Carbón y ganadería, negocios que más perjudican a la naturaleza
La producción de energía con carbón en Asia y la ganadería en Sudamérica son los negocios más perjudiciales para la naturaleza, con costos ocultos que exceden el valor de su producción, dijo el lunes un informe respaldado por Naciones Unidas.
La producción mundial de bienes básicos, desde el cemento hasta el trigo, causó unos daños totales de 7,3 billones de dólares al año si a la contaminación, el agua, las emisiones de gases de efecto invernadero y al consumo se les pusiera precio para reflejar los impactos a largo plazo, dijo en una guía para negocios e inversores.
El estudio, realizado por una coalición empresarial para The Economics of Ecosystems and Bodiversity (TEEB), dijo que había grandes incertidumbres en los precios. Entre los promotores de la coalición están Naciones Unidas, el Banco Mundial, empresas y grupos ecologistas.
“Las cifras en este informe subrayan la urgencia, pero también las oportunidades para todas las economías en transición hacia una economía verde”, dijo Achim Steiner, director del Programa Medioambiental de la ONU, en un comunicado.
La producción energética con carbón en Asia, liderada por China, tuvo ingresos estimados en 443.000 millones de dólares al año, pero causó 452.000 millones de daños a la naturaleza, sobre todo por el impacto de las emisiones de gases de efecto invernadero en el cambio climático y de la contaminación en la salud de la gente.
La ganadería en Sudamérica, especialmente en zonas despejadas de la selva amazónica, se situó segunda en la lista con unos daños estimados en 353.000 millones de dólares, sobre todo por su impacto en el suministro de ayuda y la deforestación, que de lejos superó las ganancias de 16.600 millones de dólares.
La producción energética con carbón en Norteamérica fue la tercera de la lista de daños al “capital natural”, por delante del cultivo de trigo y arroz en el sur de Asia.
“Estamos intentando centrar las mentes de los empresarios e inversores en el capital natural” para alentar mejores prácticas, dijo a Reuters Dorothy Maxwell, directora de TEEB.
¿Precios demasiado altos?
Algunos expertos cuestionaron las afirmaciones del estudio, por ejemplo que una tonelada de emisiones de dióxido de carbono costara 106 dólares, basándose en datos de un estudio del 2006 de los costos del cambio climático por el ex jefe del Banco Mundial Nicolas Stern.
“Eso de lejos es demasiado alto”, dijo Bjorn Lomborg, un estadista danés y autor de “The Skeptical Environmentalist”. En el mercado de la Unión Europea, las emisiones de carbono se negocian a unos 4,6 euros (6,02 dólares) la tonelada.
“Hay incertidumbre”, dijo Alastair MacGregor, director de operaciones en Trucost, con sede en Reino Unido, que hizo el estudio para TEEB. “Pero la escala de esos impactos es tan grande que dejaría pequeña cualquier incertidumbre”, agregó.
Incluso si los daños causados por la ganadería en Sudamérica estuvieran sobreestimados, la lista aún mostró que la ganadería en Australia, Nueva Zelanda o el Sudeste Asiático era una mejor apuesta para los inversores, dijo.
Maxwell sostuvo que las empresas cada vez se fijaban más en la naturaleza. Compañías como el fabricante de productos de consumo Unilever, la alimenticia Nestle o el productor de bocadillos y refrescos Pepsico estaban prestando más atención a las cadenas de suministro de la agricultura.
El grupo deportivo alemán Puma fue la primera empresa importante en hacer un balance de beneficios y pérdidas medioambientales, estimando que causó 145 millones de euros en daños a la naturaleza en el 2010. El costo no se añade al precio de venta de los productos y es una guía para los consumidores.