Ha Pasado A La Historia Medardo Acosta
Don Medardo como si fuera ayer, desde hace 24 años. Siempre el mismo. Esa tez que habla de nuestra raíz zenú. Esos primeros encuentros con un sombrero, con la sonrisa tímida, y a veces arrojada a borbotones, fue parte de tu identidad. Siempre con la mejor expresión en las reuniones comunitarias, en el tiempo de las decisiones. Tu estilo de elegancia en la simplicidad. Siempre brillando entre pocas palabras, siempre ahí, hasta el final, leal a toda prueba.
Merdardo, tu piel historia de los amantes de la tierra. Merdardo de los que se arraigan en el origen de nuestra historia, a la tierra libre. Siempre en la lucha de la tierra. Ante la esquiva realidad de habitar con la madre tierra en respeto a ella ante las pretensiones de los acaparadores.
Tiempo después de la separación de cinco años y de un sueño irrealizado, truncado por la estrategia paramilitar de 1996, nos impidió crear el Albergue Humanitario. Se rompió nuestro encuentro por la Vida. Años después, en 2001, nos reencontramos en esta Vida. Recorrimos en tus palabras esos cinco años aciagos, de duras violencias, que se modifican, se reciclan y se hacen cada vez más cualificadas. Y desde ese año, cada día y hasta hoy, presente de la misma manera. Un líder de convicciones, de decisiones que se dicen en breves palabras, de coherencias hasta la muerte biológica. Medardo nunca cediste a las presiones empresariales, a las presiones estatales y paraestatales que querían y quieren las tierras colectivas. Y nunca a pesar de todo, nunca atizaste el ejercicio de la violencia.
Medardo el sabio. Silenciosamente tejió la solidaridad en su comunidad. Siempre en su vida invitó a la coherencia. Afrontó al lado de mujeres y hombres una misión del universo como el sabio de la tribu, el sabio del pueblo. Una sabiduría neta y nata. En una pequeña hoguera compartió sus alimentos con nosotros. En esa misma hoguera se soñaba en una nueva región, en un nuevo país- En esa hoguera las furias egóicas, la ambición esquizoide de unos poderosos criminales, se deshacía. En tus palabras siempre había lecciones de historia, lecciones de vida, lecciones debidas.
Profesor don Medardo sigues con nosotros, en medio de esta tempestad de la historia, que requiere reconocer a los sabios como tú. Alguien acaba de describirte como el filósofo de la vida de Nueva Esperanza, la comunidad, la Zona Humanitaria en Jiguamiandó en la que dejaste esta historia, y en la hay una impronta tuya– En medio de este dolor del corazón tus sueños son sentido de nuestra caminada y de nuestra historia al servicio de la Vida.
Aquí sigues con nosotros en la Vida, mientras poco a poco, nos iremos encontrando en esa hoguera infinita de la Vida, en dónde la vanidad de esta historia se deshace,vanidad que lograste siempre dejar de tu lado, porque la sabiduría siempre fue la fuente en tu vida.
Gracias Medardo. Gracias por permitirnos compartir tu sabia resistencia. Gracias por la vida dada en amor, sin odios ni resentimientos. Gracias por esa fe vivida en las entrañas de una biblia real que salvó la Vida, que afrontó el desarraigo y transformó el Jiguamiandó en esperanza.Gracias por la sabia alegría en la que en nombre de la divinidad nos hiciste más cerca de lo humano. Gracias Medardo, muchas gracias.
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz.
Imagen:Archivo.