Control territorial por paramilitares de las AGC en el Territorio Colectivo de Cacarica
La obligación de recibir los llamados “Puntos” en las pocas comunidades que aún se niegan, la condición de guardar silencio ante sus movimientos y actividades la siembra exponencial de coca, el control en dinámicas de deforestación sobre el Parque Nacional de los Katíos, y el reclutamiento de jóvenes son algunas de las nuevas definiciones territoriales de los paramilitares de las AGC en medio de la presencia militar regular, en el territorio colectivo de Cacarica.
Delegaciones nacionales e internacionales han observado las operaciones de los llamados “Puntos” en el puerto de Turbo, en Bocas del Atrato, Tumaradó, El Tigre, Travesía (Puente América), La Honda, Río Sucio.
Pobladores expresaron hoy, 16 de septiembre que las AGC les prohíben realizar registro fotográfico amenazando con sanciones públicas o asesinatos a quienes lo hicieran.
Los llamados Puntos que se camuflan entre la población controlan los movimientos de los lancheros y de los bienes que transportan, y promueven el desarrollo de proyectos productivos, realizan préstamos a las comunidades para algunos emprendimientos. Algunos AGC han manifestado que se llaman la “Empresa”, e indican que están para facilitar dinero para que los habitantes desarrollen cualquier tipo de proyecto. Un grupo de los llamados “Puntos” tienen como blanco de sus actuaciones a las mujeres, a algunas de las cuales les hacen ofrecimientos a cambio de favores sexuales, inducción a la prostitución, o en otros casos, de acosos sexuales y de intimidación a las mujeres que realizan actividades cotidianas en el río.
En una de las recientes reuniones en cinco comunidades, las AGC manifestaron que las tierras que estén sin trabajar serán ocupadas por nuevos parceleros para su desarrollo. En las reuniones realizadas durante las últimas semanas han censado a la población, la clasifican por edad y género, agregando, que su papel es solucionar los conflictos entre los pobladores. Han planificado en cerca de 21 comunidades trabajos comunitarios, ofrecen invertir en caminos, puentes e industria, con la condición de estar a su favor.
Recientemente, cerca de 20 de integrantes de las AGC se trasladaron de día en medio de diversas comunidades con armas largas y brazaletes de las AGC.
El pasado 11 de septiembre se reportó la captura de 7 integrantes de las AGC en una operación militar y policial. (Le puede interesar: A la cárcel 7 presuntos integrantes del Clan del Golfo en Riosucio (Chocó)) Primera acción después de dos años de denuncias. A las pocas horas, ya estaban unas nuevas unidades de las AGC en el lugar con más presión sobre la población a la que conciben como sapos.
Algunos de los integrantes de las operaciones de las AGC son ex integrantes de las FARC, que firmaron el Acuerdo de Paz, y han aparecido en el Territorio Colectivo de Cacarica en los dos últimos meses.
Su rol está subordinado a mandos antiguos de las AGC que desde 2016 se instalaron en el interior del territorio colectivo con más de 120 hombres. Los excombatientes están recibiendo pagos superiores a los del proceso de reincorporación. Los pagos a los civiles para vincularse a las AGC oscilan entre un millón quinientos mil de pesos, expresaron pobladores en la ciudad de Medellín.
Extraña a los pobladores de Cacarica que la ocupación de tierras, la definición de su uso y el proyecto de repoblamiento sea conocido sin respuesta estatal alguna. E incluso, que los procesos eleccionarios cuenten con una interferencia criminal de fondo que permita unas libres elecciones.
Las siembras de coca y la deforestación propiciada con la coincidente operación de las AGC, sigue su curso sin actuación eficaz, e integral alguna del Estado.
Bogotá D.C., 16 de septiembre de 2019
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz