“Este Gobierno no quiere la paz”: Alias Gabino
El máximo jefe del Ejército de Liberación Nacional, Eln, Nicolás Rodríguez Bautista, alias ‘Gabino’, admitió que en sus filas hay menores de edad, habló sobre sus fuentes de financiamiento y aceptó que tienen secuestrados. Así mismo, afirmó que hay interés en comenzar una mesa de negociación con el Gobierno Nacional, aunque, según él, este último no tenga intenciones.
Aunque mucho se ha dicho sobre un eventual proceso de paz con el Ejércitode Liberación Nacional, Eln, pareciera que este se hubiera estancado. O al menos eso es lo que se deduce de lo que afirma su comandante, Nicolás Rodríguez Bautista, alias ‘Gabino’, quien en entrevista exclusiva con Vanguardia Liberal habló sobre los acercamientos con el gobierno de Juan Manuel Santos.
Contrario a lo afirmado por las Fuerzas Armadas, ‘Gabino’ dice que no es cierto que sus grupo esté debilitado e incluso que tiene miembros de su organización en varias entidades públicas. “Nuestra fuerza está en muchas partes y en las más variadas actividades, casi todas públicas, por ejemplo, un maestro de escuela, un profesor universitario, un sacerdote, un chofer, un estudiante, un periodista, un campesino, etc. Es muy difícil contarlos”.
El máximo comandante del Eln reconoce que en sus filas hay reclutados menores de edad, pero argumenta que, según los estatutos de su organización, la mayoría de edad se alcanza a los 16 años y afirma que aunque hay niños de menor edad, estos son huérfanos abandonados a los que se les brinda protección y solo permanecen en la “retaguardia”.
PREGUNTAS Y RESPUESTAS
El Ejército asegura que el Eln está debilitado, ¿es cierto?
Jamás desde nuestra existencia los grandes medios y menos las Fuerzas Armadas del Estado han dicho que somos fuertes, varias veces han mostrado nuestra acta de defunción y luego tienen que reconocer otra cosa; muchas veces me he preguntado, ¿por qué se preocupan tanto por nosotros si estamos tan débiles?
Los altísimos contingentes de soldados, policías y demás miembros de las Fuerzas Armadas, junto a sus paramilitares, consumen con su moderna tecnología de guerra, millones de dólares en busca de destruirnos y eso no se hace contra una fuerza que esté a punto de extinguirse.
¿Qué tan dispuesto está el Eln a sostener unos diálogos de paz?
El Eln se propuso dialogar, desde hace más de 20 años con el gobierno de César Gaviria Trujillo, en un esfuerzo por buscar una salida política al conflicto.
Desde entonces buscamos que en Colombia haya una salida no violenta a la lucha por la justicia y equidad social, la democracia y la soberanía, pero la oligarquía se niega a aceptarlo, porque no tienen disposición de permitirles a las mayorías que ellas cuenten en el destino de Colombia y mientras sea así, la lucha continúa.
Aun así, hemos dialogado con los gobiernos de turno y estamos dispuestos a ello, porque seguimos convencidos de que en Colombia el camino cierto es la paz y no la guerra; claro, no “la paz de los sepulcros”, sino la que signifique el camino de la solución a los grandes problemas políticos y sociales, que originaron nuestro alzamiento en armas, un 4 de Julio de 1964 en San Vicente de Chucurí, en Santander.
¿Ya iniciaron reuniones exploratorias para un eventual diálogo con el Gobierno Santos?
Prefiero guardar silencio frente a esta pregunta.
¿Cuáles serían las personas del Gobierno con los que a ustedes les gustaría sostener la mesa de conversaciones?
No tendríamos preferencia, además su composición sería potestad del gobierno.
¿Y del Eln quiénes serían los elegidos para participar como delegados?
Nuestra delegación estaría compuesta por miembros de nuestra comandancia nacional y regional; así ha sido con otros gobiernos y lo mantendremos así.
¿En qué país les gustaría que se realizaran los encuentros?
Eso tocaría acordarlo entre las dos partes. Pero entre más cerca de Colombia sería mejor.
¿Cuál sería la agenda de las conversaciones?, ¿tendrían un tiempo estimado para las mismas?
La agenda como el tiempo, tendría que ser definido de común acuerdo. En todo caso, tendrá que ser una agenda que se identifique con la que enarbolan las mayorías, para que estas sean protagónicas, porque no aceptamos acuerdos de élites.
