Jaime Enrique Gómez Velásquez
Han pasado 4 años desde aquel domingo 23 de abril, cuando fue hallado el cuerpo sin vida de JAIME ENRIQUE, quien había sido detenido – desaparecido forzadamente el 21 de marzo del 2006, mientras trotaba en horas de la mañana en el parque Nacional de la ciudad de Bogotá.
Desaparecido forzadamente el 21 de Marzo de 2006 – encontrado asesinado el 23 de abril de 2.006
Memoria y Justicia
JAIME ENRIQUE, historiador, profesor de la Universidad Javeriana, asesor de la senadora Piedad Córdoba y fundador del movimiento político de oposición Poder Ciudadano, durante 34 días estuvo desaparecido. Sus restos, sus huesos, lo que dejaron los victimarios de su humanidad, fueron hallados en una de las laderas del mismo parque donde lo desaparecieron y cínicamente el gobierno argumentó que se trató de un “accidente”.
Como un vidrio roto es la vida nuestra, es la vida de quienes se les arrebata a sus padres, a sus hijos, a sus seres queridos. Como un vidrio roto es la vida. Compartimos el escrito de Diana Gómez Correa, la hija de JAIME ENRIQUE, expresando cuatro años después, lo que significa que la Seguridad Democrática a uno le desaparezca y asesine a su padre.
“sábado 20 de marzo de 2010
¿ Y si uno es un vidrio roto?
Este, como todos los escritos de Antígona es muy personal, quizás demasiado personal para aquellos acostumbrados a que lo público y lo privado no se mezclan. Este texto es personal pero al mismo tiempo colectivo, quizás una incoherencia para algunos otros. Estas palabras están plagadas de sentimientos: tristeza, dolor, rabia, ilusión, pero también de aquello que algunos reconocen como razón. Este texto va y viene, no es blanco ni es negro, porque reconoce que los grises también existen y no quiere hacer ni de lo negro, ni de lo privado, ni de lo colectivo, ni de la emocionalidad la parte devaluada del dualismo.
Estas letras recuerdan a mi padre, a Jaime Gómez, luego de cuatro años de haber sido desaparecido. Si, este es mi ritual, un ritual al que me veo avocada por la decisión sucia y absurda de otros, pero que asumo como mi deber de amor y de matria. Estas palabras hiladas en una continua pregunta por Colombia, expresan mi sensación de ser un vidrio roto, un vidrio al que una piedra lanzada con las manos del poder, de lo injusto y lo violento lo desmorona, lo hacen añicos, pero cuyas partes constitutivas siguen regadas en la madre tierra. Y estas palabras también son escritas desde mis múltiples seres, desde mis múltiples pedazos de vidrio desarticulado en los que no ha dejado de asomar la esperanza por otro país.
Uno es un vidrio roto, y supongo que no soy la única, cuando la violencia pero también la desesperanza y la desilusión lo tocan, cuando uno ve que el país parece sumirse en un continuo de represión, de dictadura, de miedo, de cooptación y de falta de alternativas. Uno es un vidrio roto cuando observa que mucha gente, demasiada, finca sus esperanzas en una sola persona, en un Creonte desfachatado que ya sabe guardar la postura. Pero uno no sabe si es un vidrio roto o demasiado pisoteado cuando Creonte se aferra al poder, incluso figurándose su propio subordinado, buscando burlar las normas, la Constitución, y al pueblo soberano. Creonte no quiere ser más Creonte sino que incluso ha querido ser vicepresidente! Dictadura humana que se aferra al poder hasta sin decencia!
Pero el problema no es solo Creonte, sino su proyecto. Un proyecto fincado en lo que es una incoherencia para la libertad humana: la Seguridad Democrática. Una Seguridad que desaparece, asesina, acribilla para construir falsos positivos y perdonar criminales.
(…)
Papi, si, a veces me siento un vidrio roto, pero he descubierto que uno puede reconstruirse! Primero empezando por uno mismo, deshaciéndose y haciéndose de otro modo, juntando las partes, pensando distinto. Si, me dirás, los vidrios nunca después de rotos se juntan, pero yo creo que si, que eso es posible, esa es mi utopia, mi posibilidad, mi anhelo! Todos los vidrios rotos puedes reconstruirse desde el querer, desde lo individual y lo colectivo, desde los sueños, desde la posibilidad de pensar que otro mundo es posible. Los vidrios pueden rehacerse desde la práctica, desde las decisiones, como la de seguir luchando, la de buscar alternativas, la de deconstruir esa manera en que nos educan y nos siguen educando. Uno se reconstruye cuando abre posibilidades a otras formas de relacionarse con la diferencia, con la naturaleza, cuando repiensa el capitalismo y su proyecto económico devorador del medio ambiente y de los excluidos. Uno se vuelve a juntar como un vidrio, y hacerse lo más limpio posible hasta que pueda ver de manera más transparente la realidad en la que vive, cuando uno puede pensar por uno mismo y se junta con otros vidrios rotos que también quieren reconstruirse, cuando desde el dolor decide actuar y se piensa su proyecto de vida, su futuro y el de generaciones enteras. El vidrio/los vidrios se reconstruyen cuando al individualismo capitalista, liberal, moderno, se le ponen alternativas subvertoras que no se dejan tragar por la hegemonía del poder que incluso, a más de uno de izquierda lo seducen.
Papi, pasaron cuatro años desde que te llevaron y para mi este país sigue igual e incluso peor. La justicia en el caso de tu desaparición y asesinato no asomaron, pero como hacerlo si tu partida tiene relación con el proyecto fascista que permitió a Uribe subir al poder por segunda vez! Junto a ti y a las y los otros asesinados, que siguen vivos, que siguen presentes, que rondan nuestros pensamientos y construyen con nosotras y nosotros, vuelvo a decir y a convocar: NI UN VOTO POR LA PROFUNDIZACION DE LA GUERRA NI LA CONSOLIDACION DEL FASCISMO Y LA DERECHA!
Antígona Gómez”
Palabras llenas de sus sentimientos, de la esperanza, de resistencia, de ausencia, en la tristeza y en el encuentro con los otros constructores de sueños, que como su padre, permanecen en la memoria.
Ayer conmemoramos también el asesinato de GUILLERMO RIVERA y al igual que el de JAIME ENRIQUE, nos dejan muchas cosas claras, por ejemplo que mientras en otras partes del mundo el deporte es saludable, en Colombia nos puede causar la muerte, te pueden desaparecer, torturar, ejecutar extrajudicialmente, mientras trotas. Esos son los efectos de la política de “Seguridad Democrática” del gobierno del presidente Uribe.
Bogotá, D.C., 23 de abril de 2010
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz