“Duque debe abandonar su militancia antiacuerdo”: exfiscal de la CPI
Después de ser el primer fiscal de la Corte Penal Internacional, el jurista argentino Luis Moreno Ocampo recorre el mundo como docente, analista y conferencista. Por estos días enseña en Harvard, en la Universidad Al-Quds de Palestina y en la Hebrea de Jerusalén. Sigue con entusiasmo lo que sucede con el Acuerdo de Paz en Colombia, que conoce en detalle. Cuando lo llamamos para consultar su opinión sobre las consecuencias del fallo de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), que le otorga la garantía de no extradición a Jesús Santrich, ya había leído las 148 páginas del auto. Esta es su opinión, impregnada del pragmatismo que lo caracteriza.
¿Cómo analiza el fallo de la JEP en el caso “Santrich” y la tormenta política que desató?
Colombia tiene un problema central de violencia, en el que desarmar a las Farc era un pedazo, pero una parte central también son las bacrim y el hecho de que haya aumentado la cantidad de tierra sembrada con coca. Hay una idea de focalizarse en los juicios a las Farc y no ver lo que sucede con problemas serios como el de Venezuela, que impacta al país de forma increíble. Colombia ha recibido con generosidad a más de un millón y medio de refugiados, tantos como los que han llegado a toda Europa. Allá hubo una crisis política por eso, y en Colombia se absorben sin mucho problema. Esta crisis hace que las bacrim y los grupos guerrilleros tengan refugio en Venezuela.
¿Se está desviando la atención?
Así como (Juan Manuel) Santos hizo un esfuerzo para lograr el Acuerdo de Paz con las Farc y (Álvaro) Uribe hizo un esfuerzo para controlar el territorio con las fuerzas de seguridad y hacer una desmovilización con los paramilitares, el desafío de Duque no son los juicios a miembros de las Farc, son las bacrim y la crisis con Venezuela.
Pero hay un interés legítimo del Gobierno de cambiar el Acuerdo.
Que salga bien la desmovilización de las Farc es parte de la tarea de Duque, pero atacar o replantear el Acuerdo es una mala idea. Si miembros de las Farc están involucrados en narcotráfico, deben ser investigados, pero eso no explica la cantidad de hectáreas sembradas con coca. Eso no tiene que ver con Santrich. El tema es cómo se enfrenta el problema de las bacrim, que no se soluciona bombardeando. Es un tema de control de los puertos, de manejo de las finanzas.
¿Qué falta para enfrentar esa amenaza de las bacrim?
Una estrategia ganadora, que no será solo militar. Ustedes han inventado una solución que mezcla Fiscalía, Policía y militares, lo que hace falta es una enorme capacidad de investigación. Ustedes tienen una Fiscalía muy grande, muy fuerte, esta es una oportunidad para que el nuevo fiscal focalice su esfuerzo en las bacrim y en la corrupción.
¿Qué piensa de las críticas que cayeron sobre la JEP por el fallo “Santrich”?
Si la Justicia para la Paz decidió que no hay evidencias, es un fallo que hay que respetar. Si hay pruebas nuevas, los jueces deben decidir sobre ellas. Lo que dice Iván Márquez es muy importante, hay que tenerlo en cuenta. Este Acuerdo, tan discutido y tan trabajado, más allá de que Duque esté en contra, ya se aprobó. ¡Ya está!, ahora hay que consolidarlo, no puede ser que revisar el Acuerdo con las Farc oculte los problemas de hoy, las bacrim y Venezuela.
¿Debe primar el derecho de las víctimas a la verdad, la justicia, la reparación y la búsqueda de la paz sobre la extradición?
Eso es muy particular de Colombia. Esa garantía de la paz que tienen en su Constitución no está en otras constituciones, es muy interesante. Ustedes son muy legalistas. Tal vez gracias a eso es que sobreviven como país y lo mantienen creciendo. La Corte Suprema tiene la facultad de hacer esa evaluación, decir: aunque haya pruebas, por encima está la paz.
¿Qué hacer para que estos choques entre justicia ordinaria y justicia transicional no generen tanta crisis?
El Acuerdo de Paz está legalmente garantizado, tiene la bendición del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, está blindado. El tema no hay que reabrirlo, hay que cerrarlo. Necesitamos que el Gobierno discuta con las Farc cuál es el acuerdo político que necesitan. El Gobierno no puede ir contra las leyes que se adoptaron. Internacionalmente lo que no se puede hacer es desconocer el Acuerdo. Duque puede abandonar su militancia antiacuerdo y abordar temas nuevos. El tema de las Farc es una distracción y tal vez su partido no lo apoye, pero ahí es donde se verá su liderazgo.
¿Cree usted que aprobar la extradición de miembros de las Farc podría abrir la puerta para que graves violaciones a derechos humanos queden en la impunidad?
Colombia inventó una solución que nadie había inventado: un Acuerdo de Paz con la posibilidad de exigir verdad, reparación y con un componente de justicia. Es una solución muy original internacionalmente, que solo se puede comparar con el acuerdo con los paramilitares. Ambos son novedosos y van mucho más lejos de lo que hizo Sudáfrica y es distinto a lo que pasó en Argentina o en Chile. En Colombia se trata de manejar violencia masiva durante gobiernos democráticos. El sistema de justicia para la paz es innovación pura. Colombia está liderando el mundo sobre cómo manejar esto de manera distinta. La implementación la está haciendo un gobierno distinto, con una visión distinta, y por eso existe tensión entre los jueces y los políticos. Me parece que el presidente Duque hizo bien en esperar los fallos. La justicia especial tiene un rol esencial y hay que respetarlo.
¿Nos pusimos muy creativos y por eso estamos en estos problemas?
¡Eso es Colombia! Ustedes inventan soluciones complicadas que son muy difíciles de implementar. Ustedes piden a la gente de afuera que les dé consejos, pero es al contrario, ustedes deberían darle consejos al mundo. Ustedes son muy sofisticados: los partidos, el discurso de las Farc, los grupos de derechos humanos. En la época de desmovilización de los “paras” se condenó poca gente, pero estuvieron presos ocho años. Ahora Uribe está reclamando lo mismo para las Farc, pero este acuerdo fue distinto. Lamentablemente no se logró hacer entender a quienes votaron por el NO que había que pasar la página. En Cartagena, en la firma del Acuerdo, estuvieron 17 jefes de Estado, 47 ministros de Relaciones Exteriores, incluido John Kerry, el secretario general de Naciones Unidas, la directora del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. ¡El |mundo como testigo del Acuerdo de Paz! Ese es un orgullo para Colombia y deben mantener ese orgullo mostrando que el Acuerdo funciona. Si esto fracasa y las Farc se retiran sería muy grave, no solo por este acuerdo, sino porque nadie más en el mundo creerá que los acuerdos de paz son posibles. Es mucho lo que está en juego.
¿Cómo analiza que el fiscal general renunciara como consecuencia del fallo de la JEP?
Ustedes le dan a ese hecho una relevancia que no tiene. El fallo no descartaba que la justicia colombiana investigara a Santrich y se acató, se cumplió.
Imagen:infobae