Destrucción de propiedad de la familia Durango
El domingo 17 de febrero, hacía las 2:00 p.m., en la comunidad de Zapayal, Apartadocito, Territorio Colectivo de Curvaradó, la vivienda de Eduar Guisao Durango fue quemada por trabajadores del empresario Antonio Lopera.
Con la quema, se perdieron implementos básicos para la supervivencia, tales como camas, colchones, utensilios de cocina y herramientas de trabajo.
Desde hace un año, la familia volvió a su tierra y desde ese momento ha recibido amenazas por trabajarla y permanecer en ella.
La familia Torres, de este mismo territorio, ha sufrido amenazas de parte de un trabajador del empresario Antonio Lopera, quien les manifestó que la tierra no les pertenecía y que podían perder ese trabajo y hasta la vida.
Desde el pasado mes de octubre se han realizado las denuncias respectivas ante la invasión y persecución a la familia Durango como reclamante de tierras en el Territorio Colectivo de Curbaradó, sin que se hayan detenido los abusos de poder por parte de las autoridades del Consejo Comunitario y los empresarios con interés en el despojo, incrementándose la destrucción de la propiedad y el riesgo sobre la vida de quienes retornan al territorio.
Bogotá D.C., 17 de febrero de 2019
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz