De paradojas y contradicciones

Un ejemplo de paradojas es: ¿puede un ser libre, basado en su libertad, escoger la esclavitud? Una aplicación actual sería la siguiente: ¿Puede un país, basándose en su soberanía, aceptar que otro Estado con mayor ejército controle su territorio cuando esto precisamente le reduce la soberanía?

Si se aduce que el Estado de opinión es un concepto superior al Estado de Derecho, ¿por qué no se aplica esa tesis al caso suramericano, cuando la opinión mayoritaria de los jefes de Estado coincide en que la permanencia de tropas extranjeras afecta la seguridad de todos los países?

Hay hechos que deben avergonzar al país como son los asesinatos fuera de combate y ante los cuales la opinión internacional es menos tolerante que la interna. Era de esperar que las instrucciones del primer comandante del Ejército en la posesión del Ministro de Defensa fueran exigir como prioridad que esta horrorosa violación de derechos humanos no volviera a ocurrir; por el contrario, se le fijó como meta cerrar filas para la defensa de los acusados. Por supuesto que el derecho de defensa y la presunción de inocencia son inalienables.

Si la guerra frontal contra las drogas es exitosa, ¿por qué desde su inicio, en la década de 1970, las plantaciones y la producción de coca se han multiplicado, y hoy Colombia es el primer productor, arrebatándole el puesto que ostentaba Perú cuando se inició la ofensiva en Colombia? ¿Cómo se explica el éxito cuando hay un creciente consumo interno, casi inexistente al inicio de esta política? Por otra parte, la forma en que se desarrolla esta guerra ha generado inmensos recursos que alimentan los ejércitos irregulares y aplazan el logro básico de un Estado de Derecho (no sé si también en el de opinión), “el monopolio de las armas en cabeza del Ejército con sujeción a las leyes y la Constitución”.

Tal vez Colombia es el único país en el cual el cohecho y el enriquecimiento a favor de terceros son delitos unipersonales. Se ha castigado a quien recibe el soborno, pero se alega que no hay sobornador. Se ha condenado por enriquecimiento ilícito a favor de terceros, pero el tercero ha sido declarado inocente. Sólo falta que se acepte como delito la violación unipersonal, algo tan exótico como las anteriores.

Para eludir el trámite ante el Congreso o el Consejo de Estado, requerido para el tránsito de tropas extranjeras, se argumenta que no son de tránsito sino que serán permanentes. Si se requiere autorización para lo menos, con mayor razón para lo más.

Al mismo tiempo que no se ahorran métodos, aun legales, para obtener la aprobación del referendo reeleccionista, el Ejecutivo declara que no es conveniente para el país la perpetuación de un gobernante en el poder.

En un gobierno que no se caracteriza por el sentido del humor, cuando se descubren manipulaciones para obtener prebendas o votos, aquellas se minimizan con la frase “Era un chiste”; los casos de la notaría de Tunja y los mensajes de texto durante el trámite reeleccionista son algunos ejemplos. Es bueno recordar que Amos Oz dice que los fundamentalistas se reconocen porque no se ríen.

Se creía que las paradojas sólo eran un recurso poético, o de lógica matemática, evocaban ejemplos del tenor “elocuente silencio”, “los gritos del susurro”, “esta frase es falsa”… En Colombia las paradojas y contradicciones oficiales son una nueva fuente de ejemplos.

* Rector Universidad Jorge Tadeo Lozano.