Kimy Pernía Domicó
02 de junio 2001 – 02 de junio 2012. Once años de absoluta impunidad por la desaparición forzada del gran líder indígena Embera Katío, nieto de Yari, el gran Jaibaná y Cacique Embera Katío, de las comunidades en el Alto Sinú, Kimy Pernía Domicó, once años trasegando en él, memoria colectiva del pueblo que hoy continúa enfrentando la ocupación empresarial.
Kimy amante de las vidas en los territorios se opuso al proyecto hidroeléctrico de Urrá 1, impuesto a la fuerza con el desarrollo de la estrategia paramilitar consentía, construída y tolerada por la fuerza pública y sectores empresariales del norte de Colombia.
En Tierralta, departamento de Córdoba, ese sábado 2 de junio de 2001, a las 6 p.m. Kimy se dirigía a la sede del Cabildo Mayor del río Sinú y río Verde. En el trayecto paramilitares lo pararon y lo obligaron a subir a una motocicleta de color blanco desde ese momento se encuentra desaparecido forzadamente.
Kimy en ese momento estaba liderando la movilización indígena en la región del Río Sinú por la construcción de la represa de Urrá con graves afecciones a las comunidades indígenas y campesinas y daños irreparables a los ecosistemas.
De su desaparición estructuras paramilitares y mandos que se encuentran en los Estados Unidos extraditados aceptaron su responsabilidad e indicaron en el contexto general de su gestación que contaron con el apoyo e inspiración de la brigada 11 de las Fuerzas Militares, así como de sectores empresariales. A pesar de esas verdades judiciales no han logrado desmoronar el muro de la impunidad que protege a empresarios y militares de alto rango.
Once años después, Kimy vive en la memoria colectiva Embera, en aquellos que de su sangre continúan exigiendo verdad, justicia y un proceso real y verdadero de consulta previa y de negación a operaciones empresariales privadas que imposibilitan la existencia comunitaria, que destruyen el planeta.
Once años después ante la imperante impunidad sobre este crimen de Lesa Humanidad y de los crímenes ambientales alzan su vuelo del norte a sur de las Américas las fuerzas espirituales de la libertad, que exhuman los rastros del etnocidio y que avisoran que algún día este planeta con Kimy y millares y millones de víctimas se harán oír.
Bogotá, D.C. 2 de junio de 2012
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz