Carta de Colombianas y Colombianos por la Paz sobre el Consejo Nacional de Paz
Colombianas y Colombianos por la Paz es una iniciativa de mujeres y hombres que se han comprometido seria y decididamente con la búsqueda de caminos para el entendimiento en la pluralidad, y de condiciones para que el diálogo en La Habana, entre su gobierno y las FARC-EP, llegue a feliz término. Igualmente orientaremos nuestros esfuerzos para que el ELN acuerde con su Gobierno la finalización del conflicto armado, para que nos demos a la tarea de construir la paz; este es el imperativo ético y político del país en el presente y en tiempos futuros.
Bogotá D.C. marzo 26 de 2014
Señor
Presidente de la República
Juan Manuel Santos Calderón
Ciudad
Respetado, señor Presidente,
Compartimos con usted que la paz no es sólo el silenciamiento de los fusiles: la paz se construye desde las regiones, con inclusión, desarrollo humano sostenible y sustentable, educación y salud para todas y todos los ciudadanos de esta nación. La paz es aprender a vivir con las diferencias, es aceptar la diversidad y también es participar en los asuntos de interés común.
Sabemos de su compromiso con la paz y, en este cometido puede estar seguro, señor Presidente, de que no escatimaremos esfuerzos para apoyar todas las iniciativas que contribuyan a la consecución de este derecho y de este bien colectivo.
Teniendo como horizonte el logro de la paz y la necesidad de fortalecer el apoyo ciudadano a través de una participación amplia y pluralista, que incluya la diversidad política, regional, étnica, de mujeres y jóvenes, nos es grato conocer que usted ha hecho eco del clamor de sectores sociales, políticos y de militantes de la paz, al anunciar que convocará al Consejo Nacional de Paz.
Señor Presidente, consideramos que no se trata solo de convocarlo, sino de crear las condiciones políticas e institucionales que permitan hacer realidad el espíritu de la Ley 434 de 1998 que en el Artículo 1, plantea: “La política de paz es una política de Estado, permanente y participativa. En su estructuración deben colaborar en forma coordinada y armónica todos los órganos del Estado y las formas de organización, acción y expresión de la sociedad civil, de tal manera que trascienda los períodos gubernamentales y que exprese la complejidad nacional”. En el Artículo 2, numeral d, se afirma “Alcanzar y mantener la paz exige la participación democrática de los ciudadanos, el compromiso solidario de la sociedad y la concertación de las políticas y estrategias para su consecución”.
El Consejo de Paz, tanto en lo nacional como en lo territorial, es un instrumento político importante para garantizar que la sociedad colombiana respalde los acuerdos que se deriven del pacto para dar por terminado el conflicto y participe de manera organizada, concertada y pluralista en la construcción de la paz. Para lograr que este mecanismo cumpla su función, proponemos sea revisada la Ley 434 de 1998, buscando que se adecue a las nuevas realidades del país.
En esta dirección consideramos que el Artículo 4 debe ser ajustado de manera que se acojan expresiones y movimientos como el Congreso de los Pueblos, la Marcha Patriótica, los miembros de la insurgencia que se vinculen nuevamente a la sociedad colombiana, una más amplia representación de las organizaciones de mujeres; las organizaciones de víctimas, las y los jóvenes, organizaciones ambientalistas, CONPAZ -Comunidades Construyendo Paz en los Territorios-, representantes de las comunidades LGTBI. Asimismo, es necesario analizar y ampliar la participación regional y determinar sus mecanismos; así como el fortalecimiento de los Consejos Territoriales de Paz.
Es nuestro interés, señor Presidente, continuar contribuyendo en la construcción de la paz y poder participar en el Consejo Nacional Paz.
Respetuosamente,
Piedad Córdoba Ruíz
Vocera
Colombianas y Colombianos por la Paz