Caminando en la memoria: Peregrinación Mártires Del Alto Ariari 2020
Del 1 al 7 de febrero un grupo de 30 peregrinos y peregrinas recorrieron los caminos del Alto Arari en el municipio de El Castillo, Meta, caminos de memorias del conflicto que se ha vivido en esta región del país y que hoy significan caminos de sanación y reflexión.
Durante 6 días fueron recorridas las veredas de Caño Sibao, El Cable, Miravalles, La Esmeralda, Caño Claro, Malavar, Alto Cumaral, Bajo Cumaral, Puerto Esperanza, Medellín del Ariari y CIVIPAZ.
1 de febrero
Estos recorridos inician el 1 de febrero en la Vereda Caño Sibao, lugar en el que se hace memoria en el monumento construido por las hijas de María Mercedes Mandes, integrante de la Unión Patriótica alcaldesa de El Castillo. En este lugar también se recordó que fueron asesinados William Ocampo (Alcalde electo), Rosa Peña Rodríguez (Tesorera municipal), Ernesto Sarralde (asesor agrícola) y Antonio Agudelo (funcionario de la Alcaldía). Los peregrinos limpiaron y pintaron nuevamente el monumento y dieron vida al espacio que recordará lo sucedido a quien cruce por su lado.
En la noche, en el parque de la memoria que está siendo construido en el casco urbano de Medellín del Ariari, se realizó una eucaristía en memoria a las víctimas de la región, lo que dio inicio a lo que sería una semana cargada de alegrías, memorias llantos y esperanza.
2 de febrero
En la mañana de un segundo día de peregrinaje se escuchó el panorama ambiental de la región, con minería e hidrocarburos como riesgos potenciales, también con la deforestación y la ganadería que acaban lentamente con el entorno. El camino fue largo pero en horas de tarde la tarde se llegó a Miravalles.
Allí se encuentra un momento de descanso en el que se cantó por la vida por la memoria y por la gente, se alzó la voz para descansar el corazón. Aunque solo pasaron dos días de viaje, años de memoria fueron escuchados.
Finalmente, se realizó una visita al cementerio de la comunidad que cuenta historias de la guerra y en sus tumbas los hombres y mujeres que murieron en la misma. Víctimas y familiares esperan que lo sucedido no se olvide. El pueblo que alguna vez fue grande y un lugar de comercio para la región hoy intenta recuperarse de la violencia que lo transformo. Algunos peregrinos y peregrinas fueron hospedados en viviendas de la comunidad, generando un momento de intimidad y confianza los pobladores al abrir las puertas de sus hogares, compartiendo como familia, recordando a Luz Marina Robayo, Diego Gutiérrez y Elías Fajardo.
3 de febrero
El tercer día se caminó de Miravalles a la vereda La Esmeralda antes del desayuno. Al llegar a la comunidad se empezó a contar los cambios de la región ocasionados por la guerra. En la vereda los jóvenes no están, son los adultos mayores quienes intentan mantener viva la vereda y permanecer en el territorio. Recordamos a Reinaldo Perdomo, líder de la comunidad y una de las personas que motivo el retorno y creación de CIVIPAZ, revivimos su memoria con sus historias y el recuerdo de su labor. Luego, fue expuesto el muro y monumento que la comunidad construye en su memoria.
En la tarde el camino lleva a la vereda La Cima, continuando el día con un intercambio deportivo, juegos entre los peregrinos y los habitantes de la vereda, el fútbol entre jóvenes y adultos, hombres y mujeres acerca a la comunidad y reivindica la vida llena de alegría y de energía. El día cierra con una eucaristía recordando el espíritu de las víctimas.
4 de febrero
El 4 de febrero empieza una nueva jornada, la más larga en el caminar, pues el territorio habla de cambios, las montañas y bosques de hace algunos años hoy son grandes extensiones de ganadería. El sol presente todo el camino acompaña en dirección a Caño Dulce. Luego de más de 4 horas de camino llegamos a una vivienda que abre sus puertas a peregrinos y peregrinas. Un almuerzo que recupera el cuerpo y una eucaristía que recupera el alma, un compartir entre todas y todos que nos acerca a lo humano. Después un corto baño en el rio, la cal ayuda a refrescar el cuerpo, un baño en las aguas cristalinas de un rio cargado de memorias y sueños.
Luego llegamos a la vereda Caño Claro a una recepción cargada de poesía y de alegrías, un poblador con su talento comparte poesía, poemas a las mujeres, a la muerte y a Dios. Poesías de esperanzas, llenas de amor. Un momento de tranquilidad recuerda las víctimas de esta vereda, llegando a la memoria de Rainel Falla, Miguel Gutiérrez, Natividad Castro, Isidro Bohórquez Héctor Pulido, Ramón Delgado y Jaime moreno.
5 de febrero
Durante el quinto día fue recorrida la vereda Caño Claro en dirección a Medellín del Ariari. En el camino se transitó por Malavar, donde fue acompañada la familia de Elías Fajardo, quienes en su memoria un monumento. Elías fue asesinado por paramilitares en agosto del 2003.
En la noche en Medellín del Ariari se realizó un recorrido por el pueblo en el que se conoció los trabajos y avances sobre la organización comunitaria de los pobladores. Se conoció la casa de SINTRAGRIN un proceso organizativo campesino que en su momento afilio a campesinas y campesinos de la región. Luego, se realizó una visita al cementerio, un lugar cargado de memorias de la guerra pero también de la recuperación y la resistencia de amigos y familiares. En el marco de la lucha se han logrado recuperar los restos de personas que estaban desaparecidas como Holman Lozano, Norbey Aguirre, Carlos Hernández y Pedro Pablo Achage.
Por último, se realizó una presentación artística de baile llanero por un grupo de jóvenes y niños que trabajan en actividades culturales con el apoyo de la Alcaldía del municipio El jueves 6 de febrero se hizo un recorrido de Medellín del Ariari a Puerto Esperanza. En el camino la peregrinación paró en la vereda Bajo Cumaral, junto al río Cumaral como un acto para recordar y repara el alma mientras el río se llevaba las lágrimas y la tristeza por quienes ya no están.
En Puerto Esperanza se realizó una eucaristía en memoria de Lucero y Yamid Henao asesinados en febrero 2004. Los peregrinos visitaron el monumento en memoria de la lideresa comunal y su vivienda donde hijas e hijos trabajan en un mural en recuerdo a la vida y el rol de madre, amiga y lideresa comunitaria.
6 de febrero
Como cierre de jornada y de la peregrinación se caminó a la Zona Humanitaria de la Comunidad de Vida y Paz, CIVIPAZ, en El Castillo para recordar y reconocer el papel de este proceso organizativo en el retorno de afectados por la violencia a la región del Alto Ariari. Allí se evidenció el papel de la memoria como motor que mueve la vida y el trabajo que la comunidad realiza en defender y proteger el territorio.
El monumento, el Árbol de la Vida y la Casa de la Memoria son espacios que la comunidad construyó para reivindicar la memoria y la vida de amigas y amigos, hermanas y hermanos que hoy no están pero dejaron huellas en los corazones de todas y todos.
Finalmente, se hizo un llamado a que la vida se disfrute y se destaque la importancia de la misma como un derecho, como un valor esencial por todas y todos. Al cierre se llevó a cabo un diálogo sobre los retos de la región y el país en un camino que busca reconstruir verdades y acercar memorias,un reto que debe ser asumido por la JEP, CEV y UBPD con las comunidades y con el país.
Durante la peregrinación se construyeron nuevas amistades, experiencias que acercaron a peregrinas y peregrinos entre ellos y a la comunidad, fue un ejercicio de saneamiento espiritual y de compartir alegrías y tristezas. Este fue un año más de peregrinaje en el Alto Ariari.
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz.