Enfrentamiento entre grupos armados por casi una semana produce desplazamiento masivo en Buenaventura
El miércoles 3 de julio en horas de la noche en el barrio Alberto Lleras Camargo, en Buenaventura, se dio un enfrentamiento entre grupos armados que provocó un desplazamiento masivo intraurbano.
Alrededor de 75 familias del barrio se desplazaron junto a otras 20 del barrio Piedras Cantan y 4 más de Alfonso López hacia el Coliseo del centro en donde se refugian 25 personas y 200 más se encuentran en la sede de la Defensoría.
En horas de la madrugada nuevamente se escucharon disparos.
Ante la grave situación los pobladores del barrio Alberto Lleras en una carta pública expresaron que existe un absurdo actuar y un abuso de autoridad por parte de la Fuerza Pública, indicado que la Polícia Nacional, la SIJIN, el Gaula y la Infantería de Marina brindan protección a la banda criminal llamada “La Local” y no a la población.
La seguridad estatal dispuesta para la protección de la población perdió el rumbo, según la población protegen a “Mapaya” y “Diego Ostra”, miembros de dicha banda, incluso han impreso panfletos mal elaborados y no oficiales, indicando que buscan a los criminales, cuando en realidad los respaldan, esto como una estrategia para persuadir a la población.
La carta afirma que en el territorio no existe presencia del ELN, ni de las FARC, pero que culpabilizar a estos grupos guerrilleros e indicar la presencia de los mismos, es sólo una forma para tapar las acciones ilegales de los agentes de Estado.
Los habitantes del barrio Lleras exigen al Estado que se reestructure a las Fuerzas Militares, quienes son las que vigilan los territorios y actúan en conjunto con la criminalidad, siendo responsabilidad del mismo, el actuar de quienes integran el cuerpo de seguridad pública.
Desde el viernes 28 de junio, a la 1:30 p.m. se intensificó la violencia y la alteración del orden público en los barrios de Buenaventura, cuando a esa hora se inició el fuego cruzado entre grupo armados en el Barrio Punta Icaco, con tiroteos esporádicos que se extendieron hasta las 6:00 p.m.
El pasado sábado 29 de junio se dio un enfrentamiento entre grupos armados, que se desarrolló hasta el barrio Bella Vista, que dejó un saldo de dos personas muertas. Familias del barrio Palo Seco también se vieron obligadas a buscar refugio en otros barrios con familiares y conocidos.
El domingo 30 de junio desde tempranas horas de la mañana se escucharon disparos en el sector de Piedras Cantan, Comuna 4, y Palo Seco de la Comuna 5. En la noche, a las 7:00 p.m. en el barrio Alberto Lleras se inició un enfrentamiento entre grupos al margen de la ley, que cobro la vida de un estudiante del colegio Francisco José de Caldas.
El martes 2 de julio a las 7:00 a.m. nuevamente en el barrio Alberto Lleras hubo fuego cruzado en frente de la sede del Colegio República de Venezuela. Hacia las 8:30 a.m. continúo la balacera en frente de la sede Bartolomé de esta misma institución, lo que obligó a suspender las actividades académicas.
Desde el 29 de junio en horas de la tarde se inició el desplazamiento de la población, entre ellos menores de edad y los jóvenes que quedaron en medio de los enfrentamientos, algunos de ellos han regresado el Río Naya, sin embargo, aún no conoce la cantidad de personas movilizadas en esa dirección.
Adicionalmente, líderes del Espacio Humanitario La Playita se encuentran en peligro, siendo amenazados por un presunto plan para atentar en su contra.
La situación de violencia en Buenaventura se ha agudizado cada vez más, por la presencia de distintos grupos armados que se disputan el territorio por sus condiciones estratégicas, además siendo respaldados por la Fuerza Pública, quienes, han permitido una libre movilidad y control territorial completo.
Pese a que las instituciones y la Fuerza Pública han hecho presencia en el territorio la población manifiesta ser victimizada por el mismo Estado, debido, a una completa negligencia de las autoridades locales sobre el actuar de los criminales, protegiéndolos y tratando de cubrir su accionar, esta es una situación de completa vulneración a los derechos individuales, colectivos y territoriales, generando una completa desconfianza por quien debería protegerlos y dar garantía de sus derechos.
Bogotá, D.C., 5 de julio de 2019
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz.
Comunicado de los habitantes del barrio Alberto Lleras:
Imagen: Archivo.