Brigada 17 retiene e intimida denunciantes de cultivo de hoja de coca
Ayer lunes 27 de febrero, hacia las 10:00 a.m. en inmediaciones de Bella Flor Remacho -Jiguamiandó- y Santa Rosa de El Limón -Vigía de Curvaradó, fue retenido por militares de la Brigada 17, Oliver Blanco,
el integrante de los consejos comunitarios fue llevado hacia los cultivos de hoja de coca…
Un militar, Cabo TORO, lo interrogó, luego de preguntar por los dueños de las siembras, le ofrecieron 20 millones de pesos para decir que comandante guerrillero está allí.
Luego un militar preguntó a un encapuchado, vestido de civil, si él campesino era Oliver. El encapuchado afirmó que sí era Oliver, y procedió a amenazarlo: “usted es un un hijo de mondá, una mosca de la guerrilla” . Luego de tres horas, le obligaron a firmar un documento en el que se leía que no había sufrido maltrato.
Hacia las 5:28 p.m., el gobierno nacional informó que según la brigada 17 se trataba de un procedimiento de registro rutinario.
A la fecha, los militares no han actuado contra los paramilitares que protegen la siembra de coca y los labortaorios, y han convertido como blanco militar a los integrantes de los consejos comunitarios que han denunciado estas operaciones ilegales, a quiénes acusa de ser guerrilleros o auxiliares de la guerrilla.
Desde hace un año, los militares han posibilitado el ingreso de semillas de coca, insumos para el procesamiento de cocaína, sin que sus actuaciones de control sobre bienes y personas hayan logrando resultados para enfrentar los paramilitares. Los abusos contra la población están siendo sistemáticos, con señalamientos, daños en bienes de supervivencia y restricción a su libre movilización.
Durante tres días observadores nacionales e internacionales constataron en Bella Flor y Santa Rosa el escandaloso desarrollo de esta agronegocio de los paramilitares, que operan a sus anchas por la complicidad de la brigada 17 y la policía de Urabá, sin que se adopten medidas de protección de los derechos de los afrocolombianos.
Bogotá, D.C., 27 de febrero de 2012
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz