Declaración final del encuentro artístico, cultural y popular de jóvenes construyendo paz en los territorios
Las y los jóvenes de los procesos organizativos de los territorios colectivos de Jiguamiandó, Curvaradó y Cacarica junto con hermanos de Dabeiba, integrantes del CONPAZ Comunidades construyendo paz en los territorios, realizamos nuestro primer encuentro juvenil artístico, cultural y popular en nuestros territorios del 06 de mayo al 10 de mayo del 2014.
Jiguamiandó. Mayo del 2014.
Reunidas y reunidos el 06 de mayo en la Zona Humanitaria Las Camelias es tesoro con las delegaciones invitadas realizamos la apertura al evento para partir el día 07 de mayo a nuestra cuenca hermana de Jiguamiandó a la Zona Humanitaria Nueva Esperanza.
En este encuentro hubo el espacio de compartir las distintas experiencias vividas en cada uno de nuestros procesos organizativos, se dio a conocer nuestra propuesta CONPAZ (comunidades construyendo paz en los territorios) con el apoyo de nuestros líderes y lideresas. Sacamos mesas de trabajo en las que se discutieron y trabajaron los siguientes temas:
JÓVENES PENSÁNDONOS EN LOS TERRITORIOS
Nosotras y nosotros nos pensamos desde la defensa de la vida y el territorio dentro de los territorios, para vivir felices, con paz. Soñamos, queremos y deseamos un territorio sano, libre y digno, donde no haya más muerte, violencia, sangre derramada, ni conflicto, en el que podamos dormir tranquilos sin estar pensando que en algún momento nos pueden matar. Queremos tener voz y voto en las decisiones sobre nuestras organizaciones, nuestros procesos, nuestras comunidades y nuestra nación. Nos pensamos un territorio donde podamos desarrollar nuestros propios proyectos productivos, no los de las empresas, en los que tengamos una comercialización directa de nuestros productos sin intermediarios, para poder generar nuestras propias posibilidades de empleo, queremos un transporte para comercializar libre, limpio, sin vinculación con mafias o paramilitarismo, queremos conservar nuestras tradiciones culturales, como bailes, cantos, trovas, creencias etc.
Le decimos no a la guerra, porque ella se dirige a los jóvenes, quiere implicarnos en ella y nosotros creemos que militarizandonos a los jóvenes y a nuestros territorios la guerra nunca se va acabar. Educarnos es decirle no a la guerra, nosotros ahora somos el presente y futuro de nuestras comunidades, así que pensamos implementar y fortalecer nuestra educación propia para formar un currículo que abarque las necesidades que tenemos para la defensa del territorio. Nuestra declaración artística la hicimos a partir del siguiente vallenato:
…Y tenemos la forma pa poder resistir
Y es la de educarnos para un mejor vivir
Por eso les decimos a los jovenes de aquí
Que juntos de las manos podemos resistir
A todos los patriarcas les queremos pedir
Que no nos dejen solos pa poder resistir.
NOSOTRAS Y NOSOTROS HABLAMOS DE JUSTICIA E IMPUNIDAD
En esta mesa se habló de la necesidad de conocer la verdad, a través de la recopilación de memorias, con el fin de llevar a cabo una efectiva reclamación de derechos; además de la urgencia de que las voces de quienes integramos las comunidades sean oídas y de que se fortalezca cada vez más la organización, es decir, que haya un tejido social que defienda el accionar político de nuestras comunidades. Lo anterior con el objetivo de que aquellas estigmatizaciones que algunos medios de comunicación construyen en torno a nuestros procesos organizativos sean transformadas.
Por otro lado, las/os participantes de la mesa también hicimos énfasis en que la impunidad ostenta diferentes formas de expresión, una primera que tiene que ver con el silenciamiento de aquellas voces de denuncia, lo que prolonga la injusticia; una segunda relacionada con la criminalización que recae sobre los procesos organizativos gestados en las comunidades y una tercera que tiene que ver con el olvido por la falsedad latente en muchos de los relatos que se refieren a nuestro accionar como comunidades. Así mismo, se insistió en la poca legitimidad que ostentan los mecanismos de castigo propios de la justicia ordinaria, pues ésta sólo aumenta la impunidad. En este sentido, se recalcó la importancia de seguir defendiendo aquellos elementos posibilitadores de construcción autónoma, como lo son la educación y economía propias, las redes de comunicación y los espacios de encuentro, en aras de articular el proceso de resistencia y confiar en las potencialidades de cada cual, buscando además, forjar y consolidar alianzas con organismos nacionales e internacionales, para lograr construir justicia. De forma que la propuesta de socialización de nuestra mesa fue la creación de un mural colectivo con la frase: “Sí el gobierno no construye justicia nosotras las comunidades erradicamos la impunidad con fe, esperanza y sin olvido” y alrededor imágenes alusivas a la educación y economía propias y a las redes de comunicación, como la radio comunitaria de Cacaricá.
JÓVENES TEJEDORES DE NUESTRA EDUCACIÓN PROPIA
CACARICA
Nuestro Colegio Integral CAVIDA, empezó con un grupo de 15 personas, hoy cuenta con más de 32 estudiantes provenientes de distintas comunidades de la Cuenca. Actualmente, se está trabajando para certificar nuestro Colegio, se han hecho trabajos de concientización y contamos con un fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, para la reparación como víctimas del desplazamiento forzado que vivimos en el año 97, en el que exigiremos el acceso a la universidad. Nos falta fortalecer el trabajo en áreas como las matemáticas, tecnología, artes y adecuar espacios para una biblioteca y centro de tecnología (…) El Colegio ha graduado a la mayoría de jóvenes de las Zonas Humanitarias, y algunos de ellos ya son maestros de nuestras comunidades, y otros cursan sus carreras técnicas y profesionales.
JIGUAMIANDÓ
En estos momentos los profesores no asisten al Colegio por el alto riesgo, lo que ha implicado que la primaria en ocasiones permanezca sin clases. Para el bachillerato hay que desplazarse a Camelias para recibir la semana de clases en el Colegio de la Asociación de las familias de los Consejos Comunitarios, pero en este no contamos con garantías de alimentación, por lo cual se hace necesario un restaurante escolar, así como también, computadores, internet, que garanticen el acceso a la tecnología. Asi mismo consideramos que es necesario definir un proyecto de educación superior para los estudiantes que se gradúan de once (…) En el Jiguamiandó se cuenta con educadores comunitarios y etnoeducadores, quienes por varios años se han hecho cargo de los procesos de Educación propia en las comunidades.
CURVARADÓ
Nuestro proceso educativo empezó con varios proyectos comunitarios, el de alfabetización de mayores, fortalecimiento de procesos organizativos con la niñez, los jóvenes, las mujeres, con proyectos de artesanías, noches de cuentos y comunitarias. Luego, con la conformación de la Asociación a partir de familias de los consejos comunitarios de Curvaradó y otras Cuencas, se ha venido creando la propuesta educativa comunitaria, encaminada a la enseñanza de la educación propia y a la defensa del territorio, las materias que se dictan son mundo social, mundo natural, pensamiento matemático y humanidades y lenguaje, entre otras. El lema del Colegio es: “Construyendo el futuro desde la resistencia”, el Colegio tiene un convenio con el Claret para la certificación y se les paga 40.000 pesos por semestre, los profesores los aporta la Comisión de Justicia y Paz. Actualmente se cuenta con aproximadamente 66 estudiantes. Nuestra declaración artística se representó por medio de un sociodrama.
CONSTRUIMOS PAZ DESDE LOS TERRITORIOS
Nosotras y nosotros construimos paz desde los territorios con la construcción de nuestra educación propia, con la consolidación y fortalecimiento de nuestras Zonas Humanitarias para la defensa de la vida y el territorio. Nuestra identidad está ligada a nuestros principios culturales y de ancestralidad. La paz la construimos en nuestros territorios desde el respeto al medio ambiente, viviendo en armonía con él, planteando un desarrollo comunitario justo y solidario. Afrontamos con unidad y organización la vida en nuestra titulación colectiva. Sabemos del derecho a la consulta previa a nuestras comunidades y exigimos se haga real para que no se explote indiscriminadamente nuestros territorios. Tenemos nuestras propuestas de vida en bases de una salud propia, para que se han formado personas de nuestras comunidades, desarrollamos nuestros propios planes educativos y en otros procesos se están gestando. Construimos paz desde el respeto a las y los mayores, a nuestros patriarcas y matriarcas, aprendemos de sus saberes ancestrales. Nuestra base fundamental para la paz es el respeto, la humildad, la esperanza, la libertad y el amor, para una paz verdadera. Nosotras y nosotros hablamos de paz porque la hemos construido desde el momento en que nos desplazaron forzosamente de nuestros territorios, la hemos vivido y por eso tenemos la experiencia para seguir caminando propuestas por la PAZ. La declaración de nuestra mesa de trabajo fue un teatro.
Luego de las mesas de trabajo, se socializaron las declaraciones artísticas a través de: teatro, murales y cantos. También hubo espacio para las competencias y el trabajo en equipo, el cual llamamos Ghynkana, en donde reflexionamos que teniendo unidad podemos lograr muchos objetivos y lo asimilábamos a nuestros procesos de resistencia.
Algo muy importante para nuestro encuentro fue que tuvimos espacios para realizar noches comunitarias y culturales, tardes deportivas y baños comunitarios en el rio, con un cierre cultural animado por el rap, dinámicas, sociodramas, trovas paisas y chocoanas, poesías, performance, entre otras. El cual, termino con la tradicional bulla en la que bailamos mapale, baile tradicional, champetas, vallenatos y más. Esos espacios nos permitieron compartir historias y memorias personales y de los procesos de las comunidades, además, fortalecer los lazos de amistad, hermandad como jóvenes que seguimos luchando por un territorio sano y una educación propia para nuestras futuras generaciones.
De nuestro encuentro como jóvenes del Bajo Atrato chocoano y Dabeiba, se construyeron colectivamente y por iniciativa propia, las siguientes propuestas:
• La creación de una organización juvenil en la que participamos distintos jóvenes de los procesos organizativos del CONPAZ. La cual, ya cuenta con un grupo base de 11 personas, las cuales nos encontraremos cada dos meses para planear y llevar a cabo acciones conjuntas y trabajos locales.
• La realización más frecuente de encuentros para el fortalecimiento de la organización juvenil.
• Nuestra participación y compromiso con las propuestas del CONPAZ, para la construcción de una verdadera paz con justicia social.
Así como construimos propuestas, nosotras y nosotros como organización juvenil, también planteamos las siguientes exigencias:
• El derecho a ser escuchadas/os por la sociedad colombiana, por el gobierno nacional y a nivel internacional, como jóvenes que construimos paz desde los territorios, una paz con verdad, justicia y solidaridad.
• Que se nos respeten nuestras propuestas como jóvenes que defendemos la vida y el territorio dentro del territorio y que hemos sido afectados por el conflicto armado interno en nuestro país.
• Se nos tenga en cuenta en las mesas de negociación de la Habana-Cuba por la paz, ya que como población civil somos y hemos sido los más afectados por el desplazamiento forzado, el paramilitarismo, las multinacionales y empresas interesadas por el control de nuestros territorios. Así como también, pedimos se nos incluya dentro de la coordinación de CONPAZ con dos representantes de las y los jóvenes, para articular nuestra propuesta organizativa y juvenil con varios jóvenes del país.
• Una verdadera restitución de los territorios colectivos, que sea transparente, se dé con el territorio saneado como lo vivían nuestros ancestros, con nuestras propuestas de economía y de educación propias de acuerdo a nuestro plan de ordenamiento territorial autónomo. Una restitución donde no pongamos más muertos, ni víctimas jóvenes como Samir Ruiz.
• Fortalecimiento de nuestros propios medios de comunicación como el periódico escolar, las emisoras comunitarias, equipos de trabajo para las y los comunicadores populares.
• Exigimos el reconocimiento a las propuestas educativas comunitarias que adelantamos para tener certificación como educación propia. Así como también exigimos la construcción de un centro de educación superior dentro del territorio como alternativa para las/os jóvenes bachilleres de nuestras zonas rurales, o hacer real el acceso a becas o cupos en las universidades públicas del país.
• Conocer y tener acceso a políticas locales y públicas que reconozcan nuestros derechos como comunidades afromestizas en los territorios.
• Exigimos que se nos respete el derecho a la objeción de conciencia, en nuestra decisión de decirle no a la guerra, rechazamos el reclutamiento forzado como víctimas del desplazamiento forzado. Esperamos que haya agilidad al tramitar nuestras libretas militares en nuestras regiones. Finalmente, exigimos no se sigan militarizando nuestros territorios ya que por ley no se pueden establecer bases militares en los territorios colectivos y menos de manera inconsulta como las que se encuentran ahora en Cerro Mocho-Cacarica y Llano Rico-Curvaradó sin el consentimiento de nuestras comunidades.