La urgencia de un ¡ACUERDO YA!

Las organizaciones, redes y personas que hemos estado movilizados para lograr la más rápida solución a la crisis generada por los resultados del plebiscito, y ante la culminación de las reuniones entre representantes de grupos que impulsaron el No en el pasado plebiscito y el gobierno nacional, que se expresan en un documento que recoge 410 propuestas en más de 50 aspectos o temas manifestamos a la opinión pública:


Reiteramos la urgencia de lograr un ¡Acuerdo Ya!, que de curso a la implementación del mismo. En particular, manifestamos nuestra preocupación por la indefinición de la situación jurídica de los combatientes y milicianos, por la fragilidad del cese al fuego, y el riesgo de que este se rompa, el que se incrementa con el paso del tiempo, sin que se concrete un Nuevo Acuerdo.

Insistimos en que ese Nuevo Acuerdo, no puede reconocer solamente las propuestas del No; debe considerar y de manera consistente que el Acuerdo Final alcanzado en La Habana entre el gobierno y las FARC-EP, después de 6 años de trabajo y de la intervención de múltiples actores, y firmado en Cartagena el pasado 26 de septiembre, además de recoger la voluntad de las partes, contiene los elementos esenciales que el país requiere para la construcción de una paz sostenible y duradera.

Las ciudadanas y ciudadanos otorgaremos amplia legitimidad a un Nuevo Acuerdo que contenga aspectos fundamentales que reflejen claramente el espíritu de lo acordado inicialmente, a saber:

  • La centralidad de los derechos de las víctimas a verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición, y en particular a que se avance significativamente en el conocimiento de la verdad, tanto judicial como extrajudicial.
  • La creación de un sistema de justicia transicional temporal, y excepcional, que incorpore mecanismos judiciales y extrajudiciales aplicables a todos los responsables sobre los mismos parámetros de contribución a la verdad, sean estos particulares, guerrilleros o agentes estatales.
  • El reconocimiento de los derechos de las poblaciones y grupos en situación de vulnerabilidad.
  • La reivindicación de los derechos de campesinos y campesinas, pueblos indígenas, comunidades afrodescendientes, lo que implica la profundización de una reforma rural integral.
  • Mantener el enfoque de género entendido como un instrumento para transformar relaciones inequitativas. Esto implica el reconocimiento de la afectación diferencial que el conflicto ha tenido sobre la vida y los derechos de las mujeres, poblaciones LGBTI, niñas, niños, jóvenes, las y los miembros de comunidades de fe y personas con discapacidad, y la necesidad, por tanto, de acciones para la defensa y restauración de sus derechos.
  • El compromiso con la ampliación, profundización y extensión de la democracia y el empoderamiento de ciudadanías y comunidades, incluida la comunidad colombiana en el exterior
  • Plenas garantías para nuevas expresiones sociales y políticas que surjan y la participación efectiva de las regiones y los territorios que fueron mayormente golpeados por los efectos del conflicto armado.

Consideramos inconveniente la pretensión de los delegados de grupos del No de reservarse el derecho a tener observadores en la mesa de negociaciones de La Habana, a la que reconocemos plena legitimidad.

La ciudadanía activa, presente y empoderada, que le da continuidad al largo camino recorrido por la sociedad civil para lograr un país en paz en condiciones de equidad, justicia social y climática, llegó para quedarse y se mantendrá movilizada.

4 de noviembre de 2016

LA URGENCIA DE UN ¡ACUERDO YA!

Ver comunicado completo