¿Los diálogos iniciarían con un cese bilateral al fuego o no?
Eso es lo que toda la insurgencia y varias organizaciones populares y sociales solicitan, pero el Gobierno no lo acepta, porque ellos tienen sed de sangre y violencia, y porque además se enriquecen con la guerra. Por ello exigir un cese bilateral al fuego y las hostilidades es otro esfuerzo de todos los amantes de la paz, para que haya alivio a la vida de millones de colombianas y colombianos, mientras llega la paz y se crea la confianza en el proceso de solución política del conflicto.
¿Han recibido apoyo de algún gobierno extranjero para la realización de los diálogos?
Desde que comenzamos los diálogos de paz hace 23 años en el gobierno de César Gaviria, recibimos apoyo de los Gobiernos de Venezuela y México, posteriormente en el gobierno de Andrés Pastrana, recibimos el apoyo de los gobiernos de Cuba, Venezuela, Noruega, Alemania, Suiza y España. En los diálogos con el gobierno de Uribe, contamos con el apoyo de Noruega, Venezuela y Cuba.
Hoy han ofrecido su apoyo a un proceso de paz entre el Eln y el gobierno, varios países de América Latina, del Caribe y de Europa.
¿Cuál es el sentimiento entre sus combatientes?
Hay un consenso entre las mujeres y hombres del Eln sobre un eventual proceso de paz. A ninguno de nosotros nos gusta la guerra, somos personas procedentes de familias buenas, honradas y trabajadoras, que un día la violencia del Estado nos empujó a la rebeldía y nos alzamos en armas, porque no encontramos otra opción para defender lo que consideramos justo. Por eso le apostamos a una paz que signifique justicia y equidad social, democracia y soberanía, y estamos seguros que en esto nos identificamos con las mayorías de nuestro país.
¿Cómo percibe la voluntad de paz por parte de Juan Manuel Santos?
Pienso que ni la oligarquía, ni el gobierno de Santos que la representa, tienen voluntad de una paz de estas características, ellos son mezquinos, prepotentes, guerreristas, desprecian a los humildes y los miran sólo como una fuerza de trabajo que los enriquece, son demagogos, politiqueros y sin sensibilidad social, quieren una paz que no los incomode, sino que los siga proyectando como los poderosos omnipotentes; por ello la paz solo será posible si es una gran obra de todos los que la necesitamos de verdad para vivir con dignidad, fraternidad y armonía, no sólo entre humanos sino con nuestra madre Tierra, hoy en peligro de extinción por la voracidad capitalista.
Una muestra clara de prepotencia, intolerancia y uso perverso de la politiquería del gobierno y su clase política, son las destituciones de Piedad Córdoba y Gustavo Petro, les inventaron cargos y violaciones a la ley que no cometieron, sólo porque este régimen no tolera posturas críticas ni la voz de quienes hacen la política y la vida de manera diferente y a favor de las mayorías. Ese es el fondo de las medidas tomadas por este gobierno y lo hacen como castigo; esas conductas son las que le arrojan leña al fuego, porque la gente que sigue a estos dirigentes, ve la injusticia, tiene dignidad y conciencia para no tragar entero.
Por eso pienso que este gobierno y su clase en el poder no quiere la paz; sin embargo el Eln tiene disposición a dialogar y persistirá en ella, hasta encontrar un gobierno que sea un verdadero interlocutor.
¿ENTRE SUS COMBATIENTES HAY NIÑOS?
Según nuestros estatutos y reglamentos, las personas son mayores de edad cuando cumplen 16 años, a partir de esa edad las mujeres y los hombres pueden vincularse a nuestras filas. Esto es coincidente con la juridicidad del Derecho Internacional Humanitario.
Hay excepciones de niñas y niños huérfanos, especialmente en las zonas de conflicto, víctimas de la acción criminal del paramilitarismo y las acciones represivas de las Fuerzas armadas del Estado, que quedan abandonados y nosotros les damos protección y les garantizamos la vida, ellos no participan en la confrontación militar y permanecen en nuestras áreas de retaguardia, donde el Estado sólo hace presencia a través de sus Fuerzas Armadas, para reprimir la población que considera amiga de la insurgencia.
