Caminando en la memoria, Construyendo en la esperanza
Del 1 al 7 de febrero de 2019 se realizó la tercera “Peregrinación de la Memoria: Mártires del alto Ariari” un recorrido por la memoria de algunas de las veredas del municipio de El Castillo en el departamento del Meta.
Recorrimos durante 6 días las veredas de Caño Cibao, El Cable, Miravalles, La Esmeralda, La Cumbre, Caño Claro, Malavar, Alto Cumaral, Los Alpes, Caño Embarrado, Bajo Cumaral, Puerto Unión, El Encanto, Puerto Esperanza, Medellín del Ariari y CIVIPAZ, además del casco urbano de El Castillo donde se realizó el encuentro de cierre de la peregrinación.
Durante estos días se recogió la memoria de 144 víctimas de estas veredas, sus nombres fueron plasmados en una tela blanca que acompañó a los peregrinos, mientras cada campesino y campesina compartía desde su sentir y su experiencia lo que significó el paso de la guerra por sus territorios, sus cuerpos, sus fincas, sus veredas, sus familias y sus comunidades. En este caminar de la memoria se escucharon historias de alegría, se compartieron tristezas, se derramaron lágrimas, se intercambiaron sonrisas, la esperanza y los sueños que han crecido a pesar de la guerra.
2 de febrero de 2019
Iniciamos la caminata desde el rio Ariari hasta Caño Sibao donde se dio un compartir con familiares de víctimas de las dos masacres que han ocurrido en este lugar a manos del paramilitarismo, la primera perpetrada el 3 de julio de 1988 y la segunda el 3 de junio de 1992; allí llevamos a cabo una renovación conjunta del monumento que se construyó en memoria de las personas que fueron asesinadas, entre ellas María Mercedes Méndez, alcaldesa de El Castillo para el año 92.
Con alegría pudimos vivenciar el reencuentro de la única sobreviviente de la masacre del 88, que para ese momento tenía 8 años, y su rescatista, un campesino de la vereda que no dudó en brindar su ayuda a pesar del riesgo que para él representaba este acto. Fue un encuentro muy emotivo para todos y todas, en medio de lágrimas se celebró la vida y posibilidad de un futuro diferente encarnado en esa mujer.
Caminamos en la memoria de las víctimas de estas veredas, visitamos el lugar, a la orilla del camino, donde paramilitares asesinaron a Luis Enrique León Martínez comerciante de la región, cuando estaba en compañía de su hija mayor quien para la fecha tenía 8 años, ella y su hermana no habían vuelto a transitar por ese lugar por el dolor que les generaba, sin embargo en esta oportunidad se permitieron expresarlo y abrir el camino para comenzar un proceso sanador; también el lugar donde el Ejército Colombiano asesinó a Dinieyer Paz, Andrés Paz y Efraín Paz el 7 de enero de 2003. Ese mismo día llegamos a la vereda El Cable y realizamos en compañía de sus habitantes la eucaristía en memora de las víctimas.
Caminamos a la vereda Playa Rica donde compartimos el Performance del grupo M de memoria, una iniciativa de diferentes víctimas del conflicto armado y la violencia sociopolítica que han apostado por el arte performativo como ejercicio de memoria, de sanación, de diálogo con la sociedad colombiana y de transformación.
3 de febrero.
Este día el recorrido comenzó en Medellín del Ariari, donde escuchamos y compartimos la memoria con organizaciones de víctimas de Medellín del Ariari quienes desde su Comité de Memoria han creado el proyecto Testimonios de Muñecas de El Castillo como parte de su apuesta por la recuperación de la memoria del municipio.
Peregrinación Alto Ariari
Peregrinación Alto Ariari
Posteriormente conformamos dos grupos de peregrinos, unos caminó a la vereda Caño Claro donde participaron víctimas de Caño Claro y Malavar. El otro grupo caminó y escuchó la memoria de las veredas Cumaral Bajo, Caño Embarrado, La Cumbre y Los Alpes
Durante el recorrido a La Cumbre los peregrinos pasaron por Caño Embarrado lugar donde en los años 2013 y 2014 se realizó la explotación minera de Cal Dolomita por parte de la empresa INGEMINERA LTDA. Trabajo que fue suspendido a mediados del año 2014 por las denuncias hechas por la comunidad ante lo daños que este causó en el territorio.
Al caminar por este lugar la comunidad nos compartió que en el mes de enero de 2019 se retomaron los trabajos en este sector y los peregrinos pudimos constatar de primera mano el trabajo que realiza la empresa BIOEXPLORA. En este lugar se están deforestando hectáreas de bosque para hacer perforaciones y tomar muestras de posibles minerales a explotar, según información suministrada por uno de los trabajadores que se encontraba en el lugar.
4 de febrero.
Cada uno de los grupos, desde Caño Claro y La Cumbre respectivamente, caminamos y disfrutamos la naturaleza y la riqueza hídrica y ambiental del municipio de El Castillo. Numerosos lugares que cuidar y defender como las cascadas de Caño Seco en la vereda Caño Embarrado, amenazada por el proyecto minero.
Cascadas de Caño Seco en la vereda Caño Embarrado
En la Cumbre, fuimos testigos de la alegría que representó para la comunidad el tener por primera vez la luz eléctrica en la escuela de la vereda, resultado del esfuerzo y la gestión que la comunidad realizó por largos años, así mismo, compartimos la memoria de sus víctimas, evocada muy pocas veces antes por los impedimentos que genera el miedo y el dolor, la experiencia en este lugar, impregnada de un espíritu de vida y reivindicación se celebró desde el sentir, de presenciar y el compartir de la historia y el alimento, como símbolo de unión. En Caño Claro, nuevamente compartimos la obra de teatro con la que la comunidad re experimentó.
En la tarde los dos grupos de peregrinos nos encontramos en Puerto Esperanza, allí compartimos la memoria de las víctimas del Puerto, entre ellas, Lucero Henao y su hijo Yamid Henao. Se inauguró una placa conmemorativa instalada en el colegio de Puerto Esperanza y se realizó un recorrido nocturno por los espacios significativos de la memoria comunitaria.
Como cierre del día escuchamos y compartimos la historia y los retos del proceso organizativo de CIVIPAZ. La comunidad compartió sus reflexiones frente a ¿Por qué hacer memoria? ¿Cuáles son sus retos como comunidad y como sociedad frente al rol de la memoria en la construcción de un nuevo país? Allí destacaron el papel de los jóvenes como protagonistas del territorio, su participación en la toma de decisiones y acciones para su protección y el reto de los adultos en transmitirles la memoria de lo vivido y construido para fortalecer sus apuestas organizativas.
Cierre proceso organizativo de CIVIPAZ
5 de febrero.
Peregrinamos en el silencio de la montaña y en la reflexión de los retos que como sociedad tenemos, el camino nos llevó a la vereda La Esmeralda. Al llegar realizamos la eucaristía en memoria de las víctimas, visitamos el monumento de Reinaldo Perdomo, líder comunitario asesinado el 12 de agosto de 2003. Compartimos la memoria de la vereda, los planes organizativos que en su momento se tenían y que la guerra frenó. Los sueños comunitarios y los anhelos de reconstrucción de lo que habían alcanzado en su vereda para restaurar también el futuro que una vez les fue arrebatado.
6 de febrero
Peregrinamos a Miravalles, visitamos el cementerio de la comunidad, en el que se han dejado los cuerpos de muchas y muchos que la guerra arrebató, personas que hoy en día necesitan ser nombradas, identificadas, volver a sus familias para cerrar ciclos de largos años en la búsqueda, en la incertidumbre y el dolor.
En la tarde el camino nos llevó al cierre de esta peregrinación cargada de emociones y retos, de alegrías y tristezas, de sueños y esperanzas. El cierre se realizó en el parque de la memoria de El Castillo, el cual se llenó de imágenes, colores, de nombres y sus historias, de memorias y sentimientos.
Terminamos nuestra peregrinación acompañados, como todos los días, por esa comunidad empoderada que se resiste a vivir en dolor del recuerdo, que se propone transformar su realidad desde la memoria que más allá de evocar el dolor, recuerda también los sueños que no han muerto en manos de la violencia y la guerra, por los que están dispuestos a seguir caminando y construyendo una apuesta común, una apuesta de comunidad y de país.
