Indígenas Wounaan

Informe – Urgente, comunidades del Rio Naya en riesgo por inminente confrontación entre Infantería de Marina y columna Jaime Martínez de EMC.

Nuestra comisión de Justicia y Paz recibió información según la cual desde el pasado lunes 22 de julio hacia las 7:00 p.m. varias embarcaciones, conocidas como pirañas, se ubicaron en los embarcaderos de la comunidad de Agua Mansa del Río Naya. Las embarcaciones militares continúan en este lugar hasta el momento de la redacción de este informe.

Es de conocimiento público que en este territorio hace presencia la columna Jaime Martínez del estado mayor central de las Farc, razón por la cual se ha expuesto de manera insistente la preocupación por las acciones militares que se desarrollan en el territorio por orden del gobierno nacional, sin acatar las medidas cautelares proferidas por la CIDH en el año 2002.

En este contexto, la comunidad negra de Agua Mansa se encuentra en alto riesgo ante la presión de la columna Jaime Martínez quien ha fijado hasta el día de hoy jueves 25 de julio para el retiro de la Infantería o procederán a confrontarlos.

La comunidad negra de Agua Mansa, la Primavera, Cacao, Pastico y Las Cruces se encuentran en un estado máximo de alerta ante la inminente confrontación armada que los deja, como pobladores civiles en medio del fuego cruzado, con las consecuentes afectaciones irreparables. Ante este altísimo riesgo las comunidades no descartan un desplazamiento forzado masivo en las próximas horas.

Alertamos al gobierno nacional por la agudización de la crisis humanitaria y social en la cuenca del rio Naya ante esta flagrante violación al DIH, hemos denunciado en días anteriores los desplazamientos internos de cerca de 130 familias y el desplazamiento hacia Buenaventura de más de 60 familias. Hoy, reiteramos la denuncia pública de esta grave crisis que se acrecienta ante lo que se avizora como el mayor desplazamiento forzado, como impacto directo del conflicto armado en el territorio del Río Naya.

Hacemos responsable al gobierno del cambio, por las afectaciones que esta política de guerra genera en la población civil, sin las mínimas medidas de prevención y protección de los derechos fundamentales de las comunidades negras, quienes llevan semanas padeciendo la presión, control social, restricción de su libre movilidad y desarrollo de sus actividades cotidianas.

Se requiere con urgencia atención humanitaria a la población que se ha desplazado internamente y a las familias que se encuentran desplazadas en Buenaventura.

La paz no puede seguir siendo un discurso vacío.

La paz es una forma de vida sin presiones, amenazas, ni tensiones.

La paz es la comprensión que la vida es el don supremo y sagrado que debe respetarse, valorarse y protegerse.

La guerra es la destrucción de toda expresión de vida y de humanidad. Es la expresión de la pérdida de la razón por la soberbia, arrogancia y deseos desenfrenados de poder.

 

Con profundo dolor de patria,

Comisión Intereclesial de Justicia y Paz.

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