Cumbre de los pueblos: Declaración del Panel Ecuménico
Los sectores de iglesias y ecuménicos participantes de la Cumbre de los Pueblos hemos analizado, desde nuestra experiencia social, de fe y a la luz de la palabra de Dios, la realidad en la cual vivimos en nuestra región, tanto en el norte, en el centro y en el sur, especialmente la forma como se ha incrementado la militarización de la vida cotidiana y privada…
Cartagena, viernes 13 de abril de 2012
Análisis socio-eclesial y desafíos del Panel Ecuménico en la Cumbre de los pueblos
Los sectores de iglesias y ecuménicos participantes de la Cumbre de los Pueblos hemos analizado, desde nuestra experiencia social, de fe y a la luz de la palabra de Dios, la realidad en la cual vivimos en nuestra región, tanto en el norte, en el centro y en el sur, especialmente la forma como se ha incrementado la militarización de la vida cotidiana y privada. En este análisis se resaltó que la doctrina de la guerra hoy se basa en el control social, en el control de la mente y el corazón de los seres humanos. Esto se refleja en los manuales de guerra que se aplican en la región donde se incluye utilizar estrategias sicológicas antes, durante y después de las acciones militares. El escenario de la guerra ya no se limita al control del territorial y de los recursos económicos, sino que ahora las guerras buscan también la dominación de la mente y el cuerpo de las personas y apunta a la construcción de un pensamiento único. Además, se utiliza la cooptación de las organizaciones sociales, especialmente de indígenas, afrodescendientes y populares. Esta estrategia ve a las ONGs de derechos humanos y de paz como parte de la subversión. Tanto la estrategia militar como la economía neoliberal funcionan de la misma forma. Quienes toman las decisiones para hacer las guerras y para imponer políticas y tratados económicos a los pueblos lo hacen desde lugares lujosos y sus decisiones producen la acumulación de ganancias en pocas manos y la muerte de cientos de miles de personas, de pueblos, de culturas y de la creación de Dios.
Estamos ante un sistema económico que pretende controlar toda la vida y ocupar el lugar de Dios para no tener quien le ponga límites. Este sistema engaña incluso a muchos cristianos que lo adoran y le sirven como si fuera el Dios de la tradición Bíblica. Su centro es una economía de mercado con el principio que el capital está por encima de la dignidad humana, del trabajo y del cuidado de la naturaleza. Esté modelo tiene crisis cíclicas pero tiene la capacidad de rehacerse y mostrarse como único y eterno. Es un sistema que produce idolatría ya que exige sacrificios y víctimas con el engaño de producir prosperidad y salvación. El dios de este modelo exige una codicia ilimitada y fomenta una espiritualidad individualista y pragmática donde el único valor es el cálculo de la ganancia económica y política, este es él dios que Jesús llamó MAMMON. Por esta razón este capitalismo neoliberal no quiere aparecer como ateo y materialista; por eso no critica la religión, sino que la manipula y secuestra sus símbolos.
Ante esta realidad cotidiana los sectores sociales y grupos cristianos venimos intentando resistir y crear alternativas con iniciativas que se compartieron en nuestro panel. Entre estas podemos resaltar el trabajo de grupos ecuménicos en el norte y en el sur para cerrar la Escuela de las Américas, hoy llamada Instituto para la Seguridad en el Hemisferio. También ha sido de inspiración el trabajo por la objeción de conciencia a la militarización de la vida cotidiana que realizan iglesias y organizaciones cristianas. De la misma manera nos producen esperanza los modelos de integración que buscan romper con este sistema económico e introducen auditorias a la deuda externa, organizan el banco del sur, así como la propuesta de los pueblos indígenas de incluir la perspectiva del buen vivir como una forma de organizar la sociedad, la cual ya ha sido incorporada en las constituciones de Ecuador y Bolivia. Estas iniciativas han surgido de los movimientos sociales después de muchos años de lucha y trabajo donde hemos estado participando iglesias y organismo ecuménicos. En esta participación hemos aprendido que si deseamos contribuir con cambios significativos tenemos que trazar estrategias a largo plazo. Por esta razón es importante aprovechar los foros sociales y de los pueblos para fortalecer las propuestas y aplicación de las mismas entre los diferentes estamentos de la sociedad civil y en las iglesias. En este contexto afirmamos la esperanza como ejercicio de lectura concreta de la realidad que quitas ilusiones falsa y facilistas de la vida para confrontarnos con el compromiso de la vida digna anunciada por Jesús.
Como tenemos esperanza damos razón de ellas y nos comprometemos con los siguientes:
Desafíos y propuestas
• Ampliar el trabajo de la objeción de conciencia al servicio militar a la objeción de conciencia al neoliberalismo y a toda forma de militarización de la sociedad. En esta perspectiva necesitamos desneoliberalizar nuestras conciencias o dicho de manera bíblica no podemos seguir pensando y actuando con los criterios de este mundo neoliberal que se nos impone con su lógica de muerte y destrucción humana y de la naturaleza. De acuerdo con esto seguiremos trabajando para que se cierren la Escuela de las Américas, todas las bases militares de los Estados Unidos en los países de la región y se cesen los tratados de libre comercio que se han firmado con la lógica neoliberal.
• Fortalecer la participación y articulación como sector ecuménico en los movimientos sociales y populares en lo local, cada país y en la región. De acuerdo con esto agradecer a las organizaciones ecuménicas que participaron esta iniciativa y pedirles que incrementen su apoyo y acompañamiento a los sectores cristianos presentes en esta cumbre y otros con interés en participar foros sociales similares a este.
• Las iglesias y como cristianos tenemos el desafío de formarnos y conocer las experiencias de alternativas políticas y económicas que están surgiendo en la región. Necesitamos conocer y profundizar desde nuestra perspectiva de fe en experiencias como el socialismo del siglo XXI, el buen vivir y los nuevos paradigmas que se construyen desde el sur que recuperan lógicas de nuestros pueblos ancestrales y ecológicas.
• Es urgente que como iglesias y sectores ecuménicos implementemos un programa regional con estrategias de Incidencia para la defensa de los derechos humanos, el cuidado de la creación y la inclusión social. Este necesita partir de la formación y de la realidad concreta de las comunidades e iglesias que acompañan a los grupos vulnerables y a las victimas del sistema económico que pretende dominar el mundo.
• Las expresiones de sectores de la sociedad civil y de la conferencia episcopal en Colombia pidiendo resolver el conflicto por medio de la negociación política, así como el dialogo epistolar de Colombianas y Colombianas con el ELN y la FARC donde estos grupos manifiestan voluntad en resolver el conflicto por medios políticos y el interés mostrado por el presidente Santos para dialogar con ambos grupos, alimentan nuestras esperanzas que es posible la paz en nuestro país. Por esta razón nos comprometemos en Fortalecer y ampliar un movimiento ecuménico en Colombia y en la región para trabajar por la solución negociada del conflicto armado en Colombia, por la reparación y la restitución de la tierras a los desplazados y victimas que permita la paz como fruto de la justicia.
Los cristianos, personas de fe, jóvenes, mujeres, indígenas y afrodescendientes participantes en este panel tenemos la esperanza y trabajaremos para que pronto podamos celebrar una sola cumbre, donde los pueblos y los gobernantes que responden los intereses populares estemos juntos debatiendo y encontrando alternativas a los problemas que tenemos, sin dominación de unos sobre otros y sin excluir a ningún país, pueblos y sector social que trabaja por una vida digna, con justicia y anhela vivir en paz.
Organizaciones participantes en el panel que subscriben esta declaración:
Justapaz,-
La Comisión de Restauración Vida y Paz de CEDECOL-
Red Ecuménica de Colombia-
Consejo Latinoamericano de Iglesia-
CREAS-
Cristianos por la Paz con Justicia y Dignidad-
Programa de Paz de Desarrollo y Paz del Canal del Dique-
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz-
Programa Ecuménico de Acompañamiento en Colombia (PEAC)-
Ministerio de Diaconía de la AIEC-
Acción Permanente por la Paz (EEUU),-
Hermandad Presbiteriana por la Paz (EEUU)-
Movimiento por la Reconciliación (EEUU)-
Red de Lideres Religiosos de Chicago (CRLN)-
Iglesia Presbiteriana de Colombia-
Visión Mundial-Barranquilla-
Colectivo Ecuménico de Biblista (CEDEBI)-
Animadores de Ética y Valores-
Servicio Paz y Justicia en América Latina (SERPAJ-AL)-
Movimiento Social por la no violencia. Aquí estoy País-
Confluencia de mujeres del Atlántico-
Universidad Reformada-
Universidad de Antioquia-
Comunidad Cristiana la Unción-
ANDAS-Cartagena-
ASOAGROBOL-
Asociación Nacional Agropecuaria, Camino Verde-
ASODESBOL-El Salado, Bolívar-
Mujeres Progresistas-
Fundación Visión Verde-
Cabildo Indígena-Pueblo Nasa, Univalle-
Seglares Claretianos –
Mencoldes.