JAIME PARDO LEAL
Asesinado el 11 de Octubre de 1987
La Mesa – Cundinamarca
Memoria y Justicia
“Si la muerte me sorprende no le tengo miedo Soy un hombre dialéctico.
El día que me muera vendrán otros mejores a remplazarme”
Hace 20 años, un domingo 11 de octubre de 1987, JAIME PARDO LEAL, abogado y líder político de la Unión Patriótica, fue asesinado cuando al regresar de La Mesa (Cundinamarca) a Bogotá para asistir a un matrimonio, fue interceptado por sicarios que le dispararon a él, a su esposa, Gloria Flórez, y a sus hijos Iván, Edison y Fernando, quienes resultaron lesionados levemente.
En el pronunciamiento público del Partido Comunista Colombiano (PCC), se indica que el asesinato “del candidato presidencial y líder de la Unión Patriótica convoca a una mayor exigencia del esclarecimiento y fin de la impunidad ante el genocidio político más aberrante en la historia de la humanidad. Y para que cese el terrorismo de Estado y paramilitar”.
El asesinato de PARDO LEAL hace parte del exterminio político que se ha cometido contra los integrantes de la Unión Patriótica. 18 meses después de su asesinato fueron asesinados BERNARDO JARAMILLO OSSA y JOSÉ ANTEQUERA.
La UNION PATRIOTICA como partido político se fundó en mayo de 1985 en el marco de la tregua y cese bilateral del fuego suscritos entre el gobierno de Belisario Betancur y las FARC EP. En noviembre de ese año se realiza su I congreso nacional, en el que se escogió a JAIME PARDO LEAL como su candidato a la Presidencia y obtiene cerca de 400 mil votos en las siguientes elecciones. A la fecha del primer congreso de la UP, ya sumaban cerca de 70 los asesinados de esta propuesta política.
En 1986, en su primer año de participación electoral, la Unión Patriótica gana la más alta votación en la historia de los partidos de la izquierda colombiana, saca cinco senadores, nueve representantes a la Cámara, 14 diputados, 351 concejales y 23 alcaldes municipales.
Con el asesinato de JAIME PARDO LEAL, se llegaba en ese entonces a 471 miembros de la UP asesinados desde 1985. Las exigencias formuladas al Estado colombiano en 1987, fueron: “La depuración de las Fuerzas Armadas, la disolución de los grupos paramilitares… la investigación de los crímenes, su esclarecimiento, la sanción a los responsables… la aplicación de la Justicia como el verdadero nombre de la Paz…”
Por ello,
JAIME… en la Memoria
JAIME… Sin Olvido
Adjuntamos escrito de ASONAL JUDICIAL, fundada por JAIME PARDO LEAL
Bogotá, D.C Octubre 11 de 2007
COMISION INTERECLESIAL DE JUSTICIA Y PAZ
“CONVOCATORIA DE LOS DEMOCRATAS A LA OPINION PÚBLICA NACIONAL E INTERNACIONAL
Los demócratas de Colombia, las organizaciones sociales, sindicales, políticas y populares, los estudiantes, las amas de casa, las organizaciones feministas, los amantes de la vida, la paz y la igualdad, los colombianos respetuosos del Estado Democrático de Derecho, de la Independencia, La autonomía y la majestad de la Administración de Justicia, los amigos del derecho al disenso, la paz con justicia social, los defensores de la dignidad humana, la libertad y el derecho a la protesta social, todos como un solo hombre, nos unimos hoy para conmemorar el XX aniversario del crimen de Estado, perpetrado a través del instrumento paramilitar, contra el eximio dirigente y patriota ejemplar JAIME PARDO LEAL.
En efecto el fatídico 11 de octubre de 1987, el irreemplazable humanista, dirigente sindical, catedrático, hombre publico, brillante jurista, presidente del partido UNION PATRIOTICA y candidato presidencial por ese partido político de masas, surgido de los acuerdos de paz con el presidente Belisario Betancur y que para las elecciones por el periodo presidencial 1986 – 1990, obtuvo el más grande caudal electoral hasta entonces por partido popular alguno, el inolvidable JAIME PARDO LEAL, fue cobardemente asesinado, en el marco de los sistemáticos crímenes de Estado, por un grupo de agentes materiales del narcoparamilitarismo, quienes a su turno actuaban en cumplimiento de repudiable encargo de agentes de los sectores más reaccionarios de la sociedad colombiana: caracterizados militaristas, oscuros y poderosos agentes del sector financieros, industrial y comercial, terratenientes, ganaderos y agentes genuflexos del imperialismo que veían con temor el incontenible avance de la UNION PATRIOTICA y el papel de guía y aglutinador de JAIME PARDO LEAL, resultando digno y oportuno recordar que esos oscuros sectores para entonces ya habían cumplido buena parte de su horrendo propósito genocida, que aun hoy continua asesinando o despareciendo a de miles de compatriotas, entre quienes se cuentan candidatos presidenciales, ministros de justicia , magistrados, procuradores, jueces, políticos, periodistas, dirigentes sindicales, estudiantiles, campesinos, barriales y populares y cuyo acaecer JAIME PARDO LEAL denunciaba con su vibrante verbo y dedo de directa acusación de manera permanente, erguida y valiente, no sin expresar temores por el riesgo que corría su propia existencia y la de los suyos y exigir medidas urgentes y efectivas por parte del Estado, las que nunca vinieron ni han venido hasta hoy para el resto de los colombianos.
JAIME PARDO LEAL con sus profundos análisis, con sus insuperables conocimientos de la realidad del país, con su sensibilidad a flor de piel, con su inigualable carisma y sus ejecutorias como catedrático, como Juez, como dirigente sindical de ASONAL JUDICIAL y de FENALTRASE, con sus contundentes y valientes denuncias con su patriótico periplo a todo lo largo y ancho de la inmensa y bella geografía nacional y con su labor humanística, había logrado llevar a todos los confines de la patria la denuncia contra los Crímenes de Estado, los corruptos, los vendepatria y los peligros del narcoparamilitarismo y sus gestores. Así como el mensaje formador, organizador y patriótico de que a partir de la UNION PATRIOTICA, de la participación conciente activa y creadora en su seno otra patria era posible. En fin, había logrado llegar al corazón, y lo que es más importante, al cerebro de los colombianos de bien, haciéndolos concientes de sus propias necesidades y posibilidades, de los peligros que entrañaba el avance de los oscuros sectores del paramilitarismo y sus patrocinadores y de la posibilidad cierta de que través de la UNION PATRIOTICA era alcanzable conquistar la paz y el progreso social para todos los colombianos.
No obstante, para horror de la patria y la vergüenza de la humanidad, en contra de los avances de la democracia participativa se desato la más horrorosa persecución y en una verdadera cacería humana, que no una guerra, en los campos, en las calles de las ciudades, en los hogares, en las oficinas públicas, en las universidades, en los colegios, en las sedes sindicales, políticas y populares se asesinaba de manera aleve, a sangre fría por parte de los enemigos de la paz y el progreso social a los activistas y simpatizantes de la UNION PATRIOTICA y de movimientos afines, pues como en la España falangista, la consigna era (y sigue siéndolo) loar la muerte y eliminar la inteligencia, fulminar a los mejores hijos de la patria y uno de ellos, el corazón y el cerebro mismo del movimiento fue JAIME PARDO LEAL, a través de quien se pretendió dar muerte definitivamente a la esperanza.
Pero la masacre, el correr de sangre inocente, que siempre soñó JAIME PARDO LEAL lograr detener a través de la UNION PATRIOTICA, no ceso con su muerte. Desde entonces por el conflicto interno que vive Colombia desde hace ya más de medio siglo, o sopretexto de este, los sectores retardatarios, de la mano del paramilitarismo y en contubernio impúdico con éste, han proseguido y acentuando el genocidio, sembrado de muerte el terruño, desatado el desplazamiento forzado de más de cuatro millones de colombianos, fenómeno este minimizado por el establecimiento, cuando no vulgarmente justificado por el mismo.
JAIME PARDO LEAL no fue entonces el primero ni el último de los sacrificados en el cruento camino por conquistar la paz y la democracia verdadera, pero quizá si el más brillante timonel del proceso y los colombianos de bien estamos en la obligación patriótica, ética y moral de reivindicar su memoria, junto con la de muchos otros, y hoy, veinte años después del magnicidio la memoria del ilustre hijo de Ubaque, tierra grata y calida de campesinos de estirpe muisca que JAIME exaltaba con orgullo y defendía con ahínco, debe ser rescatada y colocada en lo más alto del pedestal de los patriotas sacrificados, para que la heroica lucha de quien fuera dirigente estudiantil, militante de la Juventud y del Partido Comunista, dirigente sindical, adalid de la UNION PATRIOTICA, dueño de la más sonora, franca y calida carcajada, transmisor sin parangones de la alegría y de la esperanza, dueño de una capacidad organizacional y educativa incomparable y de la oratoria más inteligente, vertical, dialéctica, creadora y formadora de hombres nuevos no sea sometida al ostracismo, sometida al “olvido que seremos”, si no somos capaces de hacer efectiva su sentencia celebre: “ De que sirve la vida si cuando la tenemos parece muerta. La vida es para lucharla, para vibrarla, para conquistarla. Eso justifica nuestro paso por la tierra”.
La conmemoración del XX aniversario del tenebroso crimen, hoy cuando el estado de cosas en el país se caracteriza por la continuación del genocidio, la persecución, el desplazamiento, la miseria y la criminalizacion de la protesta social, la sindicacion y señalamiento de terrorista o aliado del terrorismo para quien no se identifique con la política unanimista del establecimiento que sindica de tener sesgo ideológico favorable a la subversión a quien no se pliegue a los dictados del poder, cuando se niega la existencia de un conflicto armado interno en nuestra patria, se pretende contra toda evidencia la inexistencia del delito político en Colombia, con el único propósito de negar el tratamiento benigno que a esta conducta , histórica y universalmente se ha reconocido, y por cuya diferenciación con el delito común lucho denodada y patrióticamente JAIME PARDO LEAL como elemento clave en el camino por la conquista de la paz, hoy, cuando sin embargo y contradiciendo las leyes de la lógica y descalificando a las Altas Cortes, desconociendo la estructura del Estado Constitucional, despreciando la soberanía, la independencia y la majestad de la justicia, el gobierno nacional pretende atribuir la calidad de delincuencia política al narcoparamilitarismo, autor de horrendos crímenes contra el pueblo, para hacerlo merecedor de beneficios por defender al régimen por medio de crímenes atroces, la conmemoración del XX aniversario del execrable crimen perpetrado contra JAIME PARDO LEAL se constituye en la fecha propicia para rescatar para la historia, de una vez y para siempre su memoria. POR ELLO TRABAJAREMOS, A ELLO LLAMAMOS Y A ELLO NOS COMPROMETEMOS PATRIOTICAMENTE LOS FIRMANTES.
ASONAL JUDICIAL NACIONAL, seccionales Antioquia, Valle, Cúcuta, Santander, Cartagena, Tolima, Nariño, Valledupar”