 4 soldados profesionales, y quedaron heridos un Teniente Coronel y seis soldados, se suma a las numerosas acciones militares contra la fuerzas armadas gubernamentales en amplias zonas del territorio nacional y llama la atención que ello lo ignore el flamante ministro.
Este revés sufrido por las Fuerzas Represivas del gobierno, en confrontación con unidades del ELN, fue informado al país como un accidente de tránsito por las Fuerzas Armadas que dirige el Ministro Pinzón.
Esta guerra que se ha prolongado por más de medio siglo, declarada por la oligarquía y sus sucesivos gobiernos contra el pueblo, para impedir que se hagan los cambios que el país necesita, la más afectada es la verdad, porque ha prevalecido la mentira, como queda claro en los dos casos señalamos a manera de ilustración.
El ELN es una organización de revolucionarios que tomó la determinación de luchar por los cambios que requiere el país, para que los colombianos podamos vivir mejor. No somos mercenarios ni terroristas, como lo acuñan las matrices mediáticas, no buscamos intereses particulares y luchamos hombro con hombro con los hombres y mujeres que igualmente quieren y luchan por el cambio para vivir en un país mejor, donde impere la justicia e igualdad social, la democracia y la dignidad de nación.
La responsable de la situación en que se encuentra el país, es la clase dirigente que lo arrastró a la degradación ética y moral, impidiendo por medio de la guerra, la posibilidad de un Estado social de derecho, democrático y decente, empotrando en sus instituciones mafias, corrupción y bajezas de toda especie, que validan la mentira, la trampa y todo tipo de trapisondas en función del dinero y el poder.
Por eso es que un impulsor del narcoparamilitarismo, del terrorismo de Estado y la guerra sucia, como Álvaro Uribe, sea Presidente de la República y termine su mandato sin un juicio ético y político, como si no fuese un criminal de guerra, que ha mancillado la dignidad de la Nación.
Que Parlamentarios, jueces, fiscales, procuradores y altos funcionarios sean elegidos y nombrados mediante los dineros e intimidaciones de las mafias; evidencia la podredumbre institucional.
Que militares incluidos en la nómina de los narcoparamilitares asciendan, mostrando resultados en la lucha contrainsurgente, mediante los mal llamados “falsos positivos”, en los que humildes y honrados ciudadanos son asesinados, vestidos y armados con prendas militares, para hacerlos aparecer como guerrilleros muertos en combate y cobrar recompensa por tan ruin hazaña; muestran unas fuerzas estatales, que perdieron el honor y se han criminalizado.
Que industriales, comerciante, latifundistas y financistas prosperen y acumulen riqueza acelerada y fácilmente, robando el erario público y lavando dineros de la mafia mediante intricadas redes delincuenciales sin ningún tipo de escrúpulos; demuestra la esencia corrupta y corruptora del Estado.
Colombia es un país donde los delincuentes de “cuello blanco” se tapan unos a los otros, los organismos de control y justicia cojean y refunden pruebas, la mentira se vuelve norma y sus actos delincuenciales se convierten en referente social.
El lenguaraz Ministro de Defensa, formado en esa subcultura mafiosa, actúa de acuerdo con ella y es el prototipo de la mentira y la degradación ética.
Colombia tiene derecho a un mejor destino y con otro tipo de gobernantes; es por ello que el ELN lucha por tener un nuevo país y confluye con quienes buscamos un futuro de dignidad. El ELN es amigo y le apuesta a la paz con los cambios que la hagan realidad. El ELN respeta y ha empeñado la palabra.
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