Desplazada la comunidad de vida y de trabajo En el marco de la desmovilización y del control militar del Estado

“Si el mal era dulce a su boca, si lo oculto bajo su lengua, si allí lo conservó y lo retuvo, y lo guardó en medio del paladar su comida se corrompe en el estómago, y se vuelve veneno en su interior. Tiene que vomitar las riquezas que tragó, la Vida las hace salir de su vientre” Job 20, 12 –15



Resumen

La actuación de tipo paramilitar desplegada dentro del lugar humanitario Finca “El Paraíso” en los últimos dos días, donde habitaron hasta hace pocas horas, los 108 integrantes de la Comunidad de Vida y de Trabajo fue abandonada por sus pobladores.

La intimidación, el saqueo de bienes de supervivencia, el hostigamiento, y la negación a los integrantes de la Comunidad de Vida y de Trabajo a vivir en su lugar humanitario sin la presencia paramilitar obligó al segundo desplazamiento de la población campesina de La Balsita.

Hoy los integrantes de la Comunidad de Vida y de Trabajo se encuentran en la Casa Indígena de Dabeiba a donde llegaron . Han abandonado su tierra en la que construían una propuesta como población civil en medio de la guerra afirmando integralmente sus derechos a la Vida y al Territorio


Detalles

° Martes 15 de junio, entre las 6:30 horas y las 7:00 horas aproximadamente, llegaron 4 “civiles” armados de la estrategia paramilitar encubierta a la finca “El Paraíso”, lugar humanitario de la Comunidad de Vida y de Trabajo. Se ubicaron en la casa central de la finca en la que habitan y cultivan productos de pan coger, 108 campesinos, la mayoría de ellos menores de edad.

Aproximadamente a las 7:30 horas, otro grupo se ubicó en la casa de los campesinos. Una de las acompañantes solicitó hablar con el Comandante del operativo militar para exigirle retirarse del lugar, pues su presencia coloca en riesgo a los integrantes de la Comunidad de Vida y de Trabajo. El paramilitar expresó que su nombre era “Héctor”, del Bloque “Elmer Cárdenas”, AUC, “afirmando que estaban iniciando presencia en todas las comunidades en donde no existe ley” (…) “estamos aquí para dar la seguridad que piden las comunidades, los pobladores de Dabeiba nos han pedido que estemos si no nos hubiéramos ido ”. A la reiteración de la exigencia de respeto del espacio humanitario, se negaron a abandonar el lugar, expresando “nosotros hacemos presencia en comunidades sin ley, como está, donde el Estado no hace presencia. A nosotros no nos cobijan medidas cautelares de esa Comisión Interamericana de derechos Humanos ni nada de eso, URIBE ha dicho que podemos entrar por donde queramos”

Minutos después regresaron a la casa central de la Finca Comunitaria.

A eso de las 10:00 horas, por uno de los filos que bordea la Finca “El Paraíso” de la Comunidad de Vida y de Trabajo ingresó un grupo de 50 hombres armados, vestidos de camuflado. Este grupo se ubicó en la casa central de la Comunidad de Vida y de Trabajo.

Hacia las 16:00 horas llegaron otros 40 hombres armados, vestidos de camuflado, con armas largas y cortas que ingresaron a la Finca “El Paraíso” por el filo de la montaña que bordea el lugar humanitario.

Minutos después, a eso de las 16:45 horas, provenientes del casco urbano de Dabeiba en una camioneta blanca ingresó a la propiedad comunitaria y lugar humanitario, vestido de civil el comandante paramilitar, cuatro hombres mas vestidos de civil y 3 de camuflado, uno de ellos con la cara tapada. Una vez en la casa principal de la finca comunitaria, los de la camioneta hicieron formar a todos los armados, bajan dos costales con dinero y proceden a pagarles uno a uno de los paramilitares.

Ante la presencia de misioneras de la iglesia católica se molestaron, señalando como mayor insistencia a quiénes exigieron respeto por el lugar humanitario, y la salida inmediata del lugar.

A las 17:15 horas la camioneta se retira del lugar transportando solo a los hombres de civil y el comandante

Hacia las 18:00 horas se retiraron cerca de 106 hombres armados, vestido de camuflado y con armas largas, otros 44 salieron sin ser vistos por los miembros de la Comunidad de Vida y de Trabajo. Dentro del grupo se encontraba un armado con el rostro cubierto. Mientras iban saliendo del lugar expresaron “vamos a entregarnos, a desmovilizarnos, no más vamos a desplazar más” Otros se reían y decían: “hasta la vuelta desplazados”

° Miércoles 16 de junio, a las 10:30 horas pobladores del lugar humanitario recorrieron la finca encontrando debajo de matas de sus siembras y del Monumento en Memoria de sus asesinados, 40 morrales de campaña. En los alrededores de la Casa Central de la Finca una bolsa gris de alimentación de uso exclusivo de las Fuerzas Militares con los siguientes datos: “RAPI FOOD Contrato 089 M BN-EJC Febrero 2004 Vence Diciembre 2004”

A la 13:40 horas, CARLOS FRANCO, de la Vice Presidencia de la República fue informado telefónicamente del hecho asumiendo el compromiso de “mover las cosas para ser atendidos”

A las 15:00 horas la personería municipal manifestó que no podía hacer nada. El funcionario público expresó que no sabía si los hechos tenían que ver con el proceso de desmovilización de los paramilitares. Se excuso justificando la posibilidad de presencias armadas que impedirían su acceso a la finca “El Paraíso”, y la imposibilidad de lograr autorización del Alcalde municipal.

A las 20:15 horas, nuevamente ingresó un significativo número de paramilitares, rodeando las casas en que dormían los integrantes de la Comunidad de Vida y de Trabajo. Los armados se distribuyeron de a tres o cuatro por cada casa.

Hacia las 22 00 horas los paramilitares dijeron: “hoy nos corrieron, pero mañana ya verán”, mientras otros gritaban. Nuevamente la camioneta blanca ingresó al lugar humanitario

° Jueves 17 de junio hacia las 8:00 horas nuevamente se concentraron los paramilitares en la Casa Central de la Finca “El Paraíso”.

Hora y media después se dividen los paramilitares en varios grupos entre los rastrojos y los filos de la propiedad humanitaria, en actitud de guardia.

Posteriormente, integrantes de la Comunidad de Vida y de Trabajo, y un acompañante de nuestra Comisión de Justicia y Paz encuentran una placa de identificación de las Fuerzas Militares en las que se lee: “Batallón de Infantería Número 32. General PEDRO J BERRIO SLV Cartagena Cartagena JORGE ELIÉCER CC 71988617 O + POSITIVO”

Constataron que una de las piezas de habitación de los acompañantes fueron saqueda. La puerta fue tumbada, las medicinas donadas por la Comunidad Hermana de Seatle, USA y la solidaridad de la iglesia católica Alemana destruidas. Las siembras de fríjol pisoteada, y la cosecha de cebolla robada

Ante la presencia permanente de los paramilitares en el entorno de la propiedad humanitaria, los miembros de la Comunidad de Vida y de Trabajo se vieron obligados a desplazarse forzosamente hacia el casco urbano del municipio de Dabeiba, distante a 15 minutos de la Finca “El Paraíso” , donde se hay una presencia permanente de unidades de la policía y de los militares de la IV Brigada, tanto, como de paramilitares.

Hacia las 10:30 un grupo de 4 mujeres se desplazaron. Otro grupo de 21 adultos y 36 niños salieron. Un último grupo hacia las 15:00 horas abandonaron el lugar humanitario.

Al parecer a las 21:00 horas un grueso grupo de paramilitares estaban ingresando al casco urbano de Dabeiba provenientes del caserío de La Estrella, donde se encuentra ubicada la Finca “El Paraíso”

Hoy los integrantes de la Comunidad de Vida y de Trabajo se encuentran en la Casa Indígena de Dabeiba a donde llegaron . Han abandonado su tierra en la que construían una propuesta como población civil en medio de la guerra afirmando integralmente sus derechos a la Vida y al Territorio

Líneas de Interpretación

La ausencia de una respuesta preventiva oportuna y eficaz de las instituciones estatales y gubernamentales que desde hace meses han conocido la presión de las unidades de la IV Brigada para que los integrantes de la Comunidad de Vida y de Trabajo participen de las Políticas de “seguridad democrática”; la ausencia de respuesta ante los abusos de autoridad permanente de esta fuerza regular contra la Comunidad de Vida y de Trabajo; la ausencia de una actuación eficaz de organismos de control ante la detención arbitraria de un menor de edad; la ausencia de actuación de los efectivos policiales y militares frente a los miembros de los grupos de “civiles” armados que se pasean por las calles del casco urbano de Dabeiba; la ausencia de una actuación estructural ante la connivencia, percibida por delegaciones internacionales de los Estados Unidos, de los agentes estatales con las estructuras paramilitares; la ausencia de una actuación en debido proceso, imparcial, pronta, oportuna ante más de 300 crímenes muchos de ellos de Lesa Humanidad en los que se patentiza cuando no la actuación conjunta, la complicidad en el desarrollo de las estructuras armadas encubiertas desde 1.996; la ausencia de una respuesta integral a las medidas cautelares que cobijan a esta comunidad se encuentran como telón de fondo de una situación endémica y estructural que lleva ya 7 años, y que hoy en el marco de la desmovilización de las estructuras de tipo paramilitar muestra sus efectos reales sobre la población civil.

La interpretación de tipo paramilitar es un ejercicio de presión a la Comunidad de Vida y de Trabajo en su decisión de ejercer el Derecho a la Verdad, a la Justicia, y a la Reparación Integral. Es una forma de pretender controlar la presencia humanitaria y de evitar el ejercicio de memoria y de ejercicio de denuncia con claridad que la comunidad ha puesto en conocimiento del Estado colombiano y de la comunidad internacional respecto a la actuación conjunta, a la complicidad y a la unidad de acción de militares de la IV con los paramilitares, a la connivencia de estructuras paramilitares en el casco urbano de Dabeiba, unidades policiales y militares; y a la denuncia de un peaje paramilitar permanente en la carretera que conduce a Medellín, a escasos tres minutos del casco urbano.

Solicitudes

Exigir al Estado Colombiano el cumplimiento de las medidas cautelares resueltas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos resueltas a favor de la Comunidad de Vida y de Trabajo de La Balsita, ubicada en el lugar humanitario de la Finca “El Paraíso”

Exigir al Procurador General de la Nación, EDGARDO MAYA VILLAZON y al Defensor Nacional del Pueblo, WOLMAR PEREZ, la presencia inmediata de delegados del nivel central que corroboren los graves daños y afecciones de la Comunidad de Vida y de Trabajo y su presencia permanente. Exigir a los organismos de control la presencia permanente en el albergue en que se encuentran los desplazados de la Comunidad de Vida y de Trabajo.

Exigir al Fiscal General de la Nación, LUIS CAMILO OSORIO, el estado de las investigaciones por las actuaciones de tipo paramilitar realizadas en la Comunidad de La Balsita desde 1.996 que generaron desplazamientos forzosos; el estado de las investigaciones de los más de 300 crímenes cometidos desde 1.996, preguntando bajo que hipótesis de conexidad se están investigando, la vinculación de agentes estatales a los procesos.

Exigir al Delegado de la Organización de Estados Americanos, OEA, SERGIO CARAMAGNA se pronuncie públicamente sobre lo acontecido con la Comunidad de Vida y de Trabajo, y las actuaciones que asumirá frente a esta grave situación, en las que de facto se ha desconocido la Convención Americana de Derechos Humanos.

Bogotá, D.C junio 18 de 2004
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz