Carta al Ministro de Defensa

Los señalamientos contra los líderes y voceros de las comunidades campesinas del Catatumbo, movilizadas en demanda por los injustificados retrasos en el reconocimiento de la Zona de Reserva Campesina, el rechazo a las erradicaciones de cultivos de uso ilícito sin alternativas viables y el cese de las violaciones a los derechos humanos contra la población de la región, se presentan en un contexto en el cual resultan perjudiciales para el buen desarrollo de los diálogos con el Gobierno, pues cuestionan la legitimidad de los representantes de los campesinos reclamantes.


La Coordinación Colombia – Europa – Estados Unidos (CCEEU), red de 249 organizaciones sociales y ONG para la promoción y defensa de los derechos humanos, expresa su preocupación por la persistente estigmatización de los líderes y organizaciones campesinas del Catatumbo por parte del Ministro de Defensa Nacional, Juan Carlos Pinzón.

Los señalamientos contra los líderes y voceros de las comunidades campesinas del Catatumbo, movilizadas desde el pasado 12 de junio en demanda por los injustificados retrasos en el reconocimiento de la Zona de Reserva Campesina, el rechazo a las erradicaciones de cultivos de uso ilícito sin alternativas viables y el cese de las violaciones a los derechos humanos contra la población de la región, se presentan en un contexto en el cual resultan perjudiciales para el buen desarrollo de los diálogos con el Gobierno, pues cuestionan la legitimidad de los representantes de los campesinos reclamantes y cubren de sospechas y dudas las conversaciones que se intentan adelantar. Los señalamientos generalizados de parte del Ministro de Defensa sobre estas movilizaciones campesinas, acusándolas de estar impulsadas e infiltradas por las guerrillas y descalificando a organizaciones campesinas como ASCAMCAT y la ACVC, o a líderes y defensores de derechos humanos como CÉSAR JEREZ, solamente conducen a deslegitimar el papel de estos voceros y líderes ante el Gobierno nacional. Estas actitudes contravienen abiertamente las reiteradas declaraciones del Gobierno Nacional y los compromisos asumidos en el marco de la Mesa Nacional de Garantías de respetar la labor y ofrecer garantías a los defensores de derechos humanos.

Tener estudios profesionales, haber estudiado en universidades de la antigua Unión Soviética o ser mencionados en presuntos correos de comandantes guerrilleros muertos, son las pruebas aportadas por fuentes del Ministerio de Defensa a los medios para demostrar vinculaciones con la guerrilla y los fundamentos para sus acusaciones. Si el Ministro de Defensa cuenta con pruebas de la ocurrencia de conductas delictivas, su obligación es formular las denuncias correspondientes ante las instancias judiciales, en lugar de hacer señalamientos públicos estigmatizadores que lo único que consiguen es obstaculizar los procesos de interlocución con
las comunidades reclamantes en el Catatumbo. Las autoridades judiciales son las encargadas de establecer si se han presentado o no actividades ilegales de injerencia por parte de actores armados en las protestas.

Por otro lado, la entrega de documentos de inteligencia seleccionados por parte del Ministerio a los medios de comunicación evidencia que las actividades estatales de inteligencia ilegal contra líderes sociales y defensores de derechos humanos, como las denunciadas en el escándalo de las llamadas “chuzadas” del DAS, continúan ocurriendo a pesar de los anuncios oficiales en sentido contrario y de las reiteradas recomendaciones internacionales en la materia.

Por las razones anotadas, las organizaciones que hacen parte de la CCEEU demandamos que el Ministro de Defensa se abstenga de estigmatizar a los líderes y organizaciones sociales del Catatumbo, así como a las propuestas de organización de las comunidades campesinas de esta región.

Exigimos también al Gobierno Nacional la suspensión inmediata del uso de la
inteligencia como medio para perseguir a los líderes sociales y defensores de derechos humanos.

Finalmente, llamamos al Gobierno Nacional a continuar el diálogo con las organizaciones campesinas movilizadas con miras a dar salidas oportunas y efectivas a sus reclamos, respetando la autonomía de aquellas para nombrar a sus voceros y sus líderes. Esperamos que se reconozca tanto a las organizaciones como a sus representantes, y en particular a CÉSAR JEREZ y los líderes de ASCAMCAT y la ACVC, como interlocutores válidos de los campesinos del Catatumbo en este proceso, y que en esa medida se les ofrezcan todas las garantías necesarias para que puedan cumplir con su mandato.

Bogotá, 12 de julio de 2013