La Escombrera: intervención devolvió esperanza a víctimas, que esperan la verdad
Se esperan resultados de Medicina Legal sobre restos óseos. Para que la búsqueda continúe hace falta estudio sobre riesgo de deslizamiento que pidió la Alcaldía local.
En 2015, la Fiscalía hizo una excavación en una zona de La Escombrera que terminó sin resultados y que para las víctimas, que pusieron figuras con los nombres de sus desaparecidos, fue una revictimización. Ahora, la UBPD explora en un polígono distinto.
Prendas de vestir y una estructura ósea –que aún está por determinarse si es de origen humano– son algunos de los resultados que para decenas de víctimas que buscan a seres queridos desaparecidos en la comuna 13, en Medellín, encendieron una nueva esperanza de acercarse a la verdad de qué pasó con sus familiares hace 20 años.
Esa ilusión de desenterrar la verdad que, de acuerdo con las familias, se oculta entre metros de escombros en los terrenos conocidos como La Escombrera y La Arenera llegó luego de una intervención de 18 días liderada por la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD), que realizó una primera exploración forense del terreno donde se buscará un universo de desaparecidos que según las víctimas es de 419, pero que la UBPD ha ido depurando a 193 casos, de los cuales se ha contactado a las familias de 80.
Esta era una intervención que por años habían exigido las víctimas, muchas de ellas madres que ahora son adultas mayores y llevan dos décadas clamando por verdad y justicia, sin saber si sí alcanzarán a conocerlas. Para ellas, una exploración integral es una deuda con la verdad tras las operaciones militares en la comuna 13 entre 2000 y 2004, como la conocida operación ‘Orión’, de 2002.
Aunque bien podrían no recuperarse cuerpos, por las condiciones sumamente difíciles del terreno, para madres como María Auxilio Arenas, de la organización Mujeres Caminando por la Verdad, no hay duda de que entre esos escombros podría estar su hijo.
“Todas las que tenemos nuestros hijos desaparecidos creemos y estamos más que seguras de que están en La Escombrera”, dijo antes de que comenzara esta nueva intervención.
Ahora, que ya concluyó en su primera fase, el balance para las víctimas es esperanzador. “La búsqueda de los desaparecidos después de tanto tiempo es una puerta de esperanza en esa lucha que hemos tenido durante 20 años”, sostuvo Alejandra Balvin, quien tenía 13 años cuando el 26 de octubre de 2002 hombres armados entraron a su casa preguntado por su padre, Hernando Balvin, y se lo llevaron “a una reunión”, pero nunca más lo volvieron a ver.
Adriana Arboleda, abogada de la Corporación Jurídica Libertad, que ha acompañado a las mujeres buscadoras, indicó que “a partir de que la Unidad de Búsqueda y la JEP comenzaron su intervención se abren nuevas esperanzas, por fin hay entidades del Estado que se están comprometiendo con la búsqueda”, dijo.
A eso mismo apuntó la directora de la UBPD, Luz Marina Monzón, quien reconoció que la intervención fue una medida para atender la reclamación de las víctimas por respuestas de parte del Estado.
“Estamos hablando de la operación ‘Orión’, desde entonces las víctimas exigieron una respuesta del Estado que no llegó, lo que sí hubo fue una sistemática disposición de residuos sobre esos lugares durante todos estos años. Eso es una angustia prolongada y un sufrimiento incrementado para las víctimas, porque cada metro de escombros era una distancia más para poder saber la verdad sobre los desaparecidos”, recordó Monzón.
Aunque la Fiscalía realizó una intervención en 2015, esta se suspendió, sin resultado, tras unos meses y tuvieron que pasar otros 7 años para que se retomara la búsqueda. “Primero no llega la respuesta del Estado, luego llega pero se suspende. Mientras el Estado tuvo suspendida su intervención, los escombros no, todo eso va favoreciendo un ocultamiento mayor de la verdad que buscan los familiares”, resaltó Monzón.
Aunque la intervención de la UBPD, desarrollada del 8 al 25 de noviembre, es un avance, es apenas el comienzo de otras etapas en la búsqueda en este terreno, que es bastante complicado porque han pasado 20 años y, además, al ser un botadero de escombros, está bastante alterado, lo que en términos forenses suma una mayor dificultad a la hora de la intervención, que implica remover capas de residuos,
“Uno siempre espera encontrar, pero esto también es la tranquilidad de que por fin nos escucharon luego de 20 años”.
Alejandra Balvin VÍCTIMA
intentando determinar los años en los que fueron arrojados para estimar cuándo se está en el periodo de tiempo en el que se presentaron las desapariciones.
Articulación con víctimas
De otra parte, a diferencia de lo que sucedió en 2015 con la intervención de la Fiscalía, que para las víctimas representó una revictimización, en esta ocasión destacaron que les han permitido una participación activa en todo el proceso.
“La búsqueda debe ser dignificante, el desaparecido tiene un nombre, un rostro y una familiar que lo espera, este ha sido un proceso de participación muy cuidadoso a la hora de llevarse a cabo”, valoró Balvin, quien también hace parte de Mujeres Caminando por la Verdad.
Ella añadió que sabe que la búsqueda no siempre va a llevar al hallazgo de los desaparecidos, “pero el solo hecho de buscar es para los familiares tener acceso al derecho de que el desaparecido sea buscado sin importar cuánto tiempo lleve. Como familia buscadora uno siempre espera encontrar, pero esto también es la tranquilidad de que por fin fuimos escuchadas después de 20 años”, concluyó.
Para Monzón, este fue uno de los aspectos más importantes y por ese relacionamiento con las víctimas es que buscan retomar las demás fases de la exploración lo más pronto posible.
En manos de la Alcaldía
Además del procesamiento de los primeros hallazgos (ver anexa), la búsqueda en profundidad está a la espera de un estudio geotécnico que pidió la Alcaldía de Medellín para determinar si habría riesgo de deslizamiento por las excavaciones, teniendo en cuenta que La Escombrera está en una ladera.
“La Alcaldía planteó en febrero que era necesario hacer un estudio de geotecnia para determinar si la intervención, que implica la remoción del escombro, puede poner en riesgo a las comunidades que viven más abajo. Esperamos que la Alcaldía contrate y ejecute rápidamente ese estudio que exigió ella misma”, sentenció Monzón.
Añadió que la administración municipal habló de la necesidad de este estudio hace meses, pero aún no lo ha contratado, y dijo que también hubo retrasos con otros apoyos que debía brindar la Alcaldía para la exploración que se llevó a cabo estas tres semanas.
Sin embargo, sea lo que diga el estudio una vez se haga, la abogada Arboleda aclaró que la búsqueda no se detendrá y que esta es una exigencia que han dejado en claro las víctimas.
“Si se determina que hay un riesgo, los técnicos forenses y los demás tendrían que determinar la forma de intervención adecuada, pero bajo ninguna circunstancia la búsqueda está condicionada a eso”, enfatizó.