Informe – Cauca. Creciente ola de violencia, violaciones de DH y al DIH, desprotección de la población civil.
El miércoles 26 de marzo, el departamento del Cauca, una vez más fue escenario de intensos enfrentamientos y ataques perpetrados por estructuras armadas irregulares de las denominadas “disidencias de las FARC”.
Municipios como Piendamó, Cajibío, Suárez, Santander de Quilichao, Caloto, Toribío, Caldono, Rosas y Patía fueron blanco de atentados con explosivos dirigidos contra la Fuerza Pública. Sin embargo, el impacto de estos ataques no se limitó a las unidades militares y policiales, dejando civiles heridos y graves daños materiales en los alrededores de las zonas afectadas.
Como resultado de las acciones violentas del miércoles 26 de marzo en Piendamó, Suárez y Patía, 87 civiles resultaron heridos, entre ellos dos menores de edad. Un militar perdió la vida y dos más quedaron heridos debido a las explosiones de los artefactos con los que fueron atacadas unidades del Ejército y la Policía.
Estos hechos se suman a la creciente escalada de violencia en la región. El pasado lunes 24 de marzo, una caravana militar fue emboscada con explosivos y disparos en la vía Panamericana, en el municipio de Rosas, dejando cuatro uniformados heridos. Días antes, el martes 11 de marzo, en el municipio de Balboa, un convoy que transportaba la estructura de un puente militar con destino a Argelia fue atacado, resultando en la muerte de cinco militares y 16 heridos.
La situación se agrava aún más con las constantes confrontaciones entre grupos armados. El martes 18 de marzo, se registraron enfrentamientos en los municipios de Toribío, Miranda y Corinto.
Otros actos de violencia han sacudido diferentes zonas del departamento. El miércoles 12 de marzo, un hombre y una mujer fueron encontrados asesinados, con signos de tortura y atados, en los límites entre los municipios de Timbío y El Tambo. El viernes 21 de marzo, un joven fue hallado muerto en el caserío La Tetilla, zona rural de Popayán. El lunes 24 de marzo, un motociclista fue asesinado en El Cairo, Cajibío. En esta zona, además, se han reportado retenes ilegales y robo de vehículos de esquemas de protección, por parte de grupos armados.
Cansados de una guerra que solo deja muerte y desolación, los pobladores civiles de estos territorios hacen un llamado urgente al Gobierno Nacional y a los grupos armados para encontrar una solución definitiva al conflicto. Exigen el respeto por la vida y la autonomía de sus comunidades, clamando por una paz que, cada día, parece más lejana.
Con dolor de patria,
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz.
Fotografias de Red de Apoyo Cauca.