“Biocombustibles”: UE destruye 700.000 hectáreas de selvas
La Unión Europea pretende salvar el clima con combustibles supuestamente amigables con el ambiente y ha clasificado el aceite de palma como sostenible -a pesar de las talas masivas que se realizan para cultivarlo.
Actualmente se utilizan 1,9 millones de toneladas de este aceite en los tanques de los automóviles. La UE está revisando ahora su política de agrocombustibles.
Súmate firmando esta carta dirigida a la Unión Europea sobre energía “verde”
Salva la Selva
El pasado año se mezclaron en la UE con el diesel 1,9 mill de ton de aceite de palma -junto a muchos más millones de toneladas de los también ambientalmente cuestionables aceites de colza y soja.
Las plantaciones de palma necesarias para producir estas cantidades ascienden a 700.000 hectáreas -tierras hasta hace poco cubiertas de selvas tropicales y hábitat de los amenazados orangutanes. A pesar de ello, la UE califica el aceite de palma como sostenible.
Ambientalistas, expertos en desarrollo y científicos advierten desde hace años las consecuencias negativas de la energía a base de plantas. A los políticos de Bruselas hace tiempo que su política energética se les está volviendo en contra, como lo certifican tanto estudios independientes, como los encargados por la propia UE: el biodiesel de aceite de palma y de soja, y también el de colza producida localmente, son más dañinos que el diesel fósil de petróleo.
La UE debería detener su política de biocombustibles inmediatamente. Pero la industria agraria pone todos los medios disponibles para continuar con el negocio. Más de 10 mil millones de euros por año se invierten en subvenciones estatales para agrocombustibles en la UE.
La UE discute ahora sobre el futuro de los agrocombustibles. El 20 de junio vota la Comisión de Industria, el 10 de julio la de Medio Ambiente y el 10 de septiembre el pleno del parlamento sobre esta energía “verde”.
Por favor, firme nuestra carta a la Unión Europea sobre la energía agraria y exija con nosotros detener los agrocombustibles.
Estimadas Sras. y Sres.
No estoy de acuerdo con el hecho de que la Unión Europea sigue aferrándose a los agrocombustibles.
Con los agrocombustibles no sólo se agrava el hambre en el mundo. También se provoca una catástrofe ambiental y climática. Los monocultivos industriales se extienden por todo el mundo a costas de los ecosistemas naturales y destruyen la biodiversidad.
Ecologistas, defensores de derechos humanos, científicos, expertos en desarrollo, e incluso organizaciones internacionales como las Naciones Unidas y la OCDE ya han exigido a la Unión Europea acabar con su política de biocombustibles.
También estudios científicos encargados por la Comisión Europea arrojan el resultado de que el biodiesel de aceite de palma, soja o colza causa más emisiones dañinas para el clima que el diesel común.
La producción agraria requiere grandes cantidades de agua, fertilizantes y pesticidas que perjudican la salud y el ambiente.
Todos estos problemas no se solucionan con la propuesta de la Comisión Europea de reducir a un 5% la cantidad de agrocombustibles de alimentos y de multiplicar por cuatro los agrocombustibles de deshechos y de celulosa.
Por favor, elimine sin demora la obligación de mezclar agocombustibles con combustibles tradicionales y detenga las subvenciones, los incentivos y las importaciones.
El derecho humano a la alimentación, la conservación de la biodiversidad y la protección de la naturaleza deben anteponerse a los intereses en hacer negocios de la industria de los agrocombustibles.
Atentamente,