Quienes se vinculan al Eln son personas que lo hacen de manera voluntaria. Hace parte de nuestros estatutos que quien se incorpora debe tener claro cuatro asuntos de carácter político: ¿Qué es el Eln? ¿Por qué y para qué luchamos? ¿Cómo debemos luchar? Junto a ser portadores de valores como el amor y respeto por la población, lealtad y firmeza en la lucha popular y revolucionaria.
Ocurre que algunas personas, luego de ingresar a nuestras filas, no logran mantenerse y piden su retirada. Esta se concede, llenando requisitos básicos de guardar secretos y retornar a las comunidades de donde proceden, para que desde allí le sigan aportando a la lucha o por lo menos a su comunidad.
¿CUÁL ES LA FUENTE DE FINANCIAMIENTO DE SUS TROPAS?
Durante nuestra existencia han sido tres las fuentes de financiamiento. La primera, a través de acciones de fuerza contra multinacionales saqueadoras de las riquezas nacionales, algunas empresas nacionales y algunos acaudalados.
Otra fuente son modestos esfuerzos de pobladores de los territorios donde permanecemos y una tercera fuente es producción propia, porque nuestras fuerzas guerrilleras laboran la tierra para producir alimentos cuando las circunstancias lo permiten. Esto es además parte de nuestras prácticas, para no separarnos de las conductas propias de los humildes y los trabajadores.
¿No podría existir otra forma de atacar los supuestos ‘atropellos’ que ustedes consideran que estas empresas realizan que no sea el secuestro a sus trabajadores?
Precisamente los esfuerzos que desde hace más de 20 años estamos haciendo por un proceso de paz buscan que los problemas económicos políticos y sociales que originaron este complejo conflicto social y armado se traten y soluciones sin necesidad de recurrir a la rebelión armada, pero encontramos una rotunda negación de los gobiernos a resolver las cosas por esa vía y lo único que pretenden es que las guerrillas se desmovilicen y entreguen las armas, para que todo siga igual.
Nosotros estamos convencidos que un verdadero acuerdo de paz, se alcanza si en él son protagónicas las organizaciones populares y sociales y si lo asumen y defienden las mayorías del país, contando con el apoyo de los pueblos y gobiernos amigos de Colombia, si no es así, no habrá paz en nuestro país.
¿HAY SECUESTRADOS? ¿CUÁNTOS?
Sí tenemos algunos retenidos, pero son muchísimo menos de los que nos sindican. Pensamos que junto al reclamo por ellos, debe sumarse el reclamo por los miles de desapariciones cometidas por parte de los agentes del Estado y sus amigos y socios los paramilitares.
También existe un reclamo por las gravísimas violaciones a los derechos de decenas de miles de presos políticos, que en su mayoría son sindicados de delitos que no han cometido y se pudren en las cárceles del país, donde son tratados dentro de las más indignas condiciones; no hay duda que en un acuerdo, todos estos asuntos deben ser tratados y ojalá resueltos, así como el gravísimo problema de todas las víctimas del conflicto incluido el doloroso problema de los más de 6 millones de desplazados de sus territorios, que hoy hacen parte de los llamados cinturones de miseria urbana, abandonados a su suerte por el Estado.
¿Usted como visualiza el proceso de paz?
Para que en Colombia el proceso de paz sea exitoso, se requiere que se discuta cuáles fueron las causas que originaron el alzamiento en armas y se resuelvan tales causas, para que la historia no se repita. En esto hay que aplicar una formula sencilla pero profunda; si no se solucionan las causas que originan los problemas, estos no se resuelven, el lío en Colombia es que la oligarquía se niega a aceptarlo, porque ello llevaría a tener que compartir parte de sus jugosas ganancias, las que adquiere apropiándose de lo que debe destinarse a la inversión social, para resolver las grandes desigualdades sociales cuya existencia hoy, no sólo es caldo de cultivo para la existencia de la insurgencia, sino que alimenta una violencia generalizada, que está devorando la vida del país y que lo tiene en crisis.
Todos los procesos de paz emprendidos en el mundo han sido muy complejos, unos han fracasado y otros han sido exitosos; los exitosos son los que han contado con la activa participación del pueblo, yo le apuesto a ese tipo de proceso de paz, si no es así, se fracasa.
Una muestra clara de prepotencia, intolerancia y uso perverso de la politiquería del gobierno y su clase política, son las destituciones de Piedad Córdoba y Gustavo Petro, les inventaron cargos y violaciones a la ley que no cometieron, sólo porque este régimen no tolera posturas críticas ni la voz de quienes hacen la política y la vida de manera diferente y a favor de las mayorías. Ese es el fondo de las medidas tomadas por este gobierno y lo hacen como castigo; esas conductas son las que le arrojan leña al fuego, porque la gente que sigue a estos dirigentes, ve la injusticia, tiene dignidad y conciencia para no tragar entero.
Por eso pienso que este gobierno y su clase en el poder no quiere la paz; sin embargo el Eln tiene disposición a dialogar y persistirá en ella, hasta encontrar un gobierno que sea un verdadero interlocutor.
Nosotros no nos vamos a reinsertar a un sistema contra el que nos hemos levantado en armas; un proceso de paz tiene que proyectarnos a un nuevo sistema, que sea incluyente, tolerante, pluralista donde se pueda vivir en democracia, aceptando las diferencias, acordando y respetando reglas del juego, que permitan la armonía y la convivencia y donde los conflictos de todo orden se resuelvan pacíficamente, sin que los ciudadanos se vean obligados a levantarse en armas.
Ese sistema estamos dispuestos a ayudarlo a reconstruir con todas las fuerzas de las colombianas y colombianos patriotas, demócratas, progresistas y revolucionarios, que no caben en el actual sistema de violencia y exclusión.
¿En qué han cambiado los ideales del Eln desde su creación hace cinco décadas?
En nada, porque las metas, los sueños y esperanzas que abrazamos desde nuestro alzamiento guerrillero son las mismas hoy, luego de 50 años.
Esos ideales son muy fuertes y nacieron entre otros, en aquel grupo de 16 hombres que el 4 de Julio de 1964, le dio vida al Eln, desde el corazón del departamento de Santander. Nuestros ideales se forjaron, escuchando y viviendo la tragedia junto a nuestros padres y vecinos, sobrevivientes de la violencia liberal conservadora, producida por los dueños del poder, los mismos que asesinaron a Gaitán.
Crecimos admirando la rectitud de aquellos viejos, su rectitud, su respeto a la palabra empeñada, sus ganas de justicia y democracia, sus sueños de libertad y su amor y espíritu solidario por los demás. Ellos nos dieron ejemplo, nos inculcaron la necesidad de luchar, de no aceptar pasivamente la injusticia y vibrar por la causa de los desposeídos, de ser leales y firmes, de hacer el bien al que lo necesita. Y con los años y la lucha, se acrisolaron esos ideales porque encontramos otros maestros de la talla de Camilo Torres, Manuel Vásquez Castaño y tantos otros, hoy van dentro de nosotros esos ideales, como precioso tesoro que se transmite a las nuevas generaciones guerrilleras medio siglo después.
Finalmente, ¿quiere dejar un mensaje?
Al filo de esta entrevista
que apareció de repente
quiero enviarle mis amores
al pueblo de San Vicente.
Parado en su bella plaza
que me conoció pequeño
le grito con emoción
que me siento chucureño.
Ha pasado medio siglo
sin volver a San Vicente
pero vivo los recuerdos
de su historia y de sus gentes
Aquí les dejo un relato
con amor y con empeño
que con gusto le comparto
a mi pueblo chucureño:
Una noche yo bajé
por La Pola y por la Iglesia
de la esquina los Varados
a la calle de la Pesa.
En la placita de abajo
cerca a la bomba Picón
alguien que me vio gritaba
viva la revolución.
En la quebrada Las cruces
saludé las lavanderas
y juré ante su memoria
hacer mías sus banderas.
Soy hijo de San Vicente
me dije, soy guerrillero
y en mi pecho va la sangre
de Galán el comunero.
Pasé por el aeropuerto
Totumos y puente Murcia
en Berlín y Mi Ranchito
la gente que vi fue mucha.
Ya pasando La Porfía
y parado en “El progreso”
Sentí que mi corazón
se me salía del pecho.
A mis hermanos y padres
los encontré reunidos
porque era día de San Pedro
cumpleaños del viejo mío.
Nos fundimos en abrazos
y brindamos enseguida
para seguir batallando
por la justicia y la vida.
Gracias terruño querido
otro día he de volver
cuando el jardín de de mi lucha
florezca al amanecer.
Soy un indio Yariguí
quiero paz para mi gente
y le dejo el corazón
al pueblo de San Vicente.
http://www.vanguardia.com/santander/region/255531-este-gobierno-no-quiere-la-paz-alias-gabino