Detenido arbitrariamente afrodescendientes
En desarrollo de la operación militar encubierta en los alrededores de las Zona Humanitarias del Cacarica y la que se realizó el día jueves 13 de marzo donde ingresaron hombres armados, vestidos de camuflados, entre ellos, algunos con distintivos de la Brigada XVII se han conocido nuevos hechos:
1. Miércoles 12 de marzo, en horas de la tarde, el señor Carlos Quinto, habitante de las comunidades de Barranquilla, distante a dos horas de la Zona Humanitaria “Esperanza en Dios” fue detenido por un grupo de los “civiles” armados.
De acuerdo con testigos, luego de ser insultado, intimidado y amenazado, Quinto, fue llevado con las manos amarradas hacia la base paramilitar de La Balsa, distante alrededor de cuatro horas de la Zona Humanitaria “ Esperanza en Dios”.
2. Horas antes, un hermano del desaparecido fue detenido, amarrado y conducido a la Comunidad de Barranquilla donde fue liberado.
3. En el ingreso a la Zona Humanitaria “ Nueva Vida”, que se produjo a las 10: 15 hora local, el grupo de los armados, aproximadamente de 300, violó la Zona Humanitaria saltando la malla de La Vida que delimita la Zona Humanitaria, como lugar exclusivo de la población civil.
Al patriarca de la comunidad, a las mujeres y los misioneros de la iglesia católica internacional en presencia de observadores internacionales de Peace Brigades International (PBI), los armados, entre los que se encontraban 3 con pasamontañas, ante las exigencias de respeto a la zona, respondieron con amenazas de muerte a los líderes, a quienes señalaron como miembros y cómplices de la guerrilla, y a las mujeres como auxiliadoras, increparon a la comunidad a renunciar a su Proyecto de Vida, a abandonar la propuesta productiva y apoyar otras formas de producción que permitirán el “progreso”.
Los armados expresaron:
“ Somos el control de este territorio” (…. ) “ Dénos agua o es que tampoco se puede, como tampoco quisieron dejar entrar” “ somos la autoridad de la zona, somos los propios soldados campesinos, nuestro enemigo es la FARC, venimos a limpiar” “ estas comunidades camuflan la guerrilla” (… ) “ salgan a trabajar, esta tierra es bonita y es fértil, está mal aprovechada, ustedes viven con mucha necesidad, nosotros queremos que salgan adelante, que progresen, háganlo individualmente” “ ustedes todos patrocinan a la guerrilla” (…) “ si ustedes quieren hablen con nuestros altos mandos, hay que hacer el diálogo con nosotros, nos vamos a seguir viendo, nosotros estamos en Tumaradó, ahí los vemos a todos” “ por qué nos quieren sacar de aquí si no hacemos nada malo” (…) “ si van a denunciar, vayan, cojan el teléfono y llamen. A mí no me va a detener nadie pues tengo familia en la fiscalía, en el ejército, en la policía, en el gobierno todo es corrupción y nosotros ahí todo lo arreglamos” (…) “ ojalá venga el ejército y haga la limpieza que tiene que hacer aquí” “ustedes no gustan de nosotros, nos denuncian pero nosotros vamos a venir aquí a sacar a unos cuantos por encima de ustedes -refiriéndose a los dos acompañantes- por encima de ustedes y de quién sea” (…) “ si ahora fuera el caso iríamos casa por casa y sacaríamos armas y drogas, nosotros vamos a estar cerca y a quién necesitemos lo hacemos hablar, lo llevamos a donde estemos” (…) “ vamos a estar aquí, sin avisar que estamos aquí , y si hay una respuesta pues sufren las consecuencias” “ si matamos a alguien en el cruce de disparos van a decir que fuimos nosotros” (…) a ustedes mujeres huevonas (H.P.) piensen lo que van a hablar, ustedes no están hablando con cualquiera están tratando con gente preparada” (…) “nosotros tenemos una lista de los de la comunidad” “ ustedes aquí tienen unos manipuladores y unos ladrones de sus recursos” (…) “ vamos a estar en la zona: acostúmbrese “ (…) “Si vienen los helicópteros las abrazamos para que nos maten a todos”
La amenazas, las advertencias, las intimidaciones, y los señalamientos se hicieron en medio de la afirmación de la identidad y de los principios que identifican a la comunidad afrodescendiente como población civil. Los patriarcas – adultos mayores de la comunidad- las mujeres y los menores de edad exigieron y afirmaron a los armados:
“Respeten nuestra zona humanitaria, si ingresan es en contra de nuestra voluntad” (…) “Lo que ustedes dicen es falso, no tienen pruebas, lo que aquí hay es población civil” (…) “Dejamos constancia de que ustedes nos amenazan, que están violentando nuestra zona humanitaria. Nosotros somos población civil, ustedes violan nuestros principios, ustedes con las armas creen que tienen el poder pero aquí no hay armas ni armados, somos población civil”.
Luego de 45 minutos de permanecer en la zona humanitaria se retiraron del lugar a las 10:57 horas.
Los armados, de acuerdo con las últimas informaciones se encuentran en los alrededores de las zonas humanitarias y en la base militar de la Balsa.
En desarrollo de la ofensiva armada se evidencia nuevamente el pretexto de persecución a las FARC-EP para atacar a la población civil, la intencionalidad de rodear las zonas humanitarias e impedir el desarrollo de soberanía alimentaria de la comunidad afrodescendientes y mestizas que junto al bloqueo económico, pretenden asfixiarla alimentariamente, obligando a aceptar la explotación ilegal e ilegítima de los recursos forestales de la Empresa Maderas del Darién, la imposición del proyecto agroindustrial de Palma Aceitera y la siembra extensiva de hoja de coca.
Persiste el control de tipo armado encubierto dentro de la estrategia paramilitar que por ACCIÖN y COMISIÖN por OMISIÖN se continúa implementando debido a la Brigada XVII, a la impunidad en que se encuentra la “Operación Génesis” de 1997 y los más de 86 crímenes cometidos y los centenares de atropellos sufridos por las comunidades desde hace seis años.
Desde hace seis años en desarrollo de la Operación Génesis, al mando del General RITO ALEJO DEL RIO la extensión, consolidación y cualificación de la estrategia armada encubierta ha sido evidente, no solamente en el campo militar sino en lo social y político, copando administraciones municipales, intentado destruir o cooptar procesos sociales de autodeterminación, ampliando la frontera agrícola a través de la implementación de proyectos agroindustriales como el de la Palma Aceitera, la Coca y le extracción de recursos naturales como la madera.
Desde La Balsa, caserío, del territorio titulado colectivamente a las comunidades del Cacarica, las acciones de control y de represión se adelantan sistemáticamente, sin que el Estado colombiano haya adoptado las medidas requeridas en la Resolución del Defensor Nacional EDUARDO CIFUENTES, conocida en octubre del 2002.
El Estado colombiano ha desconocido las solicitudes presentadas en el marco de la Comisión Interamericana de derechos Humanos, desde el 17 de diciembre de 1.997 para evitar daños irreparables y la persecución de la población afrodescendiente a través de la destrucción de su entorno vital. Desde hace seis años y hasta hoy, la impunidad en los más de 86 crímenes y violaciones de derechos humanos persiste pues las instancias de justicia han sido negligentes y cómplices de las violaciones de los derechos humanos, pues no solamente no han actuado sino que han justificado la impunidad porque las víctimas o sus familias no han “colaborado” pero a pesar de sus testimonios, nunca han querido iniciar procesos judiciales contra los agentes estatales comprometidos en las violaciones de derechos humanos y nunca han explicado por que las declaraciones sobre la operación “Génesis” se extraviaron y por que el General RITO ALEJO DEL RIO ROJAS nunca ha sido vinculado a un proceso por desplazamiento.
Hacemos un llamado a la comunidad internacional para acompañar a las comunidades afrodescendientes desarrollando un monitoreo sobre las acciones de la Brigada XVII y la impunidad en que se encuentran desde hace seis años la operación militar que generó el desplazamiento, los crímenes, las desapariciones forzosas que ha sufrido la población; así como sobre la implementación de la extracción de los recursos forestales de la comunidad del Cacarica a través de la empresa Maderas del Darién, y el inicio de la siembra de Palma Aceitera y de Coca en el Territorio Colectivo del Cacarica con la protección de las estructuras armadas encubiertas
Marzo 14 de 2003
COMISION INTERECLESIAL DE JUSTICIA Y PAZ