Cumbre de los Pueblos censura que EE.UU. imponga agenda del hemisferio
Con una movilización en la que participaron alrededor de 8 mil personas, culminó la V Cumbre de los Pueblos: La verdadera voz de las Américas que se reunió por espacio de tres días en Cartagena de Indias.
Representantes de movimientos sociales y sectores políticos del continente debatieron sobre la realidad socioeconómica y política del hemisferio y acordaron solidificar la articulación de la lucha social con el propósito de reivindicar los derechos sociales y apostar por una verdadera integración hemisférica sustentada en la solidaridad.
La Declaración Final de la Cumbre de los Pueblos 2012, censura el hecho de que Estados Unidos insista en imponer la agenda internacional del hemisferio y se muestre como una nación que defiende los derechos humanos cuando jugó papel protagónico en el golpe de Estado en Honduras contra el presidente constitucional Manuel Zelaya; sigue manteniendo un inicuo bloqueo económico y comercial a Cuba, le apuesta a la desestabilización de Haití; y no obstante a los anuncios, no ha desmantelado el campo de concentración de prisioneros en Guantánamo.
Critica también que el presidente Obama no cumplió su promesa hecha en la anterior Cumbre de las Américas, de construir una nueva relación con América Latina, al tiempo que persiste en su oposición a que Argentina ejerza su legítima soberanía territorial sobre las islas Malvinas.
La Cumbre de los Pueblos considera además que los tratados de libre comercio que impulsa el gobierno de Washington, constituyen un obstáculo grave para la integración regional.
También llamó la atención sobre los daños socioambientales irreversibles que causan varias empresas transnacionales de origen canadiense que desarrollan actividades exploratorias en megaminería a gran escala, violando los derechos de los pueblos y sus territorios.
Otro de los aspectos enfáticos del encuentro continental de movimientos sociales, fue el que tiene que ver con el acaparamiento de tierras que atenta contra la seguridad alimentaria de los países del hemisferio y termina violando su soberanía.
En materia de avances, la declaración final de la Cumbre de los Pueblos resaltó los procesos de integración que se vienen dando como la consolidación de organismos como el ALBA, Unasur y la CELAC que fundan las relaciones internacionales en la solidaridad y no en el libre comercio.
Estos progresos integracionistas deben propender por avanzar hacia la superación del modelo extractivista y agroexportador, que está causando enormes conflictividades sociales, ambientales y políticos en el continente, sugiere la Cumbre de los Pueblos.
También hace un llamado al movimiento social latinoamericano y a los sectores políticos progresistas a pugnar el modelo de libre comercio y a articular la lucha para derribar este esquema que está genera grandes inequidades sociales.
Al mismo tiempo, la Cumbre de los Pueblos exige la eliminación de las bases militares norteamericanas en la región, la cancelación de los ejercicios militares, el cierre de la Escuela de las Américas y la suspensión del Sistema Interamericano de Defensa.
Considera muy negativa para el desarrollo social, la promoción indiscriminada de la inversión extranjera y afirma que “los derechos de los inversionistas no pueden estar por encima de los pueblos y la naturaleza”. En ese sentido, condena los intereses de las transnacionales en el continente que son actores principales del modelo extractivista de recursos naturales.
Finalmente, saluda la nueva arquitectura financiera regional con la irrupción de mecanismos como el Banco el Sur, el Fondo de Reservas Latinoamericanas y enfatiza su exigencia de restablecer el derecho a Cuba a pertenecer al sistema multilateral, comenzando porque Estados Unidos termine su bloqueo económico que ya lleva más de medio siglo y que constituye una clara violación a los derechos humanos y a la autodeterminación de los pueblos.
El Espectador, 15 de abril de 2012