Declaración de confinamiento – Resguardo Humanitario Biodiverso Santa Rosa de Guayacán
Somos una comunidad del pueblo Wounaan, asentados desde hace 37 años en la comunidad Santa Rosa de Guayacán, ubicada en la Cuenca del Bajo Calima, Municipio de Buenaventura, zona de conflicto armado interno con presencia de diferentes estructuras armadas que ponen en riesgo nuestra seguridad y vida.
En 1989 nos fueron reconocidas 236 hectáreas en calidad de resguardo indígena, conformado actualmente por 35 familias, 155 habitantes y tras las situaciones de riesgo vividas en el 2011 se nos otorgaron medidas cautelares por la CIDH.
Gracias a la situación de conflicto que presentamos hoy en nuestro territorio, la población indígena de santa rosa de guayacán. está en una situación de confinamiento; los habitantes no están saliendo de sus viviendas para el desarrollo de sus actividades diarias, lo que genera condiciones de bienestar precarias, por lo que se requiere una atención humanitaria, brigada de salud, alimentación, presencia de los defensores del pueblo, procuraduría, ministerio del interior, etc. y también entes independientes e internacionales.
Tal como lo manifestamos en la reunión de las medidas cautelares nos preocupa el incumplimiento a algunos acuerdos en el marco de las medidas cautelares sobre todo en materia de seguridad, como lo es el control perimetral por parte de la fuerza pública y la presencia de un puesto de control en la boca del Calima, como se acordó en la mesa de conversatorio con el canciller y el ministerio de gobierno en Bogotá el día 20 de febrero de 2017.
Situación que expone la vulnerabilidad de los habitantes, generando miedo y zozobra tras acciones violentas por parte de diferentes estructuras armadas que atentan contra la vida y los DDHH, imposibilitando así el aprovechamiento y goce del territorio.
Hoy el Resguardo Humanitario Biodiverso Santa Rosa de Guayacán, se encuentra en situación de confinamiento tras la retención y el posterior asesinato de una mujer afro que se transportaba en la embarcación de servicio público en trans papayo el día domingo 7 de Julio de 2019, donde alrededor de unos cuatro hombres abordaron la lancha entre la comunidad de San isidro y la Trojita en el Bajo Calima, sacando a la mujer quien se dirigía a Copomá, Chocó quien posteriormente aparece sin vida en la orilla del río.
A lo largo del año se han presentado situaciones de intimidación y hostigamiento a diferentes comunidades del Bajo Calima y Bajo San Juan que limitan la movilidad y desarrollo de prácticas ancestrales como la pesca en el territorio.
Los horarios de tránsito están siendo controlados por estructuras armadas, quienes transitan por el río y cobran multas o amenazan a quienes se transporten después de las 5:00 pm. Estos por lo general visten de civil y se movilizan en lanchas de alta gama con motores 200.
En el mes de mayo se dieron persecuciones a la lancha de la institución educativa wounaan, donde se transportan niños, niñas y jóvenes estudiantes, del resguardo santa rosa de Guayacán con 12 los jóvenes que se tienen que transportar hasta puerto Pizario en el san juan para recibir sus clases, quienes corren peligro en cada trayecto y quienes son vulnerables a un posible reclutamiento.
El 27 de agosto del 2018 hombres de civil armados con palas, machetes y armas de fuego cortas pretenden reclutar a una mujer del resguardo para que realizara oficios varios de cocina y aseo. Esta situación cada vez es más cercana al resguardo, pues en el presente año en comunidades cercanas al parecer el ELN ha dejado mensajes de aviso amenazando con reclutar jóvenes, situación que ya se ha dado en el San Juan.
El 12 de Febrero de 2017 el Resguardo Humanitario Biodiverso Santa Rosa de Guayacán vuelve a vivir el desplazamiento forzado, hacia el municipio de Buenaventura, donde somos ubicados en el colegio deportivo Caiju. Este desplazamiento se debe a la tortura de un líder de nuestra comunidad llamado Kley Chamapuro y por la presencia de grupos armados nuestro territorio.
Situaciones que se han exigido en el marco de las medidas cautelares en pliego de peticiones, donde se exige y acuerda ante diferentes instancias las garantías y la seguridad requerida por el Resguardo. El bajo Calima ha sido históricamente una ruta del Narcotráfico, como pobladores evidenciamos el uso del río y la tierra para las actividades de tráfico de coca, donde incluso nos hemos visto afectados en los procesos de erradicación que se han llevado a cabo; en el 2012 tras la erradicación con glifosato, las comunidades vivimos y sufrimos la contaminación de las aguas y las enfermedades que traía el consumo de estas.
Durante el mes de Julio de 2010, los paramilitares amenazaron y forzaron el desplazamiento de pobladores afro descendientes y de 43 familias indígenas de las comunidades del Chocó y de Palestina de la cuenca del río San Juan y de la cuenca del Bajo Calima; en estos hechos, los paramilitares asesinaron a dos afrodescendientes Juan Bautista Murillo y Edwin Pedroza.
El día martes 3 de agosto de 2010, en el territorio Nonam observamos la presencia de civiles vestidos de camuflado y con capuchas, en los ranchos de nuestros lugares de trabajo, quienes al ser descubiertos, nos amenazaron de muerte y prohibieron denunciar su presencia. Razón por la cual desde el miércoles 4 de agosto, todas las familias que pertenecen a nuestra comunidad nos vimos obligados a declararnos como desplazados a nivel nacional e internacional, en el municipio de Buenaventura en donde permanecemos en un albergue temporal en el Barrio Isla de Paz, en condiciones infrahumanas, por la falta de alimentación, salud, vivienda digna, servicios básicos de agua, energía y alcantarillado.
En el año 2004, los paramilitares asesinaron a la joven afro descendiente, Zoraya Manyoma González de 14 años de edad, quién pertenecía a nuestro cabildo y vivía en la comunidad. Este operativo, produjo el desplazamiento de algunas familias Nonam al municipio de Buenaventura, mientras otras se quedaron resistiendo en el territorio. En estos hechos perdimos todo, las siembras de pan coger y los animales. El Estado no prestó ninguna ayuda a nuestras familias que se encontraban desplazadas en Buenaventura quienes tuvieron que regresar sin garantías y con medios propios a la comunidad.
Nosotros como autoridad y como defensores de la vida y del territorio, Exigimos al gobierno nacional que existan garantías de seguridad y permanencia en nuestro Resguardo, donde podamos realizar libremente cualquier actividad en nuestro territorio. Recalcando la responsabilidad de protección de las fuerzas militares en los puntos estratégico del control perimetral en la zona de rio Calima y en el rio San Juan.
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Imagen: Archivo.