“Han pasado 12 años… y estamos dignificando nuestra vida”

Duele mucho, nada será igual, nos han hecho mucho daño, aquí estoy porque no hay más, nada más, solo nos resta la dignidad y eso no lo puede una perder” expresó una mujer adulta, luego de terminar junto con otros 7 compañeros de rastrillar y descubrir los cimientos en los que se construyó el colegio en el que algunos de sus hijos se formaron y en lo que proyectaron su futuro, proyecto que hoy no lograron cumplir


Desde 1997 50 familias fueron desalojadas violentamente por operaciones paramilitares de la Brigada 17. Hoy 7 familias, luego de 12 años de desplazamiento forzoso regresaron al caserío de Andalucía, que forma parte del territorio colectivo de Curvaradó y constituyeron una Zona Humanitaria.

A su regreso se encontraron con más de 120 de hectáreas de palma de aceite sembrada por la empresa Palmas de Curvaradó. Una caminata de 40 minutos desde la propiedad de Enrique Petro hasta el antiguo lugar del poblado de Andalucía se convirtió en un ritual de la memoria.

Paso a paso las imágenes de la infancia o del tiempo cuando “éramos más jóvenes”, dice un adulto afrocolombiano, se vinieron en la cabeza, en el corazón, en la piel. Cada paso un recuerdo de lo vivido, de lo destruido y del presente en el porvenir. Algunos se acercaron con temor, con tensión, con lágrimas en los ojos y el corazón atragantado. Al llegar, la confusión interna, el llanto oculto: “No se si llorar de alegría o de tristeza. Alegria de regresar y tristeza volver a empezar, estamos sin nada.. aunque con la tierra somos”.

Transitaron al lado del caserío instalado por los repoblores, por el casino en donde paramilitares y trabajadores al lado de efectivos militares han convivido desde el 2001. Regresaron acompañados de cerca de 70 personas de comunidades negras e indígenas de bajo Atrato de Dabeiba, de Cacarica, de Curvaradó y de Jiguamiandó, constatando que todo se volvió palma.

Acamparon en la escuela, en horas de la noche, en medio de cantos, de abrazos y rostros de alegría, en lo que es inocultable el miedo. La escuela es lo único en pie, al lado de tres frondosos árboles, que se mantienen como testigos de la barbarie paramilitar, todo lo demás es palma. Este es el paisaje vivo de la destrucción violenta de las armas y violenta de la economía de los agronegocios, en este caso implementado por la empresa “Palmas de Curvaradó”.

De acuerdo con voceros del gobierno, que temen revelar su identidad, Sierra, gerente de la empresa, es un amigo de Uribe que goza del privilegio de ser cercano a los círculos íntimos. Para algunos eso explica por qué este empresario continúa deforestando y ampliando la siembra de palma en el Curvaradó y el Jiguamiandó a pesar de que el mismo gobierno nacional reconoce que se trata de territorios de comunidades negras.

En Nueva York, en el seno de Naciones Unidas, la semana pasada Uribe afirmó que en Colombia se producen más de 1 millón de litros diarios de “biodiesel” sin que se acabe bosques, el caso de Curvaradó y Jiguamiandó, refleja que tan distante está el discurso presidencial de la realidad. “Aquí nos quitaron los bosques, siguen avanzando en la destrucción y el gobierno no hace nada”.

De la misma manera The Guardian en un artículo sobre “Body Shop” muestra como la obsesión gubernamental por la producción de agrocombustibles está destruyendo vidas humanas, vida natural, la calidad de vida de campesinos y las operaciones ilegales en relación con la tierra, como ocurre en Santander.

Las mentiras gubernamentales sobre los casos asociados a la palma de aceite pretenden ser la respuesta a sectores de los Estados Unidos y de Unión Europea, cuestionados por el estimulo que propiciado para el desarrollo de políticas nacionales que fomenten la siembra de materias primas para el agrodiesel y etanol.

El poblado de Andalucía se creó a finales de los 50 construido sobre un globo de tierra de más de 7 hectáreas cedidas por el señor Elias López. Este fue convertido de una multiplicidad de vida en un desierto que verde que hiede a criminalidad y muerte. Allí el medio centenar de unas familias afrocolombianas venidas del San Juan en 1958 reeditaron su ancestralidad africana. En estas hectáreas de tierra levantaron espacios colectivos de educación primaria y secundaria, espacios deportivos, un acueducto de agua potable, iglesias, centros de salud, tiendas, propuestas productivas familiares y comunitarias y un cementerio.

Todo era muy bonito, aquí bailabamos, comíamos, estudiábamos, rezábamos, cazabamos; teníamos huertas .. nada nos hacia falta, todo era hermoso, hasta la flores, a todo le sacábamos alegria, hasta que llegaron los parascos de la brigada 17 y se inventaron que iban a sacar a la guerrrilla. Nos tildaron de guerrilleros y nos sacaron. A mi me mataron un hermano y lo hicieron injusta y cruelmente”, expresó uno de los primeros habitantes de este caserío.

Desde hace más de una década, ellas y ellos son testigos de los cambios de estrategia armada. Ahora, algunos de las personas que participaron en la masacre ocurrida en Brisas de Curvaradó y más de un crimen, de los 140 asesinatos, desapariciones forzadas, se encuentran controlando la movilidad de la población, extorsionando, amenazando y repoblando a nombre de los empresarios y de las “Aguilas Negras”.

Todo sucede a la vista de las autoridades, quienes argumentan sentirse imposibilitadas de capturar al desmovilizado Pedro Tordecillas, pues este hombre que continúa operando con las lógicas paramilitares “no le encuentran nada”. Si esto ocurre con los que ejecutan menos sucede con los intelectuales y beneficiarios de la estrategia.

Sin embargo, como lo conoce el gobierno nacional, Tordecillas amenaza de muerte, ejerce como gerente de las operaciones de vigilancia empresarial, extorsiona, construye poblados con personas traidas de otras regiones del país, se le continúa observando en Brisas de Curvaradó y Belén de Bajirá con las mismas estructuras paramilitares que dirigen el alias de “Mateo” y el alias de “Giovanni”, sin que nada absolutamente nada pase.

“Mateo” y “Giovanni” son los sucesores de Daniel Rendón “Don Mario”. Como es costumbre se les ve dialogando con las autoridades civiles, policiales, militares. “Con la desmovilización, lo que ha cambiado es como se opera, pero los paramilitares continúan en el propósito del control social territorial lo que solo es posible en la coincidencia de propósitos de la estrategia de “seguridad democrática y Estado comunitario”.

Justo ayer, el diario El Espectador anuncio que fueron detenidos 8 paramilitares de este capo por el Crimen de Orlando Valencia, uno de los 3 últimos líderes asesinados por esta estructura armada, que el gobierno se ha negado a reconocer que existe. El hecho, de acuerdo con versiones, ha sido utilizado por el General Oscar Naranjo para desestimar las declaraciones recientes de “Don Mario” que señala la participación de este oficial de la policía en sus relaciones con traficantes de drogas y paramilitares.

Y es que la palma sembrada en estas comunidades negras hiede a la institucionalidad. La entidad de financiamiento agrario finagro apoyo con el 100 % de créditos los agronegocios de palma en Curvaradó con las empresas Urapalma y Palmas de Curvaradó, como lo señala un informe de la Contraloría. La familiar del ex gobernador del Cauca y del embajador en Dominicana, Juan José Chaux, Maria Fernanda Zuñiga, se vio obligada a renunciar de un alto cargo del ministerio de Agricultura, al ser conocida su participación en la empresa Urapalma.

El celebre afro de la cámara de representantes Eulises Torres, detenido por parapolítica, en reuniones celebradas en Carmen del Darién estimuló el desarrollo del agronegocio de la palma en estas comunidades. Y el exrepresentanta a la Cámara, Odin Castro detenido también por el apoyo recibido por Jhon Fredy Rendón, “El Alemán” ha sido parte de los que ha atizado las campañas de desprestigio contra las organizaciones de derechos humanos, como la Comisión de Justicia y Paz, Brigadas Internacionales de Paz y Proyecto de Acompañamiento, PASC de Canadá.

Y para cerrar este circulo de impunidad política y social, porque la juridica es estructural, afrocolombianos de comunidades de la región del bajo Atrato, cooptados por los intereses inconfesables de los empresarios beneficiarios del paramilitarismo, participan en la estrategia de desprestigio de estas organizaciones y obran en defensa del cuestionado general ® Rito Alejo del Rio, denunciado por comandantes exparamilitares y militares como estratega del paramilitarismo en el urabá antioqueño y el bajo Atrato, durante la gobernación de Alvaro Uribe Vélez

Aquí nos desplazaraón, asesinaron nuestros seres queridos y fue para montar ese maldito negocio que hacen con la palma de aceite, nos destruyeron todo y la escuela, que es lo único que hoy queda la usaron para guardar insumos quimicos para la palma. Esta propiedad era de más de 120 hectáreas y toda la convirtieron en palma, los empresarios como Gabriel Jaime Sierra” , expresó un afrocolombiano que hoy tiene 23 años.

Llegaron con el terror, llegaron con máquinas, llegaron con mentiras y con montajes después de la violencia, 5 años de arrasamiento militar, 8 de operaciones militares combinadas con estrategias psicológica y de cooptación social. “Ni siquieran respetaron la memoria de nuestros difuntos, ni respetaron la vida de los seres humanos ni la riqueza de las aguas, de los árboles, hoy aquí miren solo quedan 3, máximo 5 árboles en pie, todos los acabaron, eran bosques más viejos que nosotros, nacimientos de agua, rios y quebradas, pajaros y animales, que ya no existen”.

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Ayer los afrocolombianos y mestizos comenzaron a derribar la palma, no tienen otra posibilidad para dignificar la memoria de sus víctimas, para reafirmar sus derechos ante el desarraigo forzoso, para lograr resembrar y lograr satisfacer el derecho a la alimentación y la posibilidad de restaurar los ecosistemas destruidos con la palma de aceite. “No esperamos nada de ayuda humanitaria del gobierno, Acción Social, solo apoya a quienes participen de la estrategia económica y de impinidad de los empresarios

Esta es el 5to regreso de las comunidades negras y mestizas desde el 2006. A pesar del reconocimiento administrativo de su propiedad colectiva no ha existido una restitución de la propiedad colectiva. Los empresarios beneficiarios del paramilitares, destruyen sus siembras de pan coger, amenazan, señalan, judicializan falsamente, sostienen sus agronegocios de palma, de ganado, la extracción forestal. “Ellos mandan aquí” para referirse a los paraempresarios, dijo recientemente un agente de la policía.

Desde ayer estas familias han ido recuperando siembras tradicionales, han comenzado un proceso catártico “es mucho dolor el que siento, por esta palma nos destruyeron la vida. La arranco con rabia, con miedo y con esperanza, pues esto no puede repetirse jamás”

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Han pasado 24 horas del regreso de estas familias, ya han segado cerca de 2 hectáreas sembardas en palma, han delimitado la Zona Humanitaria en Andalucía en 5 hectáreas. Llegaron los representantes del empresario Sierra, argumentando que compraron la tierra de este caserío hace años, con un pago de 15 millones de pesos (U.S. 7500), desconociendo la ley de comunidades negras. Los afrocolombianos y mestizos esperan nuevas reacciones paraempresariales, están atentos, prefieren estar ahí en su territorio, que mendigando en cualquier ciudad, prefieren enfrentar el terror con su dignidad.

Aquí debajo de la palma están nuestras raíces, nuestra vida, nuestro proyecto de vida, nuestra dignidad que el Estado con sus politicas quisó borrar. Aquí esta nuestra dignidad y es preferible morir con ella que lejos de la tierra, muertos en vida por el terror. El regreso es parte de nuestra dignificación

Entrevista Elias

Bogotá, D.C. Septiembre 28 de 2009

Comisión Intereclesial de Justicia y Paz