Eduardo Loffsner Torres
Eduardo Loffsner Torres fue un hombre de compromiso político, motivo que lo condujo a organizar el Sindicato de Trabajadores la Universidad Pedagógica Nacional, donde, era trabajador de servicios generales, desde su labor siempre trato de exigir justicia social y procuró hacer paz.
Por su liderazgo social y político desde febrero de 1979 y marzo de 1983 fue detenido en la cárcel La Picota en Bogotá, luego de que miembros del Ejército Nacional lo detuvieran y lo torturaran, por oponerse al Estatuto de Seguridad del gobierno de Julio César Turbay, hechos que fueron constatados por medio de un informe de Amnistía Internacional.
Mientras estuvo preso, conoció a Luz Marina Hache, quien era funcionaria del Comité de Solidaridad de Presos Políticos y también, dirigente sindical en Sintrabanca, sindicato del Banco Cafetero, y luego se convertiría en su esposa. Cuando Eduardo obtuvo la libertad, su labor política no ceso, movilizandose constantemente entre Barrancabermeja y Bogotá.
En 1986, desde el 16 de noviembre, Luz Marina había realizado un viaje a Santa Marta por su trabajo, en ese tiempo Eduardo se mantuvo en comunicación; el día 18 de noviembre sobre la 5 de la tarde, le dijo a su esposa que la llamaba el 20 para saber cómo le fue y hablarían de encontrarse el 22 de noviembre en el lugar de siempre; el aeropuerto El Dorado, pero Luz Marina se quedó esperando esa llamada, hasta el día de hoy.
Es así como el 20 de noviembre de 1986 fue desaparecido en la ciudad de Bogotá. Desde ese mismo momento, Luz Marina, inició su búsqueda encontrando más incertidumbres que respuestas.
La cama estaba tendida, un libro abierto encima de la mesa, una rosa amarilla en su florero que era una botella de Postobón y sobre la cama un papelito -él siempre acostumbraba a dejarme notas “amor tal cosa…” un papel de esos. Fui a buscarlo inmediatamente donde una compañera que se llamaba Olga y la respuesta que me dijo: “¿Cómo así el negro no estaba con usted?
La pérdida fue muy dolorosa, pero Luz Marina siguió adelante con la lucha motivada por la memoria de su esposo. En la actualidad, como lo ha hecho toda su vida, trabaja por los derechos humanos; legado que transmitió a sus hijos quienes desde diferentes lugares, de diferentes maneras de expresar y desde diferentes roles, también defienden, exaltan y promueven los derechos humanos y la memoria de su padre.
Desde aquel noviembre, se arrebató la vida de Eduardo y para su familia inició una lucha en contra de la violencia política, ha hecho frente al silencio y el olvido que se quiere imponer.La memoria ha sido un elemento muy valioso para mantener vivo al “Negro” como cariñosamente lo llamaban sus familiares y amigos. Hoy, la desaparición forzada de Eduardo es un crimen más de terrorismo de Estado, donde la desaparición es total frustración no solo para las víctimas, sino ante el perdón y la reconciliación, por eso se exige saber la verdad para que esto no ocurra nunca más y para que sea posible un país con un futuro mejor.
Eduardo Loffsner Torres en la Memoria
Eduardo Loffsner Torres Sin Olvido