Guillermo Rivera Fúquene
Guillermo Rivera Fúquene, nació el 19 de mayo de 1956, padre de dos niñas, esposo de Sonia Betancur, miembro del sindicato de la Contraloría de Bogotá; a sus 52 años era economista de la Universidad Autónoma con una maestría en la Universidad Javeriana, era militante del Partido Comunista Colombiano y del polo Democrático Alternativo, fue asesor de Aída Abella y Mario Upegui concejales por la Unión Patriótica.
El 22 de Abril de 2008, a las seis de la mañana como era costumbre Guillermo Rivera llevo a su hija menor a esperar la ruta del colegio, media hora después, mientras trotaba, agentes policiales lo obligaron a subir a una patrulla en la Carrera 25 sur No. 51-80, donde se encuentra ubicado el Conjunto Multifamiliar Norte de Santander, en el sector del Tunal en la ciudad de Bogotá y desde ese momento no se supo nada más de él.
Ese mismo día la Comisión de Búsqueda de Personas Desaparecidas (CBPD) inició la búsqueda urgente de Guillermo Rivera ante el Fiscal 98 de la Unidad Nacional de DDHH. Aun así transcurrieron 84 días en los que su familia y conocidos lo buscaban en el barrio y por diferentes partes de la ciudad.
El 24 de Abril se encontraron los restos de Guillermo, los que evidenciaban tortura, golpes en el rostro, contusiones en diferentes partes y signos de muerte por estrangulamiento; En un botadero de basura en la vía al río Combeiba en el caserio de Totumo y el 26 de abril fue enterrado como NN en el cementerio San Bonifacio de Ibagué, departamento del Tolima.
El 22 de Abril de 2010, cuando se cumplían 2 años de su desaparición, el movimiento de Hijos e Hijas, defensores de los Derechos Humanos y observadores Internacionales recorrieron el Barrio Tunal de la ciudad de Bogotá, el mismo que hacia Guillermo Rivera mientras trotaba, se detuvieron en la esquina en la que fue desaparecido, colocaron carteles y fotos de Guillermo Rivera.
Con batucada, con redoblantes, pitos y tambores cantaron “Vecino despierta! Aquí está Guillermo Rivera!” “Si señor, como no, la Policía lo asesinó. Si Señor, como no, de esta esquina lo desapareció. Si Señor, como no, y el gobierno no respondió”. En los mismos muros donde hace dos años la familia colocó la foto de GUILLERMO en la angustiante búsqueda por su desaparición, ese día la memoria coreada, transitando las calles del sur de la ciudad. “Eeeoo que la memoria va creciendooo, eeeoo Guillermo Rivera no está muerto”. Invitando a los vecinos a sumarse al SIN OLVIDO, a la exigencia de justicia, de no repetición del crimen. Un acto de indignación y censura frente a las unidades policiales, señalando la institución responsable de este crimen, se colocaron carteles señalando la impunidad de un crimen de Lesa Humanidad.