Hostigamiento a defensores de derechos humanos y deslegitimación a Comisión de Justicia y Paz
En menos de cinco días, en la última semana de julio, defensores de derechos humanos han sido seguidos e intimidados.
El domingo 24 de Julio minutos antes de las tres de la tarde, desde el municipio de Turbo y en la salida hacia Apartadó, Stefany Amador Rodrigues, defensora de derechos humanos de nuestra Comisión, fue seguida por dos hombres que se movilizaban en moto, uno de ellos con arma corta visible.
Stefany desembarcó de Cacarica en Turbo y se dirigía a la sede de nuestra organización en Apartadó, segundos después de abordar un taxi hacia Apartadó, de los dos hombres, el que iba en la parte trasera mostró un arma, al acercarse al vehículo por el costado que iba la defensora. Una de las personas que iba en el vehículo de transporte público, alertó sobre la situación para que el conductor acelerara y evadiera a los motorizados.
Luego de 10 minutos, los motorizados cesaron el seguimiento.
Cuatro días después, el jueves 28 de julio a las ocho y veinte de la mañana sobre la orilla del río Curvaradó en el cruce de Brisas de Curvaradó un hombre vestido de civil tomó varios registros fotográficos de los defensores de derechos humanos y el escolta de la UNP
El escolta al percatarse del hecho procedió a persuadir al hombre quien ceso en la toma de fotografías.
Tanto en el Puerto de Turbo como en Brisas de Curvaradó hay permanente presencia de estructuras armadas de herederos del paramilitarismo, que operan en medio de la presencia de la fuerza pública.
En medio de estas operaciones y en ejercicio del derecho de opinión, el investigador Gustavo Duncan, analista y columnista durante el mes de julio, hizo alusión en dos de su columnas a nuestra Comisión de Justicia y Paz, cuestionando sus narrativas sobre los orígenes del conflicto armado, la legitimación del derecho a la rebelión y la supuesta omisión en el caso de la Operación Génesis a las actuaciones de la guerrilla de las FARC EP, cuestionando a nuestro defensor de derechos Humanos, Danilo Rueda.
En un artículo del 1 de julio en el diario El País de Cali, el columnista hace alusión al proceso 2022, basado en testimonios falsos, uno de ellos de una persona que abandona las filas de las FARC, que no precisa sus afirmaciones vagas y sin fundamento contra las Zonas humanitarias y nuestra labor.
El analista expresa que: “De por sí estos testimonios son escalofriantes y demuestran lo despótico que llegaba a ser el control territorial por las Farc. Pero más atónito queda uno con las reiterativas denuncias en el proceso de vínculos de las Farc con la ONG Comisión Intereclesial de Justicia y Paz. Esta ONG creó las comunidades de paz para proteger a la población civil de guerrilla y paramilitares”.
Lamentable valoración del analista que devela el desconocimiento de la región, la documentación sistemática y las denuncias elevadas por nuestra organización en el bajo Atrato y Urabá Antioqueño, que si las leyera desde la óptica del derecho internacional de los derechos humanos y la fundamentación fáctica que las sostiene, quizás su apreciación no sería tan cercana a las cuestionadas mentalidades que ha sostenido el negacionismo de las responsabilidades estatales, en una región en donde es evidente la interacción de actores privados y la violencia. En la misma columna, y sin ubicación geográfica y temporal, realiza valoraciones de Curvaradó y de Cacarica, sin distinción, cuestionando la intervención de nuestro Defensor de Derechos Humanos, Danilo Rueda, ante la Corte Interamericana en la Audiencia por el Caso de la Operación Génesis tomando sin contexto sus apreciaciones, desconociendo que en los alegatos orales y los escritos, siempre se hace alusión a la presencia de la guerrilla de las FARC desde finales de los 70 en la región del bajo Atrato. http://www.elpais.com.co/elpais/opinion/columna/gustavo-duncan/proceso-2022.
En su artículo del 13 de julio en el diario El Tiempo, Ducán expresó “Otro caso, el texto utiliza las necesarias denuncias del padre Javier Giraldo contra el paramilitarismo, pero en ningún momento menciona toda la justificación de la rebelión violenta en su informe de la Comisión Histórica y en la web de la ONG Justicia y Paz”.
En el ejercicio del derecho a la libertad de expresión, Ducan desconoció el conjunto de las razones de ser de nuestra identidad, omitiendo que se cuestiona el ejercicio del derecho a la rebelión en su infracciones al derecho humanitario, y solamente haciendo referencia a ese derecho que se indica en la Declaración de los Derechos Humanos de Naciones Unidas. http://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/la-guerra-que-viene-gustavo-duncan-columna-el-tiempo/16644051
Bogotá, D.C. 29 de julio de 2016
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz