En memoria de Juana Bautista, Espacios de Refugio en el Naya
Durante la anterior semana santa, afronayeros y afronayeras afirmaron la memoria de la afrodescendiente JUANA BAUTISTA ANGULO HINESTROZA, accedida sexualmente, torturada y asesinada el 14 de abril del 2001, en medio del desplazamiento forzado provocado por paramilitares de las estructuras del Bloque “Calima” con la complicidad de unidades militares de la Tercera Brigada del ejército y de la Infantería de Marina de Buenaventura.
En medio de las celebraciones de la Semana Santa, desde la mezcla de las tradiciones africanas y los rituales católicos, las y los afronayeros lograron celebrar lo que hace 8 años no fue posible por la incursión militar a los caseríos Guasdualito, La Concepción y Cascajito. Desde las celebraciones rituales, entonando alabaos, currulaos, arrullos, se celebró la Semana Santa con la compañía de una afrodescendiente de nacionalidad francesa con raíces proveniente de la República Democrática del Congo, en el corazón de la África, hermanos de las Comunidades de Autodeterminación, Vida, Dignidad del Cacarica – CAVIDA y con el acompañamiento de Brigadas Internacionales de Paz y nuestra Comisión de Justicia y Paz.
Una de las matriarcas compuso el siguiente alabao: “Estamos conmemorando la muerte de Juana Bautista, la muerte de Juana Bautista. Un grupo armado del estado acabó con su vida, acabó con su vida. Fue una muerte tan cruel que en Naya nos asustamos, que en Naya nos asustamos. Después que abusaron de ella, su sangre la derramaron, su sangre la derramaron. Esto queda pesaroso, no nos crucemos de brazo, no nos crucemos de brazo. Que el gobierno que tenemos no ha hecho nada bueno, no ha hecho nada bueno. Si esto no se hace justicia, nunca calmarán los llantos, nunca clamarán los llantos. Porque el mismo gobierno nos sigue ametrallando, nos sigue ametrallando. Es un pecado mortal lo que el gobierno está haciendo, lo que el gobierno está haciendo. Por quitarle nuestras tierras forza los desplazamientos, forza los desplazamientos. Con esto no digo más porque me falta el eco, porque me falta del eco, el eco y del eco el aliento, y del eco el aliento”.
Las comunidades reafirmaron su decisión de declarar 13 caseríos como Espacios de Refugio, mecanismo de protección basado en el principio de distinción de la población civil que fue asumido por los afronayeros y afronayeras desde el mes de abril del 2008, ante los operativos militares generados por la armada y el ejército en el bajo Naya, junto con amenazas de muerte al representante legal del Consejo Comunitario del Bajo Naya, Isabelino Valencia Rodallega, junto a miembros de nuestra Comisión.
La memoria de JUANA BAUTISTA está impregnada en el territorio del río Naya, cuya propiedad a los afronayeros y afronayeras aún no es reconocida a pesar de un fallo de Tutela del 25 de noviembre de 2008 por parte del Tribunal Administrativo del Cauca que ordenó amparar los derechos al debido proceso, al derecho al reconocimiento de la propiedad del territorio en conexidad a la vida y pervivencia del pueblo tribal del Naya, dando un plazo de 48 horas a la UNAT para resolver el fondo de la solicitud de titulación colectiva realizada por el Consejo Comunitario del Naya desde el 23 de diciembre de 1999.
La dilación en el debido proceso realizada por el Incora, seguido por el Incoder y luego por la Unidad Nacional de Tierras Rurales – UNAT, adscrita al Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, se mantiene a pesar del fallo de Tutela, el cual fue impugnado por la UNAT desde finales del mes de enero del presente año y solo hasta el pasado 15 de abril fue registrado por el Honorable Consejo de Estado el proyecto de fallo que resuelve la impugnación. Mientras tanto, un día antes, el 14 de abril, fue admitida la demanda de Acción de Revisión realizada por la Universidad del Cauca ante el Consejo de Estado contra las Resoluciones que pusieron en firme la Extinción de Dominio sobre las tierras que permanecían en poder de la Universidad en el río Naya
Impunidad ha sido la respuesta en el crimen de JUANA BAUTISTA y el desplazamiento forzado en el río Naya desde hace 8 años. Renuencia, dilación y trabas jurídicas ha sido la respuesta a la solicitud de reconocimiento legal de la propiedad ancestral. Ambas situaciones expresan la ausencia de voluntad política del Estado colombiano de favorecer los derechos de los y las afronayeras, y con ello se pone en riesgo su existencia y pervivencia como pueblo tribal que hunde sus raíces en la África. Impunidad que anuncia la repetición del crimen. Negación de Titulación Colectiva que anuncia la apropiación ilegal del Territorio. Por ello, desde los Espacios de Refugio, desde las tradiciones, la danza, el arrullo y el alabao, desde el ser Nayero, se levanta la bandera de la defensa de la vida y el territorio y junto a ella la melodía de esta canción:
Vamos a la Batalla:
“Pueblo reunido, vamos a la batalla, vamos a luchar, por el río Naya (bis)
Cuando los antepasados llegaron a esta región le colocaron el nombre el pueblo de La Concepción
“Pueblo reunido, vamos a la batalla, vamos a luchar, por el río Naya (bis)
Se alimentaban con peces y también con animales comían la papayuela y también comían ñame
“Pueblo reunido, vamos a la batalla, vamos a luchar, por el río Naya (bis)
A nuestros antepasados les gustaba mucho la mina, era la única manera de ellos ganarse la vida
“Pueblo reunido, vamos a la batalla, vamos a luchar, por el río Naya (bis)
Aquí hay unos canalones donde ellos trabajaron, también unos cementerios donde fueron enterrados
“Pueblo reunido, vamos a la batalla, vamos a luchar, por el río Naya (bis)
Hubieron unos ancestros que fueron esclavizados se unieron la palenque y allí fueron liberados
“Pueblo reunido, vamos a la batalla, vamos a luchar, por el río Naya (bis)
De Naya a Buenaventura se llevaban 30 horas porque nuestros antepasados navegaban en canoas
“Pueblo reunido, vamos a la batalla, vamos a luchar, por el río Naya (bis)
Seguiremos trabajando con el arma que tenemos, el arma de la batea, la barra y el amocafre
“Pueblo reunido, vamos a la batalla, vamos a luchar, por el río Naya (bis)
Al señor Isabelino le queremos agradecer porque nuestro territorio no lo ha querido vender
“Pueblo reunido, vamos a la batalla, vamos a luchar, por el río Naya (bis)
Acá en el río de Naya como harta papa china y como sobremesa agua cristalina
“Pueblo reunido, vamos a la batalla, vamos a luchar, por el río Naya (bis)
Acá en el río de Naya no tenemos pobreza y por eso nuestros hijos no se van de la tierra
“Pueblo reunido, vamos a la batalla, vamos a luchar, por el río Naya (bis)
Consejo comunitario de la cuenca del río Naya, unámonos para ver si ganamos la batalla
“Pueblo reunido, vamos a la batalla, vamos a luchar, por el río Naya (bis)
Bogotá, D.C. 22 de abril de 2009
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz