Festival del Cuento en la comunidad de San Francisco Naya, una expresión intercultural de construcción y afirmación de paz territorial
Estudio de cambio a largo plazo Christian Aid y Comisión Intereclesial de Justicia y Paz
En la comunidad San Francisco de la cuenca hidrográfica del río Naya, se realizó el Festival del Cuento y la Memoria en el marco de las fiestas patronales de esta comunidad que tradicionalmente se celebra cada año.
Al evento asistieron delegados del Resguardo indígena Unión Agua Clara con el propósito de compartir parte de las construcciones narrativas desde su cosmogonía, como el mito del color de piel indígena, negra y mestiza.
El festival del cuento fue un elemento nuevo que se incorporó en las tradicionales fiestas de San Francisco, con significativa participación de jóvenes de comunidades vecinas.
Tres momentos marcaron esta actividad, un primer momento fue el trabajo con jóvenes en la segunda sesión de la escuela de formación ambiental correspondiente al ejercicio práctico de georeferenciación.
El grupo de jóvenes asumiendo el ejercicio como una posibilidad de aportar a la protección del territorio y de sus vidas tomó los principales elementos de la georeferenciación. Recorrer su comunidad, levantar la coordenada y trazar el propio croquis o mapa de su comunidad.
Es una posibilidad de saber done se encuentran a la altura sobre el nivel del mar, el ejercicio motiva a los y las jóvenes a seguir auscultando información sobre las potencialidades de su territorio. Así entonces como objetivo principal de la formación ambiental, tiene que ver con la caracterización ambiental, social, económica, cultural de estas comunidades, y garantizar su permanencia en el territorio, implementando estrategias preventivas y de protección para ello frente al contexto de reconfiguración del conflicto armado.
El segundo momento, en el marco de Estudio de Cambio es prevenir al tener que lamentar desde la experiencia de las comunidades de la Cuenca del Río Naya es una prioridad por eso la decisión de declaratoria de las comunidades en Espacios de Refugio. Las niñas y los niños junto a los jóvenes son población vulnerable y sobre esta preocupación redundan los esfuerzos comunitarios.
El tercer momento, fue un diálogo con jóvenes sobre formas de prevenir el reclutamiento forzado; en este espacio fue posible compartir con el grupo de jóvenes de la comunidad, como las normas internacionales del DIH prohíben rotundamente a las partes enfrentadas a reclutar menores de edad para que engrosen sus filas. Los derechos que tienen a permanecer tranquilos, a realizar sus sueños, a vivir en comunidad aprendiendo de sus mayores. El derecho que tienen al goce y disfrute de su territorio, a disfrutar de un ambiente sin perturbaciones.
Tenemos que aprender más sobre nuestros derechos, también sobre los riesgos que existen con nosotros los jóvenes de la comunidad de San Francisco. Podemos colaborar en varios aspectos, en lo ambiental y trabajar en lo cultural, queremos vivir en nuestro territorio, porque no lo cambiamos por nada. Angie estudiante del colegio.
El acto cultural y deportivo, contó con la participación de toda la comunidad, al ritmo de bombos, cununos, guasá y marimba, entonando canciones en la tonada de currulao evocaban la vida del santo patrono de la comunidad. Allí confluyeron jóvenes, niños, niñas, adultos, mujeres, docentes, vecinos de comunidades colindantes que sienten la acogida de los pobladores de San Francisco.
El ritual de celebración de la novena del santo abría la jornada de encuentro cada día, hasta el 03 de octubre en el que un despliegue artístico cultural contagió de alegría a los presentes.
En tiempos de dificultad la alegría se convierte en un elemento importante para transformar esas situaciones tensas, la cultura es concebida como un elemento fundamental en la construcción de la Paz territorial estable y duradera.
Así entonces, la manifestación de escenarios de relaciones incluyentes, justas social y ambientalmente equitativas, de reconocimiento que se da a partir de la transformaciones, es una dinámica intercultural en la medida que se piensan como generar los escenarios indicados de encuentro que permite la andadura por la senda de la resignificación en la construcción de la paz, no solamente como una reacción, como un discurso, sino, también como reflexión y praxis.