Jaime Enrique Gomez Velazquez
Memoria y Justicia
El domingo 23 de abril de 2006, fueron hallados los restos del cuerpo sin vida de JAIME ENRIQUE GOMEZ VELAZQUEZ, quien fue detenido – desaparecido forzadamente cuando trotaba en horas de la mañana del martes 21 de marzo, en el parque Nacional de la ciudad de Bogotá.
JAIME ENRIQUE, historiador, profesor de la Universidad Javeriana, asesor de la senadora Piedad Córdoba y fundador del movimiento político de oposición Poder Ciudadano, durante 34 días estuvo desaparecido. Sus restos, sus huesos, lo que dejaron los victimarios de su humanidad, fueron hallados en una de las laderas del mismo parque donde lo desaparecieron y cínicamente el gobierno argumentó que se trató de un “accidente”.
Hoy podríamos afirmar que el caso de JAIME como el de GUILLERMO RIVERA, también detenido – desaparecido cuando trotaba en el barrio El Tunal el 22 de abril del 2008, expresan que en Colombia No es saludable salir a trotar. En el mundo entero el deporte es salud, pero en nuestro país salir a trotar puede significar la muerte, la desaparición forzada, la tortura, la ejecución extrajudicial. Esos son los “accidentes” de la política de “Seguridad Democrática” del gobierno del presidente Uribe.
JAIME, GUILLERMO, desaparecidos, asesinados, crímenes en la más completa impunidad. Crímenes sin esclarecer. Crímenes sin justicia. Crímenes desde la “Seguridad Democrática”.
JAIME, GUILLERMO, reclamados por sus familias, buscados por sus hijas. JAIME, GUILLERMO reclamados por la sociedad, la que reclama verdad y justicia desde la afirmación de la memoria de dos líderes sociales, de dos padres, de dos opositores políticos.
Recordamos aquellas palabras de Diana, la hija de JAIME, durante su sepelio el 29 de abril del 2006. Palabras llenas de sus sentimientos, de la esperanza, de la lucha impregnada de su padre en su vida. Palabras expresadas en la ausencia, en la tristeza y en el encuentro con los otros Hijos e Hijas por la Memoria y contra la Impunidad. Palabras que exigen verdad y justicia, que afirman la memoria a pesar de la negación de justicia.
“Sábado, 29 de Abril de 2006
A Jaime, mi Padre
De Diana, su niña
Hubiese querido verte de pie, caminando, darte un abrazo, verte reír y escucharnos. Tener paciencia para saber de tu propia boca y desde tu dolor lo que pasó. Contarte todo lo que hicimos por lograr que te liberaran, que recibimos muchos correos, cartas, solidaridad, que mucha gente caminó y gritó a nuestro lado por tu libertad, por el respeto de tu vida y el de disentir.
Muy rápido cuando supe que te habían llevado pensé que no aguantabas mucho, que primero ponías tu dignidad y acelerabas lo que tuviera que venir. Sin embargo me dejé, nos dejamos atrapar por la esperanza. Creí, creímos, que era posible que estuvieras vivo. Y sí, estabas y seguirás vivo, es tu fuerza, eres tú, son tus convicciones, tus ideas, las que nos movieron a caminar, a exigir, a hablar, a quitarnos la parca de encima aunque fatalmente en este momento histórico muchos se empeñen en que sea nuestro presente y nuestro futuro.
No te pude ver de pie, tampoco tuve un cuerpo yerto que abrazar, entonces me tuve, nos tuvimos que enfrentar a la realidad, sólo trozos de ti, sólo huesos pude ver. Huesos, tristes huesos, desarticulados como está el país. Me detengo y pienso, sí, sólo huesos, pero tus huesos. Hicimos y deshicimos hasta que logramos que tu historia no fuera la misma de muchos desaparecidos. Tuvimos tus restos. Al menos eso. Y rápido. Este acto, como muchos actos, es un rito de paso, una puesta en escena que como todo lo tuyo lo reinventamos. Al estar en construcción puede tener muchos desenlaces, como nos gusta lo colectivo, lo que pase de hoy en adelante puede ser resultado de un libreto construido entre todas y todos….
Jaime, mi padre, nuestro padre, el esposo, el hijo, el hermano, el tío, el primo, el amigo, el ciudadano era/es el comprometido con la democracia. Jaime, el que creció con algunas privaciones y ganas que brotaban desde sus entrañas por ayudar a la gente fue el hombre coherente que se dio la vida que quiso darse. Es el bacán. Es el padre que es amigo, es el amigo que es solidario, es el hombre solidario que es comprometido. El sindicalista, el concejal, el activista social, el político. El que ensayó opciones y quizás por eso nunca dogmático ni sectario. El que amó a más no poder…. Jaime fue asesinado, pero no se llevan con su cuerpo su legado, un humanista más sigue vivo en las ideas que aunque no se quiera siempre están vivas. Te quiero Papi. Gracias por todo lo que me has dado…”
Tres años después, la pregunta gritada por Diana desde sus entrañas en la Plaza de Bolívar el 1 de mayo de 2007, sigue sin responder:
“(…) Señor presidente Álvaro Uribe Vélez, máximo responsable de los designios de esta Nación, garante de los derechos fundamentales de las y los ciudadanos. Le pregunto a grito entero: ¿Quién mató a mi padre, opositor del gobierno y quién debía contar con garantías para su ejercicio deliberativo, como corresponde ocurrir en la democracia menos democrática del planeta? (…)”
Bogotá, D.C., 23 de abril de 2009
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz