Emberas expulsan a 5 paramilitares de las AGC de su territorio ante negligencia del Estado
En la última semana, la comunidad Embera de Nuevo Cañaveral se vio afectada debido a la presencia de paramilitares de las autodenominadas Autodefensas Gaitanistas de Colombia, AGC, amenazando su vida y su derecho al uso y goce del territorio.
El domingo 24 de marzo, sobre las 10:50 a.m., en el Resguardo de Nuevo Cañaveral, cinco paramilitares de las AGC intentaron cruzar el territorio mientras se desarrollaba una misión humanitaria médica internacional.
Los armados, cuatro de ellos con armas largas y vestidos de camuflado pixelado, uno vestido de civil armado con un revólver, y con radios de comunicación fueron abordados por la Guardia Ambiental y la comunidad quienes les rodeó ejerciendo su derecho a la vida y la autoprotección.
Los cinco paramilitares con distintivos de las AGC del Frente Carlos Vásquez, fueron trasladados hacia el caserío para dialogar y sancionarles por las permanentes actuaciones de la estructura armada contra las comunidades indígenas y negras de Jiguamiandó y Curbaradó, Pedeguita y Mancilla, La Larga Tumaradó.
Sólo dos de los paramilitares hablaron. Uno de ellos afirmó que por desconocimiento ingresaron al territorio mientras huían por combates que se presentaron el día anterior en Puerto Lleras, cabecera del Concejo Comunitario del río Jiguamiandó.
Otro de los paramilitares, mencionó que se había desmovilizado con las Autodefensas Unidas de Colombia y debido a incumplimientos del gobierno decidió volver a las armas. Afirmó que donde estaba el Estado, estaban ellos; sosteniendo que hacían operaciones conjuntas y que ellos no actuaban en contra del estado. Agregó que hacen “presencia nacional” y son una “organización fortalecida”.
A eso de la 1:20 p.m., la guardia terminó el diálogo sancionatorio e informó a las autoridades nacionales, a través de nuestra organización para que recogieran a los armados. Sin embargo, debido a la larga espera y al riesgo que significaba tener a los AGC en el territorio, la comunidad indígena los dejó ir en el punto conocido como Búfalo con el compromiso de estos de abstenerse de ingresar y violentar los territorios de las comunidades.
Ese mismo día más tarde, en Búfalo, se identificó una pinta con las iniciales AGC, en una de las casas que se encuentran al borde de la carretera. (Imagen 1)
El viernes 22 de marzo desde horas de la mañana miembros de las AGC hicieron presencia en Pueblo Nuevo. Sobre las 2:00 p.m., en la vía que conduce de Puerto Lleras a Pueblo Nuevo ejercían control cerca de 40 AGC, con camuflados e identificación del Frente Carlos Vásquez, con armas largas, en cercanías a la Zona Humanitaria. Dentro de esta habían siete paramilitares próximos a la escuela.
La guardia adelantaba vigilados de protección desde ese día, cuando hacia las 2:20 p.m., en la carretera que conduce de Pavarandó a Uradá- Jiguamiandó, en el punto conocido como Búfalo, cuando en espera a la misión humanitaria de salud, líderes indígenas y defensores de nuestra organización fueron observados y hostigados por “puntos”.
Un “Punto” que salió de una de casa de los empresarios ganaderos abordó a la guardia indígena de Nuevo Cañaveral preguntando por la presencia de los defensores. Sin respuesta alguna, “El Punto” se retiró del lugar.
Más tarde, sobre las 5:30 p.m., miembros de la guardia indígena de la comunidad, identificaron a paramilitares de las autodenominadas Autodefensas Gaitanistas de Colombia, AGC, vestidos de civil, haciendo rondas por el territorio al otro lado del río Urada frente el caserío de Nuevo Cañaveral.
Asimismo, el sábado 23 de marzo, hacia las 11:20 a.m., la guardia indígena se percató que varios AGC vestidos de civil y con armas cortas intentaron ingresar a la comunidad pero activado el mecanismo de autoprotección con la Guardia Ambiental, los armados huyeron del lugar.
Ese mismo sábado 23 de marzo en el caserío de Puerto Lleras, Territorio Colectivo de Jiguamiandó, a eso de las 6:10 p.m., aproximadamente 30 paramilitares de las AGC se dispersaron entre la población. Minutos después unidades del batallón Selva 54, provenientes del camino a Alto Guayabal dispararon generando terror en la población. Los disparos cayeron sobre techos de los pobladores, afectando viviendas y algunos motores fuera de borda. (Imagen 2-3-4)
La extraña operación armada de unos 17 minutos aterrorizó a los habitantes del caserío. Se reportaron inicialmente daños en siete viviendas, algunos muebles menores y un motor 15. Durante los días anteriores en el Jiguamiandó se constataron operaciones conjuntas de AGC y militares, tolerancia e inacción de las estructuras regulares con las irregulares, entre ellos la entrada de una panga a la altura de Pueblo Nuevo de mayor potencia a la usual en la zona.
Desde hace más de un mes las AGC vienen haciendo presencia en los territorios colectivos e indígenas del Jiguamiandó, en una operación contra insurgente por la presencia del ELN hacia Murindó. La operación se inició luego que empresarios ingresaran a predios colectivos para la compra de tierras y se conociera el interés de empresarios mineros por implementar fases de exploración y explotación.
Bogotá D.C., 24 de marzo de 2019
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz