Comunicado de presos políticos y prisioneros de guerra de Palogordo
Desde las prisiones de Colombia, regidas por leyes absurdas no por justicia, los presos políticos y prisioneros de guerra, acudimos a la opinión pública para denunciar la violación reiterada de los DERECHOS HUMANOS…
a la que somos sometidos de parte de la empresa UT-MACSOL- prestadora del servicio de alimentación a toda la prisión; esto por el repetido incumplimiento del contrato No 030, celebrado entre el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario –INPEC- y la empresa antes mencionada, irregularidades e incumplimientos sucedidos al parecer, ante la mirada omisiva y sospechosa de la administración de la penitenciaria. Las irregularidades que a diario se presentan y que hoy hacemos conocer son las siguientes:
El gramaje de los productos para la preparación de los alimentos, son reducidos a la mitad. Anomalía ésta que fue informada al director del establecimiento penitenciario Teniente ALVAREZ CARDENAS DAVID, en derecho de petición recibido el día 30 de mayo de 2012. En igual sentido, 21 de junio de 2012 por problemas de gramaje nos vimos obligados a regresar el pollo, por cuanto el gramaje establecido en el menú patrón debe fluctuar entre 60 a 70 gramos y el que se nos pretendía entregar oscilaba entre 45 a 55 gramos. Este problema ha sido una constante en aproximadamente 20 meses de ejecutoria del contrato. La empresa ha entregado las carnes (pollo, res, cerdo) todo este tiempo quince gramos menos de lo establecido en el menú patrón.
Igualmente, la materia prima que ingresa la empresa al interior de la cárcel, es de mala calidad, sin temor a equivocarnos son los productos más baratos del mercado. Por lo anterior, los días, 17 y 18 de Junio y 2 y 3 de julio no recibimos el arroz ya que presentaba un olor fétido razón por la cual consideramos este producto no acto para el consumo humano.
Los utensilios que se utilizan para transportar la alimentación, son productos reciclados, algunos de los cuales tienen etiquetas con la advertencia de no reciclar, de este suceso la administración guarda registro fotográfico y no ha hecho nada al respecto.
Los horarios en los cuales obligan a los presos a laborar, son largos y extenuantes, incumpliendo el contrato en la cláusula primera, literal, h, en la que establece una intensidad máxima de ocho (8) horas diarias, a la cual la empresa hace caso omiso y los obliga a laborar jornadas de dieciocho (18) horas, sin remuneración alguna por las horas extras.
Todo esto sucede, como se dijo antes, bajo la mirada negligente de las autoridades del INPEC. Estas son algunas pocas de las tantas irregularidades del servicio de alimentación prestado por la empresa UT- MACSOL, bajo la tutela de los servicios públicos del INPEC. Si esta es la institución que tiene la responsabilidad de hacer que los presos respeten las leyes y retomen un camino legal, que podemos esperar de este objetivo o acaso los que realmente se constituyen un peligro para la sociedad son los que cobijan con leyes injustas y a capricho del legislador.
Vale la pena reflexionar sobre este asunto. Mientras tanto seguir sometidos a las raciones de hambre que es lo único que nos proporciona esta empresa, que firmó un contrato por la no despreciable suma de veintiséis mil ochocientos treinta y seis millones trecientos siete mil cuatrocientos veintinueve pesos, y eso que según el estado y los medios masivos de desinformación en COLOMBIA NO SE VIOLAN LOS DERECHOS HUMANOS.
Julio 4 de 2012.
PRESOS POLÍTICOS Y PRISIONEROS DE GUERRA
COMUNIDAD No 3
PENITENCIARIA DE GIRÓN (PALOGORDO) SANTANDER