Benilda Hite
Ha pasado a la historia Benilda Hite, madre de Reynaldo Perdomo quien en compañía de su familia abanderó el proceso para regresar al Alto Ariari en medio del control militar-paramilitar que se había instaurado en la región y les había obligado a desplazarse hacia Villavicencio.
Benilda fue el motor para la lucha de su hijo, su familia y su comunidad. Pues ya la vida la había puesto en la amargura del desplazamiento, cuando siendo muy joven salió huyendo de la guerra de Río Chiquito Cauca junto con su esposo y sus 11 hijos, y con estas experiencias conocía y motivaba a su comunidad a seguir adelante.
No fue una mujer de ocupar lugares públicos, pero haciendo parte de la organización comunitaria desarrollo todo tipo de trabajo en favor de su comunidad, siendo parte de la Unión de Mujeres Demócratas. Fue mujer de resistencia, aprendió a vivir en el monte, huyéndole a los armados y se apropió del cuidado de su comunidad en medio de esa situación, pues era una de las mujeres que salía en las comisiones que iban a buscar la comida para los demás sorteando todo tipo de dificultades y arriesgando la vida.
El desplazamiento le trajo grandes dolores, además del asesinato de sus hijos Amalia y Reynaldo, junto a la desaparición de Henry. Sin embargo, el paso de la muerte que generó la violencia, no doblegó su lucha, ni su esperanza por una vida en paz y dignidad. Su participación en el regreso de CIVIPAZ fue constante e importante, apoyaba los trabajos que la comunidad emprendía y se acercaba a su finca cada cierto tiempo para ir a mirarla con el anhelo de un día retornar y quedarse allí definitivamente.
El pasado 10 de mayo, Benilda murió en Villavicencio por las enfermedades propias de su edad y posiblemente también por las cargas de su historia. Como muchos y muchas campesinas colombianas, murió persiguiendo el sueño de regresar a su territorio y poder disfrutarlo en plenitud.
Benilda ha pasado a la historia y sigue viva en nuestra memoria.