Carta abierta a una mente cerrada
Creo en el poder de las palabras y en la fuerza que habita en las ideas. Reconozco la belleza e importancia presente en ellas cuando se usan como puente para el encuentro, para “hacer el verso con otros”, para ampliar miradas y comprensiones. Reconozco también los abismos, incertidumbres y el dolor que zanja el lenguaje cuando legitima o invita a la violencia.
Soy Claudia Restrepo, la rectora de la Universidad EAFIT y creo en la importancia de la conversación, en el desafío de entrenarnos en ella con altura, con argumentos, con silencios prudentes cuando es el caso y con aprecio por el otro. Creo en una Universidad cuyo sentido radica no solo en albergar disciplinas o saberes múltiples, sino en cultivar la humanidad, una que se teje en el lenguaje y en el poder de interpretar, acordar o disentir en el marco del respeto.
La diversidad es una gran riqueza, una que habita y se manifiesta en EAFIT, un mundo de ideas, visiones, historias, de narraciones infinitas que se expresan en la vida de cada estudiante, de cada profesor, de cada investigador, de cada graduado. Una comunidad que transita y crece viéndose mutar permanentemente.
Me han preguntado de forma insistente sobre las amenazas que han recibido algunos integrantes de nuestra comunidad y que coartan el ejercicio legítimo de la conversación. Al respecto debo y quiero decir que, además de su rechazo, la emoción que en mí generan es la del desprecio: un profundo sentido de tristeza y decepción de la pobreza humana, intelectual y argumentativa de quienes tras unos seudónimos atacan a los eafitenses y, con ellos, a todos quienes creen en el valor del conocimiento.
Me llena de tristeza saber que unos pocos (unos muy pocos, unos cuantos), declarándose custodios del orden de la Universidad y de la sociedad, amenazan a los que piensan distinto. Quien así lo hace está poniendo en evidencia su deplorable comprensión de la democracia, de la educación y de las ideas. ¿Cómo puede alguien pensar que está bien jugar con la vida de una persona como si fuese un objeto y no el más sagrado de los bienes?
Ante las amenazas debemos:
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Rechazar. Muchos, cientos, miles de personas de diversos sectores e ideologías, han abrazado a la Universidad en estos momentos. Una muestra del valor de la vida y de las conversaciones.
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Denunciar. Lo hemos hecho desde el primer momento. Seguiremos trabajando con las autoridades para que se avance en las investigaciones y se garantice la protección de las personas.
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Acompañar. Con toda nuestra capacidad y las de nuestros aliados y amigos, a quienes se han visto coartados en sus libertades. También, a todas las personas que son parte de EAFIT y que son la razón de ser esta institución.
A quienes usan la amenaza, a esos seres de mente y corazón cerrados, que son muy pocos, ante la grandeza del ejercicio humano y de saber que por 61 años han sido el pilar fundamental de EAFIT, les recuerdo: en la Universidad se cultiva y se manifiesta cada día la conversación, ustedes no nos representan.
Y a la comunidad educativa en general: mi más fraternal abrazo y mi admiración por su continua exaltación a la vida, presente en la forma en la que crean, aprenden, se relacionan y son. EAFIT es la universidad de todos.
Disponible en: Carta abierta a una mente cerrada
Imagen: eafit.edu.co