Carta a ELN de Colombianos y Colombianas por la paz
Respuesta de Colombianos y colombianas por la Paz al Ejército de Liberación Nacional, ELN, en el que se plantea tres campos importantes para el intercambio, temas humanitarios, problemas humanitarios del conflicto armado, unidad de guerrillas para un solo proceso de paz.
Bogotá, D.C. Agosto 16 de 2011
Comandante
Nicolás Rodríguez Bautista
Sres.
Comando Central
Ejército de Liberación Nacional —ELN—
Colombia
En nombre de Colombianas y Colombianos por la Paz, agradezco su carta de respuesta recibida el 1º de agosto pasado, a nuestra comunicación epistolar del 18 de julio de este año.
Compartimos el propósito de lograr una comunicación epistolar más fluida, y la importancia de generar confianza en amplios sectores de la sociedad y de la institucionalidad, para un diálogo directo. Creemos que tres grandes materias son importantes para desarrollar en este intercambio:
1. La necesidad de la unidad de las insurgencias para un único proceso de paz y la unidad de todos los colombianos y colombianas en el propósito nacional de la paz.
2. Los temas de fondo que deberían ser parte de una agenda de paz.
3. Los problemas humanitarios del conflicto armado.
Creemos que es muy importante, desde ahora, incluir en este intercambio epistolar el tema de la necesidad de una mesa única de diálogo y negociación, para un proceso de paz único y nacional, habida cuenta que en las últimas comunicaciones de Ustedes y del Secretariado de las FARC – EP registramos una coincidencia total en el enfoque de hacer de los diálogos y la negociación el camino apropiado para la solución política al conflicto político social y armado, sobre la base de poner fin a la confrontación violenta, convenir con el Estado, de cara al país, las transformaciones necesarias para construir la justicia social con la participación de la sociedad colombiana a todo lo largo del proceso de paz. Tenemos la convicción de que la unidad de los colombianos y las colombianas alrededor de la paz es la más grande de la unidades a que podamos aspirar, quienes deseamos días mejores y justos para Colombia y sus gentes. Así mismo, creemos, y retomamos su palabra, que las soluciones deben ser con la aprobación popular, de la sociedad civil, aunque luego un reglamento de conversaciones sea construido por las partes que asuman los diálogos.
En su reciente mensaje, como en otros compartidos públicamente por ustedes a lo largo de este año, se han referido a la situación del país, al derecho humanitario y la paz. En el recorrido por distintas regiones del país, hemos recogido demandas muy sentidas de diferentes sectores, de organizaciones y comunidades, así como de redes e instituciones que demandan compromisos prácticos y claros, para materializar la decisión de ustedes de respetar el Derecho Internacional Humanitario de manera integral y para avanzar de manera definitiva hacia la salida política del conflicto social y armado.
Por otra parte, les invitamos a que decidan si el primer intercambio epistolar temático puede referirse a sus experiencias en pasados procesos de diálogo.
or ejemplo, ¿Qué lecciones aprendidas arrojan procesos de diálogo pasados?, ¿Cuáles son las conclusiones que acumulan?. Consideramos necesario que éstas sean conocidas por el conjunto de la sociedad. Es fundamental conocer ¿dónde y por qué se produjeron escollos?, ¿Había posibilidad de resolverlos, eran insalvables del todo? ¿Fue o no falta de voluntad política?, ¿Los mecanismos de verificación no fueron suficientes?. Consideramos necesario que sus respuestas sean conocidas para no volver a repetir errores, y avanzar de modo sustancial en agendas, métodos, mecanismos que garanticen la eficacia del diálogo.
En relación sobre la concreción del derecho humanitario en el contexto del tipo de guerra que se desarrolla en Colombia, nos es preciso saber cómo creen que Colombianas y Colombianos por la Paz puede aportar para avances o acercamientos concretos en esa problemática. Una primera cuestión a trabajar podría ser la pregunta que formuló el Ministro de Defensa, Rodrigo Rivera, en el lanzamiento de la política de 2010-2014 de Defensa para la libertad Nacional, acerca de la situación de 98 personas que se encuentran cautivas en su poder, en qué condiciones se encuentran, cómo garantizar su libertad. Otra problemática en términos humanitarios puede ser en relación a los minados y otros tipos de armas. En los dos campos de problemáticas humanitarias podríamos avanzar. En el segundo aspecto, conociendo otras experiencias de humanización o acompañando las mejoras de regulación unilateral que están dispuestos a adoptar, mientras el gobierno del presidente Santos toma la decisión de establecer conversaciones más amplias, lo cual sí supone determinación de ambas partes.
Creemos que este intercambio epistolar en lo humanitario ofrecería aproximaciones para que el conflicto armado mientras dure sea menos cruento y se imponga la ética y la razón, madurando esta interlocución con efectos prácticos: para prevenir y evitar irracionales consecuencias, en especial para los más pobres de un país que, además de las penalidades del conflicto sufre las seculares injusticias que debemos ser capaces de superar entre todas y todos.
Esperando que no desistamos de ese propósito noble de construir la paz con justicia social. Me despido con la convicción de que sí tendremos un mejor presente y un mañana, el que millares y millones añoramos para nuestra patria, para la región y la humanidad.
Atentamente ,
Piedad Córdoba Ruíz – @PiedadCordoba
Colombianas y Colombianos por la Paz @ColombianosPaz