Carta de Salvatore Mancuso a Álvaro Leyva
Cárcel de Irwin, 3 de septiembre de 2020
Doctor
ALVARO LEYVA DURAN
E. S. M.
Respetado doctor Leyva:
Reciba un cordial y respetuoso saludo, he recibido la carta enviada por usted, en la que nos invita a continuar trabajando por las víctimas y la paz del país.
Doctor Alvaro, usted fue el gestor de un encuentro vía telefónica, entre el señor RODRIGO LONDOÑO ex comandante máximo de las desmovilizadas FARC y el suscrito, un momento histórico para el país, pues, desde orillas contrarias, pensamientos totalmente opuestos y con situaciones personales y jurídicas totalmente desiguales, hallamos en un dialogo corto, concreto y sincero, algo que nos unió, en lo que coincidimos totalmente, como lo es, la necesidad de que el país conozca la verdad del conflicto armado, sin ambigüedades, de forma completa y que esta sea contada de CARA AL PAÍS, donde las víctimas sean honradas por nosotros con esa verdad, lo que he venido haciendo desde cuando me desmovilicé, con el único objetivo de que dicha verdad sea el cimiento sobre los cuales, se construya y transforme Colombia en un mejor país, impidiendo que se repitan esos actos que enlutaron y dañaron las vidas de miles y miles de nuestros hermanos colombianos, por eso, la mejor forma de reparación es que no solo se conozca la verdad, sino también, como una forma de no repetición que genere acciones efectivas e incluyentes por parte del Estado colombiano.
Doctor Leyva, es el momento de que todos los actores armados que hicimos y hacen parte del conflicto armado interno y el propio Estado, nos sentemos de forma sincera en un solo lugar y de cara al país, sin permitir que la verdad sea secuestrada o manipulada, sin importar a quien beneficia o perjudica, puesto que, la verdad es la verdad, es indispensable que aceptemos nuestra responsabilidad, las asumamos con absoluta y total humildad y compromiso, de no hacerlo, pasaran otros 50 años de conflicto y seguiremos presenciando mas desplazamiento forzado, enterrando más muertos, el narcotráfico alimentando la guerra, como lo ha hecho y lo sigue haciendo y con gobiernos indiferentes e indolentes ante esta realidad y sin hacer nada para evitarlo, pues las víctimas son colombianos indistintamente de la orilla en la que estén.
El país merece la verdad sobre todo lo ocurrido en el conflicto armado interno colombiano, contada por todos los que estuvimos inmersos en el mismo, yo lo he venido haciendo desde hace 15 años, pero a quienes no les interesa que se conozca la verdad, tratan de hacerme ver como si no lo hubiera hecho, esta es una estrategia de intimidación, es por eso, que se
hace indispensable y necesario que las verdades sean conocidas en tiempo real, sin ediciones y sin limitaciones. No olvidemos, que las víctimas aún lloran sus muertos, llevan su dolor y su luto en el alma. El conflicto armado colombiano afectó a millones de conciudadanos; el solo desplazamiento forzado de cientos de miles de familias durante décadas de atroces aconteceres, causado por todos los actores del conflicto motivado o con la aquiescencia del Estado, ha puesto en el escenario del mundo el “vergonzoso espectáculo” de un país cruel con sus propios hijos y los gobiernos sin hacer nada real y seguro para que esto no siga sucediendo.
Se dice en Colombia que lo que está ocurriendo actualmente con mi situación jurídica, carcelaria, migratoria, es una estrategia o justificación para no contar la verdad, nada más alejado de la realidad, es absolutamente falso, lo único que busco son las garantías necesarias para proteger mi vida y la de mi familia.
La carta que usted doctor Leyva me hizo llegar y al ex comandante Rodrigo Londoño Echeverri, es una petición para que digamos la verdad sobre lo sucedido durante largos años de violencia, en ella, muy respetuosamente considero, hay un error, puesto que deja una sensación de que no he contado la verdad, eso es incorrecto, entonces, si su invitación doctor Leyva, es que siga contando y complementando esa verdad, le aseguro a usted, a todo el país y a las víctimas que así lo seguiré haciendo. Desde cuando me desmovilicé no he dejado de cumplir mis compromisos y mi único deseo es seguir haciéndolo hasta culminar los procesos transicionales.
Le reitero, como le manifesté de forma verbal, que estoy dispuesto a comparecer ante la Comisión de la Verdad, es más, hace pocos días, vivenciamos un primer acto de reconciliación con las comunidades étnicas y campesinas de Antioquia, Chocó y Córdoba, renovando ante ellos como testigos y con el acompañamiento de LA COMISIONADA PATRICIA TOBÓN YAGARÍ y organizaciones de víctimas, defensores de derechos humanos y comunidades étnicas, mi compromiso de verdad, reparación y no repetición, les prometí que no les voy a fallar y no lo haré, la verdad no puede seguir sirviendo para beneficiar a intereses oscuros ni para amedrentar a la sociedad. Estoy preparado y listo para asistir a sesiones públicas, conjuntas, a través del medio que sea necesario con las personas que en el pasado confrontábamos en la guerra y con excompañeros de las AUC, quienes, como yo, están convencidos de que solo la verdad puede conducir a la transformación y construcción de una Colombia nueva.
Además, Colombia requiere avanzar sobre la comprensión social de todos los actores, sobre el entendimiento de las causas y efectos del conflicto armado y del porqué esta situación sigue persistiendo y agudizándose, esto es imposible superarlo sin la voluntad de quienes hemos participado directamente del conflicto armado, en este contexto, sin lugar a dudas, el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición es el escenario jurídico ideal para alcanzar ese propósito, pero de cara al país.
Soy un testigo excepcional, único en la realidad histórica del conflicto, el haber participado directamente del conflicto armado interno me confiere la autoridad para hacer parte de este proceso de justicia transicional que busca avanzar en el cierre del conflicto armado, en el cual no solo participaron las guerrillas, sino también, otros actores armados como las AUC del cual hice parte y por mi condición indiscutida de tercero, financiador, colaborador, como un Agente del Estado de Facto que ostenté por muchísimos años, también como víctima; mi experiencia y conocimiento macro del conflicto armado me permite asegurar que no solo cumplo los requisitos para ser admitido en la JEP, sino que, es importante para que se conozca la verdad íntegra que buscan las víctimas, la sociedad colombiana, la comunidad internacional y que es el espíritu, la esencia, la razón de ser de la Justicia Especial para la Paz.
He denunciado que situaciones ajenas a nuestra voluntad no han permitido que se conozca la verdad, esa es una realidad histórica, recuerdo cuando denuncié públicamente el rearme de algunos desmovilizados y me llamaron mentiroso, cuando confesé que el 35% miembros del congreso eran personas apoyadas por las AUC me trataron de loco, cuando conté acerca de la parapolítica la negaron, revelé que yo era la prueba viviente de lo que en ese entonces denominé Paramilitarismo de Estado hoy Agente de Estado de facto y me trataron de iluso, se han utilizado medios coercitivos para intimidarme, como torturas, amenazas, persecución judicial a través de montajes como los que he denunciado pública y judicialmente, todo tratando de callarme, ni que decir, cuando conté de forma detallada de las relaciones del Estado y las AUC, Colombia ya sabe lo que me ocurrió, como venganza criminal y para callarme fui extraditado, debido a que relaté como colaboradores, funcionarios cercanos al gobierno del presidente ALVARO URIBE, como FRANCISCO SANTOS hoy embajador de Colombia en Estados Unidos, JOSÉ MIGUEL NARVÁEZ sub director del DAS quien tuvo responsabilidad en la muerte de JAIME GARZÓN, de PEDRO JUAN MORENO amigo personal y Secretario de Gobierno de la Gobernación de Antioquia, fueron personas muy cercanas con las AUC, también narré lo referente a algunas situaciones que se presentaron con el mismo PRESIDENTE URIBE y a pesar de todo esto, sumado a otras situaciones perpetradas en contra nuestra, seguimos y seguiremos honrando nuestro compromiso con las víctimas y la verdad.
En los encuentros cara a cara con las víctimas comprendimos el dolor causado a millones de personas en más de 50 años de conflicto, yo también fui responsable, no fue fácil, ver ese dolor en las madres viudas, hijos huérfanos, desplazados sin techo, mujeres violentadas en su ser, en su intimidad, quienes padecieron discriminación, esa cara de sufrimiento en los indígenas, negritudes, campesinos, en fin, en miles de víctimas que pude tener frente a frente a través de una pantalla, a ellos les debemos todo, esos momentos han sido tortuosos para mí, pero suficientes para no justificar nuestros crímenes, sino, para aceptar humildemente lo equivocados que estábamos y asumir nuestra responsabilidad, finalmente pedirles perdón a las víctimas y comprometerme a que JAMÁS VOLVERÉ A ATENTAR DE FORMA ALGUNA CONTRA NINGÚN SER HUMANO.
Colombia no conoce la verdad, porque no hubo ni existe interés político de que esto ocurriera ni ocurra, se rasgan las vestiduras exigiendo verdad, pero hipócritamente se impide la reconstrucción de la misma, se instrumentaliza la justicia como forma de venganza, el proceso de Justicia y Paz terminó siendo peor que un proceso ordinario, donde la transicionalidad brilla por su ausencia, esto no quiere decir tampoco que no ha sido exitosa en diferentes aspectos, pero insuficiente debido a la misma estructuración de la ley 975 de 2005, todo en contra de los derechos de las víctimas, puesto que es el mismo Estado colombiano quien las está revictimizando, tal y como lo advertí desde un principio de forma pública.
Colombia es un país mas maravilloso, es increíble que el desconocimiento, la inoperancia, las injusticias sociales, la falta de una educación, así como, de un sistema de salud que sea para todos sin distinción, de un sistema judicial que inspire respeto e imparta justicia verdadera y sobretodo, que la indiferencia de los gobiernos desde hace mas de treinta años, fueron, son y seguirán siendo el mayor combustible para perpetuar la guerra. Está en todos parar esto, mi voluntad y compromiso con las víctimas, la verdad, el país, a pesar de todo lo que nos ha sucedido, sigue inquebrantable.
No soy perfecto, el único hombre perfecto en toda la historia de la humanidad, ha sido nuestro amado señor Jesucristo y fue crucificado por los hombres, por ese amor cristiano que reencontré en la cárcel, solo por eso, continuaré y persistiré hasta cuando me lo permitan y para eso es indispensable proteger y que protejan mi vida, que comprendan que ya no soy lo que fui, que soy un testigo de la humanidad.
DOCTOR ALVARO, MI RESPUESTA A SU INVITACIÓN DE CONTINUAR HONRANDO A LAS VÍCTIMAS, AL PAÍS CON LA VERDAD, ENTRE TODOS, POR TODOS Y DE CARA AL PAÍS, ES SIN DUDA ALGUNA, SÍ.