Hostigamientos y presiones a líderes indígenas para capturar a líder guerrillero
“Si usted nos ayuda a capturar un alto mando de las FARC, Isaías Trujillo, le podemos pagar de 200 a 300 millones de pesos, usted decide si trabaja como persona o como cabildo, yo soy sargento me llamo Carlos de inteligencia y trabajo en Bogotá”, así fue abordado Argemiro Bailarín por este agente estatal en una estación policial a la que fue conducido junto con los Gobernadores Eladin Karupia Domicó, Aurencio Rubiano Bariquín, Omar Bailarín Dumaza, Armando Simigui.
Los indígenas fueron abordados en el terminal de transportes de Medellín cuando esperaban el bus para Bogotá. En el operativo participó junto con los agentes estatales un desmovilizado de las FARC llamado “Memo” quien abordó a Armando para ganar mucho dinero.
Los agentes estatales de civil sometieron a preguntas además de Argemiro a, mientras esperaban el bus con destino a la ciudad de Bogotá.
Los policías se acercaron a los comuneros y luego de exigirles los documentos de identidad, manifiestan que deben llevarlos al Comando de Policía. En el lugar son abordados por dos hombres de civil. Estos les manifestaron:”si ustedes como líderes quieren trabajar con nosotros, nosotros le podemos pagar, el Estado está pagando 300 mil pesos y si usted necesita lo podemos sacar a otra ciudad “. A Armando le manifestaron que se ayudaba a capturar un jefe de la guerrilla, le pagaban buena plata y agregó: “Si usted sabe cosas de la guerrilla nos sirve”.
Luego tomaron a Elaín, le interrogaron, le tomaron el celular, le expresan, éste no tiene nada.
Los líderes indígenas durante el interrogatorio y hostigamiento del que fueron víctimas han construido con su comunidad una propuesta humanitaria de exigencia a las Fuerzas Militares y a la guerrilla de la FARC de respetar su territorio exigiendo a ambas partes retirarse de sus lugares de habitación y lugares sagrados.
Argemiro Bailarín a quien le ofrecieron millones de pesos por “colaborarles” agregó que como autoridades tradicionales así como se han reunido con el Estado, le han exigido la guerrilla el respeto a sus vidas y territorio y agregó que conversar para exigir respeto a sus derechos no los hace a él ni a los indígenas ni guerrilleros ni militares.
El agente estatal tomó el número telefónico de Argemiro y le expresó que lo volvería a llamar.
El hecho ocurrió el pasado 4 de noviembre al caer la tarde en el terminal del norte de la ciudad de Medellín.
Los integrantes de las comunidades indígenas habitan en el Resguardo Uradá Jiguamiandó donde constituyeron un Resguardo Ambiental Humanitario para proteger sus vidas y proteger su territorio ante las operaciones de empresas mineras que han pretendido desarrollar operaciones extractivas de oro, cobre, molibdeno, apoyados con actuaciones ilegales que desconocen derechos fundamentales, produciendo daños ambientales en la Zona de Reserva Forestal y con la militarización del territorio.
Bogotá, D.C. 9 de noviembre de 2013
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz