Continúan las acciones de tipo paramilitar

“Los ojos de los ciegos se despegarán, los oídos de los sordos se abrirán” Isaías 36, 5


RESUMEN

Hace ya casi un mes las operaciones de tipo paramilitar originaron el desplazamiento del más de un centenar de integrantes de la Comunidad de Vida y de Trabajo de La Balsita, que habitan la Finca “El Paraíso”, antigua propiedad conocida como Caracolón – La España.

En el día de hoy miércoles 14 de julio, integrantes de la comunidad acompañados por un observador internacional e integrantes de nuestra Comisión Justicia y Paz se dirigieron en horas de la mañana al lugar humanitario para recuperar productos de pan coger, que hagan sobrevivible la situación de su desplazamiento.

En horas de la tarde “civiles” con armas cortas ingresaron nuevamente al lugar humanitario expresando que allí había una guarnición, que venían por la tropa. Debido a la negativa de la población y de los acompañantes de brindar información por respeto a los principios de protección de no entregar información a las partes y de exigir respeto a lugar humanitario, los paramilitares se retiraron del sitio.

Al finalizar la tarde con algunos productos para sobrevivencia los campesinos regresaron a la Casa Indígena que se ha convertido en el lugar de refugio temporal de la población.

La presencia de tipo paramilitar pretendidamente invisible es develable enfrente de la ceguera institucional. Sus actuaciones que pretenden ser disimulada a través de nuevos modos de estar dentro del casco urbano de Dabeiba no niega su movilidad, su existencia ni la evidente complicidad con que aún se mantiene un peaje en el que cobran sin ningún reato el paso por el lugar.

La actuación paramilitar en el lugar humanitario de la Comunidad de Vida y de Trabajo evidencia la ausencia de medidas preventivas eficaces que posibiliten un retorno con dignidad y con garantías; la inacción del aparato judicial en investigaciones que hayan sancionado y castigado a los responsables de dos desplazamientos, y de más de tres cientos crímenes cometidos desde 1.996 por estas mismas estructuras armadas con un mismo móvil, método y frente a pobladores civiles; la inoperancia de las actuaciones del ejecutivo a fin de evitar daños irreparables a la vida, a la integridad personal y crear condiciones para la libre asociación y el ejercicio del principio de distinción.

DETALLES

* Martes 13 de julio un grupo de “civiles” armados de la estrategia paramilitar ingresó al caserío de Antadó cruzando por el lugar humanitario de la Comunidad de Vida y de Trabajo de la que fueron desplazados la totalidad de sus integrantes por el accionar de este mismo grupo.

* Miércoles 14 de julio, pobladores de la Comunidad de Vida y de Trabajo, acompañados por un observador internacional y un integrantes de nuestra Comisión Justicia y Paz que se dirigieron hacia la Finca de la que fueron desplazados, observaron el sobrevuelo entre las 9:00 horas y hasta las 11:30 de dos helicópteros de la Fuerza Aérea Colombiana sobre el lugar humanitario

Mientras los pobladores de la Comunidad de Vida y de Trabajo recogían parte de la cosecha de maracuyá fueron abordados por un “civil” con arma corta perteneciente a los paramilitares, quién les solicitó información sobre la situación de Dabeiba, a lo que los pobladores civiles se negaron a responder por sus principios como población civil.

Hacia las 15:30 horas, nuevamente dos hombres vestidos de “civil” ingresaron en una motocicleta al lugar humanitario del que fueron desplazados los miembros de la
comunidad de Vida y Trabajo La Balsita de Dabeiba.

Los paramilitares se dirigieron al lugar habitacional preguntando a un miembro de la
Comunidad de Vida y de Trabajo por la presencia de la tropa. Posteriormente uno de ellos se dirigió al integrante de nuestra Comisión Justicia y Paz, al exigírsele respeto al lugar humanitario expresó: “¿hay gente por aquí de nosotros”?. Al preguntarle nuevamente por su identidad respondió: “nosotros somos los paracos, yo tengo una guarnición por
Aquí, vengo por eso”. El paramilitar haciendo caso omiso de la exigencia de abandonar el lugar expresó: “¿esta es la finca Caracolón?, es que aquí hay una guarnición”.

Cinco minutos después de exigencia para abandonar el lugar humanitario, los paramilitares se retiraron del lugar en su motocicleta

Aproximadamente a las 16:15, cuando los miembros de la comunidad se aprestaban a
regresar al lugar de refugio en Dabeiba, ingresaron al lugar humanitario dos
motocicletas taxis. En cada una de ellas dos paramilitares, uno que horas antes estuvo en el lugar humanitario.

Los paramilitares preguntaron a la comunidad y los acompañantes internacional y nacional “¿han visto algo por aquí?”. Al exigírseles respeto al lugar humanitario por ser actores armados, uno de ellos expresó :¿“ a ustedes quién les dijo”? Los “civiles” armados de la estrategia paramilitar insistieron en preguntar: “¿por aquí hay alguna tienda?”, de nuevo se reafirmó que no se entrega ninguna información a la partes. Los paramilitares molestos abandonaron el lugar hacia las 16:28.

* A las 16:50 horas nuevamente los “civiles” armados de la estrategia paramilitar se dirigieron hacia el casco urbano del municipio de Dabeiba..

LINEAS DE INTERPRETACIÓN

Nuevamente la actuación de tipo paramilitar pretendidamente invisible es develable enfrente de la ceguera, a la sordera, y a la supuesta invalidez institucional que no propicia actuaciones conforme a los deberes constitucionales, las recomendaciones de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos y las mismas medidas cautelares que desde enero de 2002 han sido resueltas a favor de la Comunidad de Vida y de Trabajo.

La actuación paramilitar en el lugar humanitario de la Comunidad de Vida y de Trabajo evidencia la ausencia de medidas preventivas eficaces que posibiliten un retorno con dignidad y con garantías. Es evidente la inacción del aparato judicial en investigaciones que hayan sancionado y castigado a los responsables de dos desplazamientos, y de más de tres cientos crímenes cometidos desde 1.996 por estas mismas estructuras armadas con un mismo móvil, método y frente a pobladores civiles de estas comunidades campesinas. La impunidad, la ausencia de investigaciones serias y profundas muestran nuevamente sus secuelas en lo que hoy sucede.

La inoperancia de las actuaciones del ejecutivo de modo estructural a fin de evitar daños irreparables a la vida, a la integridad personal y crear condiciones para la libre asociación y el ejercicio del principio de distinción se evidencia nuevamente en medio de procesos de institucionalización del paramilitarismo.

Bogotá, D.C 14 de julio de 2004
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz