Intimidaciones, Uso de bienes civiles, mecanismos de control
PERSISTE OPERACIÓN MILITAR PSICOLOGICA CONTRA CAVIDA
Dentro de pocos días se cumplirán tres meses de la operación militar de la Brigada XVII desplegada dentro del Territorio Colectivo del Cacarica centrado fundamentalmente en la Zona Humanitaria “Esperanza en Dios” en la región del bajo Atrato chocoano.
A pesar de todas las acciones de solidaridad, de la presencia de la Comisión Mixta de Verificación, de la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, de la presencia permanente de la Defensoría del Pueblo, del acompañamiento de misioneros de iglesias cristianas, de observadores internacionales, de la solicitud de respeto a la población y a los bienes de las comunidades, los señalamientos, las acusaciones sin fundamento, los hostigamientos persisten.
Evidentemente se ha desplegado una operación militar de control social que utiliza medios de presión psicológica, unida al manejo de opinión pública regional por parte de autoridades civiles frente a las Comunidades de Autodeterminación, Vida y Dignidad del Cacarica, CAVIDA, al acompañamiento a nuestra Comisión Justicia y Paz, y en algunos casos frente a la presencia internacional.
Nuevas actuaciones de la Fuerzas Militares y de las autoridades civiles del municipio de Riosucio expresan el carácter compulsivo, sistemático y enfermizo de destrucción del proceso colectivo de Afirmación Integral de los Derechos de CAVIDA.
° Junio, en el periódico regional El Heraldo de Urabá, edición 278, en la primera página aparece el artículo con el antetítulo “Visita Ministerial conoció desenlace”, el título ” De Violencia en el Atrato”, y el sumario “ En el chocó se viven las huellas de la otra Colombia” “ Justicia y Paz, un guetto para Administración de Riosucio” .
En el desarrollo de la noticia, en la página 8, aparece el intertítulo “República Independiente”, que dice: “ En sectores como el Cacarica parece como si se viviera en otra “ república independiente”, debido al guetto impuesto por la ONG Justicia y Paz. Denunció el alcalde de Riosucio Ricardo Azael Victoria. “ Ya no aguanto más. Me tienen mamado” , le dijo Victoria a la ministra de Defensa, debido a que ningún funcionario de su administración puede entrar allí a desarrollar proyectos productivos, si no es por orden de esa organización . “Les he mandado maestros me los han rechazado; les he enviado personal de planeación para optimizar y proporcionar bienestar y nadie puede estar. Es grave lo que está pasando en el Cacarica”. Informó”.
Estas expresiones se hicieron delante de la ministra de Defensa Marta Lucía Ramírez, el general Carlos Alberto Ospina y el Fiscal General de la Nación , durante la visita que realizaron al municipio de Riosucio.
° Domingo 13 de julio hacia las 11:00 horas, entre 50 a 70 unidades militares, hicieron presencia frente a la zona humanitaria de “Esperanza en Dios”. Uno de los soldados expresó a los habitantes que se encontraban de pesca que “necesitaban un casco (embarcación fluvial de madera) y un motor para transportar la remesa, pero que sea particular, que no fuera de esa comunidad, esa comunidad no nos quiere… Allá no pedimos agua porque seguro nos la cobran…” uno de los habitantes les dijo que no es que les tuvieran rabia sino que no se podían involucrar con armados y que si ellos no colocaron tanto control para la entrada de los alimentos de la gente no tendrían necesidad de cobrar.
Las unidades militares en la orilla del río se dirigieron a niños y niñas, que se encontraban al lado del río lavando o bañándose, “aquí hay dinero para que nos compren dulces en la comunidad” A las mujeres les decían: “laven la ropa que nosotros les pagamos, hasta $5.000 (U.S.$ 2.05) por una toalla de baño”.
Un grupo de 20 militares que se dirigieron hacia el sitio conocido como “La Tapa”, a unos 40 minutos de la Zona Humanitaria, al encontrarse a un integrante de CAVIDA que llevaba unos plátanos y unas yucas de su cosecha, le solicitaron, inicialmente que se los entregara, luego que se los vendiera. El afrodescendiente les expresó “no es posible porque es para la alimentación de la familia”. Los militares decidieron dejarlo continuar su camino, minutos después ingresaron a la parcela del miembro de CAVIDA, y de allí sustrajeron varios racimos de plátano.
° Lunes 14 de julio en horas de la mañana, a menos de 10 minutos de la Malla de la Vida, de la Zona Humanitaria de “Esperanza en Dios” un significativo número de militares por tercera ocasión se ubico en una propiedad de CAVIDA, en la que se encuentra una siembra comunitaria de propiedad de comunidades del Cauca, El Valle, el Movimiento Sin Tierra del Brasil, CRIPDES de El Salvador, entre otros.
Los militares armaron algunas de sus carpas sobre los semilleros de plátano que quedaron totalmente destruidos, tomaron la casa de la finca como lugar de alojamiento de tropa y sustrajeron alimentación de varios frutales.
° Miércoles 16 de julio, desde la 10:00 horas, unidades militares que se encontraban ubicados frente a la Zona Humanitaria “Esperanza en Dios” colocaron música de rap invitando a bailar a los niños y niñas, al tiempo que los invitaban a recibir dinero para comprarles dulces o cigarrillos.
Mientras una mujer se encontraba a la orilla de la Malla de la Vida, una militar le pregunta por los acompañantes de Justicia y Paz, “dónde están esos de Justicia y Paz” (…) “no los conoces, no se haga, como que no sabe… diga pues, qué es lo que hacen”
Otro militar desde la orilla aborda a una de las mujeres que se encuentra lavando en el río preguntando por una integrante de Peace Brigades International, PBI: “¿cómo se llama la gringa esa? ( haciendo referencia a una ciudadana internacional de Brigadas Internacionales de Paz). La mujer le contesta que no sabe. El soldado agrega: “como no vas a saber si vives con ella… esa gringa es una pinche creída torcida la muy mojigata”.
° Jueves 17 de julio, hacia las 11:00 horas aproximadamente, la Defensoría del Pueblo del Cacarica, luego de recibir las quejas de la comunidad acerca del comportamiento de las unidades militares y de verificar algunos de los daños ocasionados durante los últimos 20 días, en desarrollo de sus actuaciones constitucionales y de sus funciones de observación y de protección, dialogó con el Teniente LEONARDO LAGOS OCHOA, quien se encuentra al mando de la operación militar desde hace un mes.
La Defensoría del Pueblo expresó las preocupaciones de CAVIDA respecto a: la permanente promoción e invitación a que los jóvenes afrodescendientes sean parte de los soldados campesinos; la inacción de la tropa frente a la presencia de una base paramilitar en el sitio conocido como La Balsa, ubicada a menos de dos horas y media de las Zonas Humanitarias; el procedimiento de patrullajes y de control que se realiza sobre la población cuando estos se encuentran en actividades individuales o colectivas; el persistente daño y uso de bienes civiles de los miembros de CAVIDA para su alimentación y alojamiento y la afección que está generando al proceso la presencia permanente en el entorno de la Zona Humanitaria.
El teniente LAGOS manifestó ante las preocupaciones de CAVIDA presentadas a través de la Defensoría del Pueblo que: “tengo orden de mi General de no combatir a ningún actor ilegal sea paramilitares o guerrilla, la orden es de realizar labores de reconocimiento del área” (…) “tengo conocimiento de las Medidas Cautelares de la CIDH y me mantengo atento a que se cumplan”(…). “a veces es muy difícil saber que hace cada uno de ellos porque salen a patrullar o a prestar guardia y no estoy observando lo que hacen, me comprometo a hablar con la tropa al respecto”(…) “frente a los daños se realizarán las respectivas indemnizaciones pero cada afectado debe firmar un documento donde conste lo que recibió”.
° Viernes 18 de julio hacia las 9:00 horas, luego que las unidades militares se trasladaron en dirección a Bijao, se evidenció el destrozo de algunos semilleros de plátano y arroz de propiedad de CAVIDA.
°Sábado 19 de julio , mientras un padre y sus dos hijas regresaban del trabajo hacia la zona humanitaria “ Esperanza en Dios” son abordados por un soldado, quien solicita conocer el nombre de uno de los afrodescendientes, al negarse a darlo, el militar expresó : Ustedes como no gustan de soldados” (…) “ es lo más normal pues no les parece que les han hecho mucho daño a la comunidad” , el militarlo grita para hacerlo callar y lo intimida.
° Lunes 21 de julio en el artículo titulado, “Plan de Seguridad, Soberanía y desarrollo Social en Fronteras”, del periódico Selva Húmeda, edición de julio 2003, se encuentra un apartado subtitulado: “Graves denuncias”, en el que el alcalde de Riosucio RICARDO AZAEL VICTORIA declaró, según este medio:
El alcalde denunció el taponamiento con árboles de las vías fluviales por parte de la guerrilla de las FARC para impedir el ingreso de alimentos y la presencia de las Fuerzas Militares. “Tenemos cerca de 12 kilómetros taponados en Salaquí, lo cual dificulta el transporte de arroz, chontaduro, borojó, plátano y otros productos propios de la región”.
Aseguró que lo mismo ocurre en Cacarica, zona con presencia de la ONG Justicia y Paz. “Me tienen mamado – dijo – No aguanto más. Esa gente se cree una república independiente porque ningún funcionario de mi administración puede entrar allá. He mandado maestros y los han rechazado, he mandado personal de planeación para optimizar y proporcionar bienestar, pero nadie entra sino es por orden de la ONG. Considero que es una situación grave en la que debe intervenir el Estado con urgencia”, concluyó.”
° Martes 22 de julio, nuestra comisión tuvo conocimiento del Acta sin número, de la reunión celebrada en la sede de la Alcaldía de Riosucio Chocó el 2 de julio, en la que participaron el alcalde municipal de Riosucio, el Fiscal 15 seccional, el juez promiscuo municipal, el Comandante de Policía de Riosucio, el Teniente de la Armada Nacional, un teniente y un Sargento del Ejército Nacional, y el Secretario de Gobierno municipal con delegados del gobierno y del Estado central, la ACNUR como miembros de la Comisión Mixta de Verificación.
De acuerdo con dicha Acta, y en contradicción con lo dialogado y acordado en el seno de las sesiones de la Comisión Mixta de Verificación, el Secretario de Gobierno del Municipio, dejó por escrito que:
“En la reunión se trató el tema de las relaciones entre la administración municipal y CAVIDA , quedando el compromiso de que al finalizar este mes o al inicio del próximo se realice una reunión en las zonas humanitarias con la participación directa del equipo de gobierno de la Alcaldía municipal, la Comisión Mixta de Verificación y comandantes de las fuerzas militares y de policía de la zona”.
° Martes 29 de julio, unidades militares acamparon nuevamente en la finca de un miembro de CAVIDA, donde habían estado en días anteriores, distante de la Zona Humanitaria de “Esperanza en Dios” a unos 5 minutos aproximadamente. En la casa de la finca se observó la presencia de un hombre armado, vestido de civil, quien dijo a las personas que lo vieron que no fueran a decir nada que él estaba allí vigilando, agregó: “nosotros sabemos que esa comunidad no nos quiere, pero ya todo no lo están informando”. Un militar más adelante expresó: “Ya tenemos todo controlado, lo único que no falta es “Esperanza en Dios”, pero pronto van a estar con nosotros, ya va haber progreso, la comunidad la veremos participando con nosotros en la propuesta, todos van estar”.
En la misma propiedad un militar tomó en presencia de su poseedora y sin autorización un racimo de plátano de la finca. Al reclamarle, el soldado expresó a la matriarca “nosotros pagamos lo que cogemos, si no lo pagamos ahora, después se indemniza. Eso no es como ustedes dicen que les estamos robando”. Agregó el uniformado ¿ cuánto vale el racimo de plátano?”. Nada esta en venta, ustedes han dañado fincas y eso es verdad. Hacen daños a lo qué es para el sostenimiento de la familia y la comunidad, de qué nos sirve a nosotros la plata acá, a nosotros nos sirve es el plátano, la yuca, lo que cultivamos”. El soldado se llevó consigo el racimo de plátano.
° Jueves 31 de julio , mientras varios jóvenes integrantes de CAVIDA iban hacia el trabajo en sus cosechas observaron a pocos metros de las unidades militares a un hombre vestido de civil con arma larga, camiseta blanca que intentó ocultarse de los afrodescendientes. Al ser descubierto les increpó manifestando: “ cállense, no digan nada”.
El teniente LAGOS, ante la inquietud por el tipo de presencia de hombres vestidos de civil dentro de la operación militar expresó a la Defensoría del Pueblo del Cacarica, “existen razones para estar vestido de civil y armado”
Desde el 13 de mayo, la operación militar de la Brigada XVII desarrollada en el marco de la llamada Política de Seguridad “Democrática” a través de las compañías “ Cuervos”, “Escorpión”, “Cobra” ha pretendiendo involucrar a la población dentro del modelo de actuación estatal vulnerando el principio de distinción. Las amenazas de muerte, la estigmatización, la intimidación, el saqueo de bienes, la judicialización anunciada, el copamiento social del en torno de las Zonas Humanitarias, los reiterados ofrecimientos de dinero para señalar, la invitación a la vinculación a los soldados campesinos o a la red de informantes, las acusaciones infundadas sobre corrupción y robos, se proponen desestructurar internamente a CAVIDA, socavar la relación con Justicia y Paz y hacer vulnerable la presencia de observadores internacionales.
Simultáneamente desde el poder local de carácter civil en ese mismo modelo de Seguridad “Democrática” se llama a que las Fuerzas Militares ingresen a las Zonas Humanitarias y detengan los “guerrilleros” que allí están, tomen parte activa en la toma de decisiones de las responsabilidades sociales del Estado Civil ambientando públicamente a través de medios de información una actuación militar y-o judicial contra CAVIDA y nuestra Comisión Justicia y Paz.
En el trasfondo como lo han expresados los militares, las autoridades civiles municipales y regionales, lo que se quiere es crear las condiciones para el “progreso”, se pretenden brindar las garantías de seguridad para que en el 2010 se inicien las construcciones de vías férreas, la canalización que posibilite la siembra de palma aceitera, la comercialización y la organización política “, así lo expresan los propios militares.
Adicionalmente, en el actual contexto de desmovilización y de reconciliación pragmática, como lo publica el diario El Tiempo respecto a la desmovilización de los paramilitares, “así las cosas, el Urabá hoy dominado por las autodefensas se convertirá en un área de concentración de tropas y al futuro, en un polo de desarrollo de cultivos de palma de aceite, que incluso tienen prerrogativas estatales en cuestión de impuestos” , /julio 17 del 2003, pag 1-2),
Las operaciones militares están dejando profunda huellas en el proceso de CAVIDA. Ya no se mata con hambre, ya no se mata con balas, se quiere matar el alma. Ya no hay distinción de los poderes, de las funciones y de las responsabilidades. Las lógicas militares se han impuesto, se han cualificado para reprimir y para controlar, con la apariencia del respeto a la vida y a la integridad personal, negando la posibilidad, eso sí, de la libertad de expresión, de pensamiento y de asociación. Quieren el alma
La inacción militar frente a las estructuras armadas encubiertas de tipo paramilitar que se encuentran en La Balsa, caserío ubicado a menos de dos horas y media a pie de las Zonas Humanitarias; la presencia paramilitar poco disimulada en casco urbano del municipio de Riosucio reiteran la unidad de acción, la complicidad, la comisión por omisión.
Con el proceso de desmovilización de las unidades de “civiles” armados dentro de la estrategia militar encubierta todo quedará sepultado, en la absoluta impunidad, y desde el olvido de los muertos, de los desaparecidos, de los desplazados y de la negación de los derechos a quiénes han construido propuestas alternativas serán aplastados, todo para consolidar “el progreso” excluyente, el “progreso” compulsivo que arrasa con vidas humanas y con la riqueza biodiversa del planeta.
Es evidente que la operación militar que se inicio el 13 de mayo de este año, tanto como la Operación “Génesis” de 1.997, nunca pretendió confrontar a la guerrilla de las FARC EP, su objetivo ha sido la población, ha sido en este tiempo el proceso de CAVIDA. Si la Operación “Génesis” hubiese sido investigada, sus responsables castigados, lo que hoy sucede no se estaría repitiendo.
Durante este año, nuestra Comisión a través de cinco Constancias y Censuras Morales ha dejado en conocimiento del Estado colombiano la vulnerabilidad en que se encuentran las familias de CAVIDA, la actuación ilegal e ilegítima de las Fuerzas Militares, que nunca ha orientado ni orientará sus operaciones contra la base paramilitar ubicada a pocos kilómetros de las Zonas Humanitarias, donde sus habitantes han sido sometidas a una persecución diaria con el propósito de control y destruir su propuesta como población civil.
Tal vez, desde ahí se comprende porque se mantienen los seguimientos y los hostigamientos a miembros de nuestra Comisión de Justicia y Paz en Bogotá, con motos y carros, en los últimos 20 días. Ellos, operando con apariencia clandestina, con mucho cinismo, hacen alarde de su poder. Desde motos han dejado divisar sus armas cortas, comparten una pequeña sonrisa y se alejan. Otros sin embargo, desde sus camionetas siguen los pasos de miembros de nuestra Comisión, luego de dejarse ver, se alejan.
Bogotá , D.C. agosto 5 del 2003
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz