Desplazamientos, confinamiento de emberas por operaciones armadas
En medio del pánico emberas piden presencia humanitaria
Desde el pasado jueves 4 de febrero en horas de la tarde el pueblo Emberá del río Murindó están en peligro inminente de su vida e integridad debido al desarrollo de hostilidades y operaciones armadas de los paramilitares de las AGC que actúan con respaldo de las Fuerzas Militares y la guerrilla del ELN alrededor de sus comunidades.
Ese día antes del medio día, 179 personas (40 familias) del Resguardo de Bachidubi y 15 personas de la comunidad de Guagua se desplazaron forzosamente hacia el caserío Viejo, ubicado a una hora de su lugar tradicional de habitación debido a las operaciones armadas entre los contradictores armados.
El lunes 8 de febrero hacia las 10:00 a.m. 23 familias, en total 104 personas, de la comunidad de Chimiadó, Murindó, Antioquia, se refugiaron en la escuela comunitaria por un enfrentamiento armado entre las AGC y el ELN, a 500 metros de la comunidad.
Dos días antes, el sábado 6 de febrero en horas de la tarde el Resguardo de Murindó, recibió una comunicación sonora de un supuesto mando del ELN que opera en la región en la que informaban para prevenir daños a las vidas de los civiles.
El ELN manifestó que desde el domingo 7 de febrero a las 2:00 p.m. nadie podría transitar por las trochas ni las siembras de Chibirico debido a la instalación de minas antipersona. Del mismo modo, restringieron la libertad de expresión prohibiendo a la población buscar señal para comunicarse. Finalmente en la comunicación prohibieron la actividad pesquera hasta nueva orden.
Hoy se reportó que en nueve comunidades indígenas Emberá el ELN se ha ubicado muy cerca de los caseríos, colocándoles en riesgo en medio de una ofensiva de operaciones de los paramilitares de las AGC.
La comunidad de Islas se encuentra sitiada y con profundo temor incluso a desplazarse por ser blanco directo de las operaciones armadas.
Un llamado urgente están realizando para lograr una misión humanitaria nacional e internacional con presencia de organismos civiles de gobierno y Estado.
La población embera no cuenta con alimento, medicina, ni agua, suficiente en medio de está situación de confinamiento y desplazamientos internos. Las mujeres y niños empezaron a presentar síntomas de gripe y paludismo.
Las comunidades Embera de Murindó ha vivido en medio de operativos y enfrentamientos armados hace más de un año, ahora con una situación de altísimo riesgo por la cercanía de los actores armados en confrontación en sus entornos de habitación.
Desde marzo de 2020 las comunidades Embera realizaron un llamado al gobierno nacional en cabeza del presidente Duque para un cese de fuegos conforme al llamado del Papá Francisco y el Secretario General de Naciones Unidas.
Desde esa fecha hasta hoy, no existe respuesta precisa del gobierno nacional y ninguna medida en materia humanitaria eficaz se ha adoptado.
Bogotá D.C., 10 de febrero de 2021
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz.