Continua la afectación territorial contra el Cabildo Nasa Kwesx Kiwe por parte de la Fuerza Pública
Ayer jueves 1 de agosto en horas de la mañana al Cabildo Nasa Kwesx Kiwe desembarcaron 2 helicópteros con aproximadamente 50 0 60 efectivos del ESMAD reforzando las operaciones que realizan erradicadores arbitrariamente desde el pasado lunes 29 de julio.
Ante el respeto exigido por la comunidad y el desconocimiento del derecho de consulta, los efectivos regulares manifestaron que los Nasa carecen de un Resguardo reconocido por el Ministerio del Interior.
Desde el pasado 29 de julio las erradicaciones forzosas se iniciaron desconociendo los derechos indígenas. Desde ese día hasta hoy se han erradicado cerca de una hectárea afirman los Nasa.
Es de anotar que la Corte Constitucional reconoció en la sentencia T-300 del 2017 que las comunidades Nasa del Putumayo no han sido debidamente consultadas ante el desarrollo de estos procesos en sus territorios, ordenando no desatender la consulta previa, libre e informada como un derecho fundamental del reconocimiento de la identidad cultural-ancestral y la autonomía territorial.
La comunidad Nasa continúa siendo violentada y atropellada por la Fuerza Pública pese a que en el mes de septiembre del año 2018 las autoridades del cabildo radicaron ante el Ministerio de Defensa y Batallón de Ingenieros No 27 las razones y argumentos jurídicos por los cuales exigen respeto de su territorio.
Igualmente, el Cabildo es reconocido en la resolución No 0066 de la dirección de asuntos indígenas del Ministerio del Interior con identificación de los límites del territorio ancestral pretende evitar acciones contra derecho como las que se han presentado.
La tensión, la zozobra, la incertidumbre y la indignación del pueblo Nasa ante estas actuaciones armadas y forzosas dentro de su territorio están desconociendo derechos fundamentales que contradicen los preceptos del presidente Duque al referirse a un gobierno de la legalidad.
Bogotá D.C., 02 de agosto de 2019
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz.
Imagen:Carlos Ortega / EL TIEMPO.