Caravana por la memoria en municipio El Castillo, Alto Ariari.

La memoria que evoca y convoca nos invitó a recorrer los caminos del Alto Ariari, víctimas y organizaciones acompañantes guiaron sus pasos por las sendas que un día fueron recorridas por los sueños de vida y los espacios de la muerte.


El sábado 3 de diciembre la caravana abrió el camino de la memoria partiendo desde los barrios La Nohora y Ciudad Porfía en Villavicencio, lugares que fueron asentamientos de las familias que se desplazaron entre 2002 y 2003 de la región del Alto Ariari; se recordó a los amigos y los líderes asesinados por ser semillas de justicia y verdad en medio de la guerra, Reinaldo Perdomo Hite, Oswaldo Moreno Ibagué, Josué Giraldo, Nelson Segura, Arnulfo y Miguel López.

La Caravana siguió sus pasos hasta llegar a Medellín del Ariari en el municipio El Castillo, allí la sede del Sindicato de Trabajadores Agrícolas Independientes del Meta (Sintragrin) y el mural de la memoria ubicado en la Iglesia San Antonio María Claret, son los referentes simbólicos que mantienen vivo el trabajo de mujeres y hombres cuyas a puestas por mantener viva la memoria de la vida, y rememora los hechos que ensombrecieron los sueños para que no se repitan.

Los pasos llegaron hasta el polideportivo, lugar donde está instalada la placa que hace memoria al líder comunitario y miembro del Concejo Municipal German Herrera Rozo, asesinado el 30 de septiembre de 2009.

El domingo 4 de diciembre la Caravana partió hacia el caserío de Puerto Unión, La Casa Comunitaria fue el punto de encuentro. Las y los asistentes recordaron los momentos de horror que fueron vividos durante la fuerte embestida del accionar paramilitar, sin embargo la muerte no logró borrar de la memoria las acciones dignificantes de los líderes campesinos Javier Apache, Arturo Trujillo, Héctor Jair Londoño y Giovanni Molina.

 

Al final de la mañana todas y todos se encontraron en los lugares donde la explotación minera está afectando el territorio.

También hubo espacio para reconstruir desde los testimonios y las narrativas individuales y colectivas los momentos vividos en el marco del conflicto durante el 2002 y 2003, actividad que fue la antesala a un ejercicio simbólico de marcación de la huella como una muestra de la continuidad de la vida.

Al caer la tarde la Caravana se trasladó al caserío Caño Claro, allí sigue indeleble la memoria de Jaime Moreno Chiquiza, sus luchas y su muerte. El 30 de mayo de 2005 Jaime fue asesinado y posterior mente sus restos fueron descuartizados por la horda paramilitar que controló la región.

Después de recordar este fatídico hecho, la Caravana se sumió en un silencio y en su camino se iba evocando la memoria de Jaime, Ricardo Lombana, Ramón Delgado Ramírez, Miguel Ángel Gutiérrez, Teodoro García, Héctor pulido, Isidro y Natividad Gutiérrez

La noche fue el momento propicio para celebrar la fiesta de la vida de los que hoy son semillas de esperanza y de quienes continúan caminando por la senda de la verdad y la justicia con la nítida convicción que hoy es el momento propicio para seguir trabajando en la construcción de una sociedad más justa y un territorio donde se respeten todas las vidas.

Todas y todos al unísono cantaron:

“Hoy Comienza una nueva era…
Las lanzas se convierten en podaderas…
De las armas armas salen arados…
Y los oprimidos son liberados.”

Comisión Intereclesial de Justicia y Paz