Carta abierta de Piedad Córdoba
De tiempo atrás ustedes han conocido de planes de atentados, de seguimientos a los colaboradores de mi equipo de trabajo, de interceptación ilegales de mis comunicaciones, situaciones a las que ahora se suma el ataque directo a integrantes del esquema de seguridad.
Ayer sucedió un hecho muy grave que devela la ausencia de garantías para el ejercicio de la oposición política, los defensores de derechos humanos y los promotores de la paz.
De tiempo atrás ustedes han conocido de planes de atentados, de seguimientos a los colaboradores de mi equipo de trabajo, de interceptación ilegales de mis comunicaciones, situaciones a las que ahora se suma el ataque directo a integrantes del esquema de seguridad.
Ayer a las 11:20 a.m. en el barrio Perdomo, más de cinco hombres se ubicaron en la casa de habitación de mi escolta, Erly Alexandra Cortés Ancizar. Dos de ellos ingresaron por la fuerza obligando a la madre de Alexandra, María Esperanza Enciso, y a su hija de 9 años, a permanecer calladas o de lo contrario ‘las mataban”. Las obligaron a sentarse en el sofá, a que no los miraran o, según ellos, se morían. ´Si ustedes denuncian este hecho, tengan la seguridad que las matamos, a usted y la niña”. Uno de los hombres preguntó por Alexandra, la que trabaja con Piedad Córdoba. Su madre respondió que no estaba, y el armado subrayó: ‘agradezca que no está o la matábamos de una vez”. Luego de la amenaza de muerte, los hombres procedieron a esculcar toda la casa y sustrajeron la dotación de Alexandra, un arma y los proveedores. Los armados que se encontraban afuera se comunicaron con los que permanecían en el interior.
Antes de salir les reiteraron a la abuela y la niña que no denunciaran y las amenazaron con matarlas si se movían. Durante tres horas ellas estuvieron retenidas.
Esta situación evidencia las graves consecuencias de la estigmatización que se ha hecho de años atrás por altos funcionarios del gobierno anterior y que continúan hoy siendo realizadas de por funcionarios de este gobierno contra ciudadanos que construimos propuestas de paz, defensa de los derechos de las minorías y, una democracia con justicia social.
Lo que hoy suceda con Alexandra, su hija y su entorno familiar es responsabilidad Estatal y de la Unidad Nacional de Protección.
Es motivo de gran preocupación que 24 horas después de sucedidos los hechos y pese a la insistencia de Alexandra, no le han recibido la denuncia, siendo una persona que tiene prioridad por hacer parte de un esquema de seguridad.
Además insistentemente se ha solicitado un refuerzo de m esquema de seguridad con elementos como sistemas de cámaras en la oficina y una puerta de seguridad, sin resultados positivos por parte de la Unidad de Protección en Colombia.
Cordialmente,
PIEDAD CÓRDOBA RUÍZ
Mayo 31 de 2013